jueves, 28 de octubre de 2010

EL FISCAL CONSIDERA PROBADO QUE PORTU Y SARASOLA FUERON TORTURADOS

El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, Jaime Goyena, considera probado que Igor Portu y Mattin Sarasola sufrieron "torturas graves" por parte de los guardias civiles que los detuvieron y "custodiaron". Entiende que su versión no tiene ninguna credibilidad.

En su informe de conclusiones, Goyena ha destacado que las lesiones más graves se las produjeron los miembros de los GAR cuando fueron arrestados, mientras que en los traslados participaron otros agentes que también les causaron heridas, pero no tan graves. El fiscal ha criticado que los guardias que no participaron en los malos tratos deberían haber evitado que sus compañeros lo hicieran. Ha remarcado que las lesiones fueron producidas a propósito y que la violencia "tuvo carácter unilateral".

El representante del Ministerio Público ha dicho que los acusados han mentido durante el juicio, ha criticado que la Audiencia Nacional española no investigó las denuncias de torturas y ha censurado también la "parcialidad" de los peritos de la defensa. También ha expuesto las "dificultades jurídicas" que existen para juzgar los casos de torturas.

Ha dado por válida la versión del testigo que presenció los arrestos y ha mostrado dudas sobre el supuesto manual de ETA para denunciar torturas. El fiscal no cree que Portu y Sarasola siguieran ese supuesto manual, ya que considera probado que ambos fueron introducidos en distintos vehículos y no en uno, donde habrían preparado la "cantada", como sostiene la Guardia Civil.

Por todo ello, el fiscal mantiene la solicitud de entre dos y tres años de prisión para cuatro guardias civiles, por delito de torturas, mientras que a otros seis les acusa de un delito de lesiones y pide que estén localizables durante diez días.

Acusación particular

Por su parte, Amaia Izko, abogada de la acusación particular, también ha considerado probado que los dos jóvenes de Lesaka fueron torturados por la Guardia Civil. Ha destacado los informes forenses, que estiman compatible el relato de Portu y Sarasola con las lesiones que presentaban, no así el de los agentes.

En línea con lo expuesto por el fiscal, ha argumentado que sería ilógico que introdujeran a ambos en un mismo vehículo, si, como dicen los guardias, momentos antes habían ejercido una "violencia desmesurada" durante el arresto.

Ha destacado, asimismo, las contradicciones en el testimonio de uno de los militares y los errores de traducción existentes en los documentos policiales.

Tanto Izko como el fiscal han demostrado que el testimonio de los guardias civiles es falso, ya que los tickets de la autopista que registraron el paso de los vehículos Patrol el día de la detención (6 de enero de 2008) no coinciden en las horas con los horarios aportados por la Guardia Civil.

Médicos y forenses ratifican la gravedad de las heridas de Portu

El juicio se ha reanudado hoy con la declaración del director del Hospital Donostia, quien ha señalado que cuando llegó al hospital el estado de Igor Portu hacía necesario su ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Fue él mismo quien avisó al juzgado de Guardia que Portu se encontraba allí, y también habló con el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno.

Por su parte, el médico que ordenó el ingreso de Portu en la UCI ha confirmado que su estado era muy grave, que su vida peligraba y que el lesakarra le contó que había sufrido malos tratos.

Ha explicado que las heridas se encontraban "vírgenes de tratamiento" y que, de no recibir tratamiento médico, implicarían un "riesgo vital".

Ha recordado asimismo que Portu le refirió que estaba detenido y que las lesiones eran consecuencia de las patadas y puñetazos que había recibido.

El facultativo que atendió a Portu cuando llegó al hospital ha ratificado la gravedad de su estado –de extrema gravedad, ha dicho–, y ha dicho que cuando ingresó se le veía cansado y mantenía una postura forzada, y que el joven le refirió haber sido golpeado.

La forense que elaboró el primer informe sobre Igor Portu también constató la gravedad de las heridas que padecía, que eran de riesgo vital, según ha señalado. Ha relatado que fue trasladado sin camiseta, y que su ropa y botas tenían polvo y barro. Portu le contó que había sido torturado y que le habían quitado la camiseta porque estaba mojada. En vista del estado que presentaba, decidió su trasladado al hospital, a lo que los guardias le respondieron si tenía que ser en ese momento.

En su opinión, las lesiones fueron producto de un "agente externo".

Sobre Mattin Sarasola ha recordado que cuando le examinó sufría una gran ansiedad y no contaba nada, ya que en su estado no podía. Además, ha afirmado que las heridas que tenía no eran fruto de una autolesión.

Tensión a la entrada

Como ha sucedido desde que comenzó la vista oral, hoy también se han vivido momentos de tensión a la hora de acceder a la sala, ya que guardias civiles de paisano se han apostado de nuevo ante la puerta para impedir que entraran los familiares y allegados de Portu y Sarasola. Éstos se han quejado al secretario judicial y, finalmente, han podido entrar los primeros.

Los forenses desmontan la versión oficial

La jornada de ayer fue determinante en el juicio contra los 15 agentes de la Guardia Civil. Los forenses del Juzgado de Guardia de Donostia explicaron su informe, que descarta que las lesiones de Igor Portu y Mattin Sarasola se produjeran del modo y manera que relatan los acusados. Por contra, los peritos de la defensa, Carlos Resines y Enrique Villanueva, defendieron lo contrario, perdiendo los papeles en reiteradas ocasiones. El juez se mostró severo. La vista podría terminar mañana.

GARA

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