Aoiz no olvida, aún en tiempo de pandemia, a quienes murieron asesinados y a todas las personas represaliadas tras el golpe de 1936, y cada año el pueblo y los pueblos vecinos se unen en su recuerdo en un acto sencillo y cargado de emotividad, al pie del monolito en su Parque de la Memoria.
Este 2020 no podía ser menos. Con la misma emoción de siempre y las medidas exigidas por la crisis sanitaria de la covid-19, numeroso público se concentró el viernes en e lugar memorialista. La lluvia respetó el momento que aún guardaba olor a ceniza y humo del incendio acontecido el día anterior en el cercano valle de Lónguida. Con él comparten mugas y y recuerdos del pasado atroz al que dieron voz.
Porque el 18 de septiembre es una fecha señalada en rojo en su calendario, y este viernes hacía exactamente 84 años de aquel de 1936, en el que once agoizkos fueron asesinados por los fascistas en la Tejería de Monreal por sus ideas y la defensa de los valores republicanos. Los días siguientes, engrosarían esta lista dieciséis personas más, vecinas de la villa y del valle de Lónguida.
"Esta es una fecha que nunca debemos olvidar, nos juntamos aquí, en el Parque de la Memoria, para recordar a todas las víctimas de la Guerra Civil y de la cruel represión franquista. Este es el propósito de este sencillo pero emotivo acto, rendir tributo a la memoria de todos aquellos y aquellas que sufrieron represalias por la defensa de la legalidad republicana y de una sociedad más justa y democrática", expresaron en el acto en castellano y euskera el alcalde agoizko, Ángel Martín Unzué y el concejal de Cultura, Joseba Corera.
En su breve discurso no pasaron por alto la violencia extendida por la represión franquista en sus múltiples formas: mujeres represaliadas, maestros y maestras, bebés robados, cárceles, exilio, campos de concentración, expropiaciones, escarnio público... "Una interminable lista en la estrategia franquista", significaron, sufrida por vecinos y vecinas que a su vez completan el listado que supera las cuarenta víctimas.
Para que no se olviden sus nombres, sonaron completos en el lugar de la memoria con el fondo del txistu, y en el acto se extendió el abrazo de consuelo a sus familias que sufrieron la dura represión. "Debemos acabar con el olvido y el silencio impuestos en nombre de la transición. Debemos transformar los agujeros negros del olvido y la no-memoria propiciados por la dictadura, en Lugares de Memoria, como este donde nos encontramos, y como el que se inauguró en diciembre del pasado año en el Parque de la Tejería de Monreal", destacaron alcalde y edil.
Aoiz defendió y trabajó por sacar a la luz para dignificar el lugar donde fueron asesinados los suyos, y en este sentido agradecieron "el tesón de Josemi Gastón, director del Instituto Navarro de la Memoria, el esfuerzo incansable y la labor de la asociación Teileriako Ahaztuak". Reiteraron el apoyo a las familias víctimas de la represión, y el Ayuntamiento se puso a su disposición renovando su compromiso con la causa memorialista.
"Aoiz os tiende la mano. Y que no lo olvide nadie: tenemos el deber de recuperar la memoria de todas las víctimas de la represión franquista, porque su único delito fue reclamar justicia, y su única arma, la esperanza de que un mundo mejor era posible".
Aoiz, corazón y memoria, concentrado en un acto en el que se unieron canciones con la voz de Maite Lacabe y las notas de Leire Unzué. Aurresku de homenaje y flores frescas ante el monolito en su memoria.
Marian Zozaya, en Diario de Noticias
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