domingo, 22 de marzo de 2009

LAS OFERTAS DE EMPLEO POR INTERNET

Entre los grandes progresos que la tecnología y la modernidad han puesto al alcance de los millones de trabajadores que, como yo, estamos desempleados, me parece justo destacar, además de esos trenes de alta velocidad capaces de depositarnos diez minutos antes en las colas de las oficinas de empleo, el inestimable servicio que ofrecen compañías como Infoempleo.com, empresa dedicada a ofrecer trabajo a través de Internet, a quienes hemos depositado nuestros datos, habilidades profesionales y esperanzas en sus gestiones.

Todos los días recibo en mi correo electrónico varias ofertas de empleo “que se ajustan a mi perfil” con lo que queda demostrado que si la cifra de parados en el estado español ronda ya los cuatro millones, no debe cargarse tan sangrante realidad en el debe de cualquier gobierno o en la mentada crisis, sino en esa tradicional haraganería que nos asiste a los parados, siempre inconformes con las posibilidades que se nos ofrecen y renuentes a aprovechar las oportunidades puestas en nuestras manos.

Yo mismo reconozco ser un lamentable ejemplo de lo expuesto porque, la verdad es que, todavía, sigo sin empleo. Lo que sí he conseguido es que mi estima ande ya por los suelos al tener que constatar diariamente que, no obstante la constancia de esa empresa de servicios y sus “ajustadas ofertas a mi perfil” laboral, no he sido capaz de aprovechar hasta el momento ninguna de las oportunidades ofrecidas.

Declaré en mi inventario de datos, vivir en Gipuzkoa, disponer del título de magisterio, haber trabajado como corrector de estilo en un periódico, ser escritor en esta lengua, única que conozco y practico mientras me esfuerzo en aprender euskera, así como ciertas veleidades publicitarias y hasta algún que otro devaneo con las tablas del teatro y del cine pero, insisto, tres años después, sigo sin haber sacado partido a los esfuerzos de Infoempleo.com por colocarme.

Para no cansarles, sólo en esta última semana, he recibido alrededor de una docena de ofertas de trabajo “ajustadas a mi perfil”. Desde empleo como “assistant project manager en Barcelona”, hasta “documentalista jurídico en Madrid”, pasando por “oficial de repografía del departamento de planos de Madrid”, y acabando por la oferta de “intérprete de escandinavo en Lanzarote”, reconozco, a mi pesar, no haber sabido aprovechar tan espléndidas ofertas laborales.

Y temo que tampoco pueda aprovechar la última oferta recibida: “Educadora infantil de La Casita de la Abuela en Madrid” dadas mis dificultades para cambiar de sexo en tan poco tiempo.

Ni siquiera he podido servirme de las ofertas de cursos que ofrece Infoempleo, como “Actualización y perfeccionamiento de las destrezas orales (speaking & listening) en inglés mediante la utilización de recursos disponibles en Internet” a efectuar en Córdoba, entre otras razones por carecer de coche, de recursos para trasladarme y, sobre todo, por no saber inglés.

Suerte que, de vez en cuando, gracias a Infoempleo.com, te llegan avisos como el que hoy han depositado en mi correo, dándome la enhorabuena por haber sido elegido para llevarme “gratis 250 tarjetas de visita más un tarjetero de regalo”, que como bien dice la nota son “imprescindibles en todas mis reuniones, comidas de negocio y presentaciones”, y que, además, es “una oferta exclusiva” para mi, detalle que agradezco encarecidamente, oferta que una línea más abajo también se amplia a todos los exclusivos usuarios de Infoempleo y que, agrega finalmente el aviso, ya ha dejado a “más de 17 millones de clientes satisfechos”.

Sólo estoy a la espera de que me surja una comida de negocios, al margen de las que frecuento con mi esposa e hijas, para hacerme con esas 250 imprescindibles tarjetas de visita más el tarjetero de regalo.

Koldo Campos Sagaseta (en La Haine)

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