Lo confieso, no sé qué contarles. Se supone que
uno está aquí para interpretar lo que pasa. Pero lo que pasa ya nos sobrepasa.
Porque no sé qué más puede conmoverles más allá de lo que oyen y ven cada día
desde hace un año. De lo que padecen, directa o indirectamente. Sinceramente, no
sé qué decirles. Ni para confortarles ni para provocarles. Cada semana intento
colarme por los restos de serie de esta realidad infectada. Y pareciera que ya
nada nos sirve como consuelo. Ni tampoco como estímulo para la rebelión. Ustedes
son conscientes de lo que se avecina y se nos viene encima. Pese a que los
fariseos lo nieguen o lo encubran. Pese a que nuestra presidenta intente
blanquear esta pestilente realidad. Ustedes ya han oído de todo. Y saben de
sobra de qué va esto. Se traduce en dos cosas: el Estado social se va a la
mierda y el sistema democrático ya es sólo una ilusión del pasado. Ante ustedes,
el nuevo fascismo popular en estado puro. Esto se acaba. Lo saben todo. Y nada
queda ya por decir. O sí.
Solo si los responsables de esta descomunal carnicería social son nombrados,
evidenciados, denunciados, apuntados con el dedo, perseguidos, encarcelados,
nominados, separados de sus puestos, vilipendiados, acusados, denigrados y
puestos en evidencia; la gente, como usted y como yo volverá a tener confianza.
Solo si los responsables directos del cierre de Inasa, esa banda de traficantes
de fina dentellada a la yugular de los obreros y obreras de Irurtzun, son dados
a conocer. Con nombres y apellidos. Solo si los más directos responsables del
dispendio y la evasión encubierta de los mil millones biodegradables de la Caja
Cínica navarra, son señalados con el dedo, sus nombres y apellidos
hechos públicos y obligados a restituir, no solo el nombre de la entidad, sino
lo perdido en las alcantarillas privadas de algunos accionistas, solo si los
responsables del Plan del Carbón 2006-12, origen de las huelgas mineras
actuales, son relevados e instados a responder ante la justicia social, solo si
los responsables de Educación dimiten por su irresponsabilidad ante los cientos
de despidos en Navarra, solo si quienes han mantenido al juez Dívar, por pensar
y hacer lo que él ha hecho, porque ellos harían lo mismo, son nombrados y
acusados, solo si quienes han posibilitado la reforma laboral, la ley de
pensiones y la nueva ley de sanidad, que condena a miles de pensionistas a
mendigar para seguir vivos, son identificados y buscados como auténticos
terroristas sociales, solo si Rato, ese delincuente encumbrado por el FMI y toda
su banda blindada de legionarios de la avaricia, son condenados por lo que han
hecho: mentir, robar y traficar con el dinero
público; entonces, y solo entonces, usted creerá que su cólera, su indignación y
su rabia han servido para algo. Que lo denunciado tiene utilidad. Y solo
entonces a mí se me pasaría ese deseo demente que proclamara Cioran: "A veces
uno quisiera ser caníbal, no tanto por el placer de devorar a fulano o mengano,
como por el placer de vomitarlo".
Paco Roda, en Diario de Noticias
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