miércoles, 27 de octubre de 2010

OBLIGAN A UNA EMPRESA DE PERALTA A MITIGAR SUS EMISIONES A LA ATMÓSFERA

La empresa peraltesa Alfalfas Osés se verá obligada a realizar varias modificaciones en su planta para minimizar sus emisiones de partículas a la atmósfera. Tras la denuncia realizada por una vecina, el departamento de Medio Ambiente ha abierto un expediente sancionador a la empresa de Peralta, que deberá ajustar sus emisiones por debajo de los límites establecidos por la normativa. Alfalfas Osés, instalada en Peralta hace más de 60 años, se dedica a la fabricación de alfalfa deshidratada. Su dueño, José María Osés, explicaba ayer que su actividad "no es contaminante ni mucho menos" y que se realizarán las adecuaciones exigidas por el expediente a partir de la próxima semana, tras la campaña de trabajo.

La Policía Foral remitió en los meses de agosto y septiembre varias denuncias de una vecina de Peralta por la existencia de emisiones de partículas sólidas procedentes de las instalaciones de la empresa. Como consecuencia de las denuncias, el 6 de septiembre se realizó una inspección en la empresa por un técnico del Servicio de Calidad Ambiental, que constató un "incumplimiento de los valores límite de emisión de partículas sólidas en los dos focos principales de emisión a la atmósfera de la instalación". Según recoge el informe, "se trata de un incumplimiento sistemático, lo que denota la insuficiencia de las medidas correctoras existentes". Asimismo, recoge que "la empresa fue sancionada en 2009 y 2008 por no realizar las mediciones preceptivas de las emisiones".

Las emisiones que se denuncian corresponden a partículas sólidas de alfalfa que no son tóxicas pero que sí pueden afectar negativamente a la salud y al aparato respiratorio. Por esta razón, cuando se tuvo conocimiento de las denuncias y de los incumplimientos legales de la normativa de emisiones a la atmósfera se comunicó el caso al Instituto de Salud Pública, para que valorara la posible existencia en Peralta de un número anormalmente elevado de casos de afecciones respiratorias. Por parte del Servicio de Calidad Ambiental se trasladó el expediente a la Secretaría General Técnica, solicitando la incoación de un expediente sancionador a la empresa.

De acuerdo a lo establecido en la Ley Foral 4/2005, se notificó la situación al Ayuntamiento de Peralta, por ser el órgano competente, en primera instancia. El Ayuntamiento contestó por escrito manifestando su voluntad de iniciar expediente sancionador. La sanción económica asciende a 600 euros. El alcalde de Peralta, Juan Jesús Basarte, entendía que esta empresa puede ser "ocasionalmente molesta" para los vecinos, si bien indicaba que desde el Consistorio no se pueden tomar más medidas "ya que la empresa cumple los parámetros".

La vecina denunciante, Angelines Navarro, explicaba que el problema de emisiones se remontaba a la colocación de una deshidratadora en Alfalfas Osés hace dos décadas: "Entonces hubo una manifestación popular que incluso provocó la dimisión del alcalde. Se tomaron medidas, pero no se llegó a solucionar el problema". "Con los cambios de aire, Peralta queda sumida en una nube que llega hasta el Eroski. Caen partículas que podemos ver, pero hay otras que no se ven y que pasan a los pulmones. Los trabajadores del polígono Gargantúa las tragan a todas horas", decía Navarro, que ha recurrido a varias instituciones.

Entre otros, ha solicitado al Defensor del Pueblo que pida un estudio sobre el aumento de alergias en Peralta en los últimos veinte años: "Nadie es alérgico a la alfalfa, pero los alveolos de la gente están ya cargados y más débiles ante otros agentes. En verano es imposible dormir con la ventana abierta porque te levantas con la garganta seca y dolorida". "Muchos peralteses se sienten impotentes por esta nube pero no se atreven a dar la cara porque hay familias que viven de la alfalfa y no quieren tener enfrentamientos en el pueblo", añadía la peraltesa.

Por su parte, José María Osés se ha ofrecido a que las personas que se sientan afectadas se hagan pruebas de alergia, y que la empresa pagará los gastos. "No podemos curar a las personas con alergias en Peralta, pero es que además estas enfermedades no están relacionadas con Alfalfas Osés. Si hiciésemos daño a la salud de las personas con nuestra actividad, cerraría la fábrica", decía el empresario. Osés añadía que las adecuaciones que se deben realizar en la planta son "asuntos poco relevantes". "Las emisiones superan los límites en escasas milésimas por metro cúbico. Estamos dentro de la normativa, y eso que es una de las más restrictivas de la comunidad", explicaba.

Araceli Remírez, en Diario de Noticias

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