domingo, 5 de febrero de 2012

AINTZANE EZENARRO: "HACE FALTA UNA SEGUNDA TRANSICIÓN EN EUSKADI"

Si algo tiene claro Aintzane Ezenarro (Getaria, 1971) es que para llegar a una Euskadi en paz se necesitarán muchos años y algunos pasos esenciales a recorrer en cuanto a política penitenciaria y el reconocimiento de las víctimas. Asegura que la izquierda abertzale, representada por Batasuna, tiene que asumir no solo que ha habido víctimas de ETA sino también su propia responsabilidad en la existencia de esas víctimas. «Porque para construir un futuro tienen que reconocer que el sufrimiento no ha servido para nada», confiesa. Pacifista convencida, la portavoz de Aralar en el Parlamento Vasco está metida de lleno en la lucha por la recuperación de la memoria de todas las víctimas de la violencia, algo que es ahora su prioridad.
- Estos días se habla de consenso entre los partidos para gestionar el final de la violencia de ETA. ¿Qué puede aportar Aralar?
-Nosotros queríamos que en este nuevo tiempo político hubiera un diálogo entre partidos para ver cómo abordábamos esta situación después de la noticia histórica del cese definitivo de ETA. Ha sido la mejor noticia que hemos tenido desde la Transición y la que más va a modificar, a mejor, nuestra sociedad. Era lógico que el lehendakari abriera un debate para concocer las diferentes posiciones. Pero para mi perplejidad, porque no salgo de mi asombro, el lehendakari no ha hecho todavía nada. Tenemos un jefe de Gobierno que se ha convertido en un mero observador y esto denota el desapego que vive en relación a su cargo. No tenemos lehendakari.
- ¿Entonces el Gobierno de Patxi López está agotado?
- Yo digo que tenemos un lehendakari ausente.
- ¿Sería partidaria del adelanto de las elecciones?
- Si va a perdurar esta agonía, sí.
- ¿Qué deben hacer las instituciones vascas a partir de ahora?
- Empezar a trabajar desde ya en tres aspectos. Primero, en el de la política penitenciaria. Si tenemos que abordar una política que progresivamente posibilite la salida de los presos, deberá ir acompañada de un acuerdo en Euskal Herria. La segunda cuestión es el tema de las víctimas y su reconocimiento.
- Pero en este punto ya se está avanzando, ¿no?
- Es en el único que estamos avanzando y no gracias a Patxi López, sino al largo recorrido realizado desde 2007 en un consenso en el que vamos abordando el reconocimiento de todas las víctimas. Y la tercera cuestión sería la de la reconciliación. No hay que pensar que porque ETA desaparezca todo el clima que la persistencia de la violencia ha generado va a desaparecer sin más. Porque además de violencia hemos tenido actitudes antidemocráticas de falta de respeto y de rechazo. Y esto hay que afrontarlo desde las políticas públicas en colaboración con las instituciones locales. Pero esto tampoco se está abordando.
- ¿Y a qué se está esperando?
- No sé. Yo vengo del pacifismo y me parece algo tremendo que hayamos estado tanto tiempo esperando el final de ETA, y ahora que llega tengamos un lehendakari ausente. Desde Aralar decimos que estos aspectos se deben afrontar en relación a la pacificación, pero es que hay muchos más, como acuerdos básicos en la política que posibiliten una segunda Transición en Euskadi, no porque la violencia haya desaparecido, sino porque su persistencia ha evitado el debate político que tenemos pendiente en este país.
-¿Cómo se imagina la nueva Euskadi? ¿Cómo se llegará a vivir en paz?
- Es un proceso largo que necesitará unos años y muchos pasos a dar. Evindentemente, cuando hablamos del reconocimiento de las víctimas y del dolor causado hay una parte de la sociedad autodenominada MLNV que tiene un recorrido importante que hacer y que todavía no ha hecho, y que no ha concluido ni mucho menos en la declaración que hizo en Aiete en relación a las víctimas. La izquierda abertzale, representada por Batasuna, tiene que asumir no solo que ha habido víctimas, sino su propia responsablidad en la existencia de estas víctimas.
-¿Qué responsablidad le achaca?
- Su silencio. Hay que hacerse la pregunta de qué ha posibilitado que la violencia persista hasta 2012. Entre otras cosas, la ha facilitado que una parte significativa de esta sociedad la ha aplaudido o se ha callado ante la muerte de personas. Y no se pueden deshacer de esa responsabilidad con una declaración. Tienen que hacer un reconocimiento en primera persona. Deben reconocer además sus actitudes inadmisibles a nivel local con el que simplemente pensaba diferente: presiones de todo tipo, pintadas, agresiones verbales, negaciones de saludo, y esto lo hemos vivido todos. En Aralar hemos padecido estos ataques por decir diez años antes lo que ellos han acabado diciendo. Y hay que decirles: 'si quieres que nos miremos a los ojos y podamos construir futuro tienes que admitir que te has pasado'.
-¿Y cree que lo van a admitir?
- Han anunciado el camino. La actitud autocrítica hay que hacerla mirando a los ojos a quien has hecho ese daño. Una cosa es una crítica a nivel político y otra es hacer daño a las personas. Ir al daño personal ha sido una práctica estratégica por parte del MLNV. Y no se puede olvidar. Porque el olvido nunca construye futuro. Con la misma fuerza que digo esto, digo también que todas las violencias que ha habido en este país necesitan el mismo grado de reconocimiento y de autocrítica. La izquierda abertzale deberá reconocer su responsabilidad y que la violencia ha sido un error. En este sentido, tenemos un partido socialista que todavía no ha pedido perdón a las víctimas de los GAL. Todas las violencias son rechazables, pero cuando vienen del Estado, que es el que debe garantizar tus derechos fundamentales, es más criticable. Hay que reclarmar esto al Partido Socialista y al PP; los socialistas han entrado algo, pero el discurso del PP es inadmisible.
-Alguien que muere preparando un atentado, ¿es una víctima?
- No. Víctima es una persona que ha padecido una conculcación de derechos humanos, que es agredida. Y una persona que muere poniendo una bomba no es una víctima porque no ha sido agredida.
-Estos últimos meses no se le ha visto en la escena política diaria.
- Aralar decidió por mayoría presentarse a las elecciones del 20-N en coalición con otros partidos, entre ellos la izquierda abertzale. Yo no estuve de acuerdo pero asumí la decisión y quizá por eso he estado callada.
-Si la asamblea de Aralar decide volver a concurrir con la izquierda abertzale a las próximos elecciones, ¿cuál será su posición?
-La decisión de las pasadas elecciones fue táctica y no ha habido una decisión estratégica en Aralar. Debemos abordar un debate en profundidad sobre lo que quiere aportar el partido a la política vasca en el futuro. Aralar ha representado una izquierda abertzale nítidamente defensora de los derechos humanos, pragmática en el sentido de que ha participado en las instituciones y abierta al diálogo y al acuerdo entre diferentes sensibilidades. También hemos generado avances profundos e impulsado un cambio de mentalidad dentro del espacio de la izquierda abertzale. Representamos a sectores sociales diferentes. A partir de ahí si se puede o no colaborar... No descarto la posible colaboración pero manteniendo cada uno lo que representamos.
-¿Estaría en las listas de Aralar en el caso de coalición con Bildu?
- No voy a adelantar acontecimientos, pero aseguro que no voy a estar fuera del discurso de Aralar. Yo no voy a dar un giro si va en contra de mis principios.
- ¿Y como independiente en las listas del PNV?
- Es normal que en época de cambios se especule. Muchas de las suposiciones tienen como objetivo descalificarme porque no quieren entrar en el debate que yo planteo. Estoy en Aralar, soy su portavoz y defiendo lo que he defendido siempre. Y vivo este momento con mucha ilusión porque sin la violencia de ETA todo será mejor.
-¿Lideraría un grupo de escisión?
-No tenemos ninguna intención de ser una escisión de nada. Estoy aquí porque las bases me eligieron para ser portavoz y cumpliré mi compromiso con los que me han votado. Me debo a esas personas y al programa que en 2009 nos dio la representación que ahora tenemos. En cualquier caso, dentro de la política o desde otro ámbito seguiré luchando por la recuperación de la memoria de todas las víctimas.
- Es una de sus apuestas más fuertes y una de sus pasiones políticas.
-Sí es una apuesta que está costando mucho esfuerzo. Planteé este tema sola en el Parlamento y cuando votamos el portavoz de UPyD dijo 'señora Ezenarro ha convencido a toda la Cámara menos a mí'. Las víctimas se merecen el reconocimiento y la convivencia requiere que todos los sufrimientos sean reconocidos. Éste es un trabajo muy importante, creo que lo mejor de esta legistatura.
- ¿Qué pasos se están dando en la creación del Centro de la Memoria en Euskadi?
- La Ley de Reconocimiento y Protección de las Víctimas nos dice a los vascos que debemos hacer aquí un centro que es solo de unas víctimas. Y por responsabilidad digo que eso no puede ser. Una de las cosas que hemos aprendido en Chile y Argentina es que las instituciones que trabajan en la Memoria no tienen apellidos. La memoria es abierta y en construcción, y vinculada a los derecho humanos. Queremos recoger todas las violencias políticas y mirar a otros países que van por delante.
El Diario Vasco

No hay comentarios: