Cuando me preguntan que es para mí la enfermería siempre se me ha llenado la boca al pronunciar la palabra vocación, siempre he sentido orgullo de no solo ser profesional de la enfermería sino de sentirme enfermera, de sentir la enfermería integrada en mi vida formando parte de mi filosofía. La posibilidad de poder cuidar, de aliviar, de acompañar a mis pacientes es una de las cosas más maravillosas que me otorga día a día mi profesión, pero no solo a la hora de ejercerla sino a la hora de educar a mis hijos, a la hora de disfrutar de mis amigos o de mi familia.
Después de año y medio de pandemia no puedo decir que haya sentido flaqueza a la hora de ir a trabajar ,siempre me he sentido, en este periodo, como alguien privilegiado al que se le otorga el poder de devolverle a mi sociedad todo lo que ésta me ha dado a lo largo de mi vida, pero aunque siempre he sido optimista hoy en día siento rabia por la poca empatía que percibo entre diversos componentes de nuestro sector y sobretodo la situación tan inoportuna que ha generado para todos los profesionales de enfermería las actuales oposiciones convocadas por salud. Durante estos meses de pandemia la mayoría de los profesionales nos hemos dejado la piel para sacar el trabajo adelante, hemos renunciado a nuestras familias siempre que se nos lo han pedido y creo que esta convocatoria no es oportuna.
En estos momentos inmersos en la sexta ola cientos de profesionales de enfermería se han borrado de las listas de contratación, porque su prioridad es este examen que la administración ha decidido incluir en su objetivo primordial, antes de valorar las prioridades sanitarias, estos días las jefaturas deben pedir favores para poder cubrir turnos, se solicita que personas con jornadas reducidas por necesidades demostradas renuncien hasta el 31 de enero porque la sociedad los necesita, se piden voluntarias para vacunar. Y todo ¿por qué?
No suelo ser mal pensada pero últimamente todos los movimientos administrativos han jugado en nuestra contra, yo como muchas compañeras de mi generación hemos ocupado durante varios años vacantes o puestos no creados de los que nuestra administración se dio prisa en echarnos el pasado 30 de abril, sin previo aviso y en medio de una pandemia nuestros puestos fueron cambiados, en tres días y sin un día de descanso fuimos reubicados en otros puestos de trabajo. No es necesario decir lo inoportuno que supuso para las plantas y servicios esta reubicación todo el mundo nuevo en puestos que las personas salientes desempeñaban con total eficacia.
No debemos obviar que para esa fecha la administración ya conocía los movimientos pertinentes hechos por el gobierno para luchar contra la ley de fijeza que intentaban negociar con los demás partidos. Nos colaron un gol pero nosotros estábamos bastante centrados en no perder el trabajo y pocos sabíamos de esta treta tan bien orquestada. En mi caso como en el de muchas personas más nos cambiaron de número de plaza cuando había trascurrido 4 años 10 meses y 23 días de la firma de mi actual contrato. Al día siguiente seguía siendo enfermera del HUN pero como a la mayoría de mis compañeros ya no haríamos los 5 años de su pacto aunque yo lleve 20 años trabajando para el mismo empleador los últimos 9 sin un día de desempleada.
Ahora han sacado una convocatoria, con 406 plazas de las cuales muchas de ellas son de estabilización, son plazas que deberíamos de ocupar personas que las hemos estado desempeñando durante muchos años bajo fraude de ley, de las cuales la administración nos ha despedido sin recibir ninguna indemnización, y nosotros no hemos podido opositar a esas plazas simplemente porque era más barato que la ocuparan eventuales a fijos. Y entonces no se sacaban.
Ahora vuelven a colarnos otro gol, en plena pandemia y con las fuerzas mermadas, frustrados, pero una gran mayoría demostrando que nosotros si tenemos sentido de la responsabilidad, y dándolo todo por nuestros pacientes y por nuestra sanidad.
Muchos diréis que cada persona es libre de priorizar si trabaja o estudia, si hace las dos cosas, si prioriza su familia o su obligación , pero cuando te das cuenta que tu condición de enfermera no te permite dejar a tus pacientes de lado, cuando tu no renuncias a trabajar por estudiar , cuando ves que muchas de tus compañeras también hacen lo mismo que tú ,te sientes respaldada, pero a la vez te sientes defraudada, cuando ves que la mayoría de las enfermeras que forman tu equipo de trabajo pertenecen a tu misma generación, esas enfermeras a las que se les ha privado de sus derechos, esas enfermeras que siguen día a día cuidando a sus pacientes y estudiando a ratos después de cuidar a sus familias, a sus padres mayores etc. te das cuenta que estas oposiciones son las de la no igualdad de condiciones, las de la desigualdad generacional, las oposición que no valorará la lealtad a una forma de trabajo, sino que valorará los puntos comprados con máster supe originales y súper caros que no te enseñan a ejercer tu profesión , que no te muestran la esencia de nuestra profesión , aunque si te dan esos puntos extras que harán de ti un funcionario fijo.
Otros llegaran a febrero, posible fecha del examen, descansados, frescos con todo el temario estudiado y cómo no, dirán que están en igualdad de condiciones, pero no señores yo creo que no, estas oposiciones pasarán a la historia por ser las oposiciones de la no igualdad de condiciones, de las tretas políticas por no reconocer sus errores y las oposiciones del no reconocimiento a unos profesionales que han sabido estar a la altura de las circunstancias. Sólo una entidad tendrá la culpa, y es la administración.
Estas oposiciones será la convocatoria colocada con pinzas para evitar que cientos de profesionales que tenían por derecho optar a su fijeza por trabajar durante años en fraude de ley no puedan reclamarla, personas a las que la administración vuelve a defraudar, pero no nos olvidemos que quizás nunca consigamos ser fijas pero si enfermeras.
Quizás la administración debiera replantearse su forma de evaluar y el momento.
Reyes Barrero Herrero (Carcastillo)
1 comentario:
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, mi nombre es Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron enfermedades de herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro, todavía buscaba un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. Al principio no podía creerlo, pero también me sorprendió después de administrarle algunos de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy muy feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un medio ambiente mejor, comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2349123794867
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