Las labores de búsqueda de las diez uncastilleras asesinadas durante la guerra civil en el cementerio de Farasdués (Exeya) iniciadas el pasado 16 de noviembre han culminado con éxito. Tras duras semanas de trabajo, la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica y el Colectivo de Historia y Arqueología Memorialista Aragonesa (CHAMA) han comunicado la localización de la fosa común que alberga los cuerpos de las diez mujeres vecinas de Uncastillo. Además, como ya avanzó AraInfo, han encontrado una segunda fosa los restos de un grupo de presos provenientes de la cárcel de Exeya.
Los nombres de las diez uncastilleras no se perderán en el olvido: Lorenza Arilla Pueyo, Narcisa Pilar Aznárez Lizalde, Inocencia Aznárez Tirapo, Josefa Casalé Suñén, Julia Claveras Martínez, Isidora Gracia Arregui, Melania Lasilla Pueyo, Felisa Palacios Burguete, Andresa Viartola García y Leonor Villa Guinda. Las diez fueron asesinadas en agosto de 1936 y sus cuerpos arrojados a una fosa común en el cementerio de Farasdués (Exeya).
Tenían entre 61 y 34 años, casadas y con hijos. Los golpistas acabaron con sus vidas por su destacado papel social y político durante la II República o como víctimas sustitutas de sus parientes varones, destacados militantes de izquierdas (Juventudes Socialistas, CNT o UGT), huidos a zona republicana. Antes de ser asesinadas, tuvieron que asistir a la persecución y asesinato de sus vecinos, compañeros y familiares.
Como recuerdan desde Charata y CHAMA, entre el 25 de agosto y el 23 de septiembre de 1936 se produjeron al menos cuatro grandes sacas desde la prisión de Exeya. Además de las diez mujeres, otra treintena de cincovilleses vecinos de Asín, Erla, Exeya, Biota, Castiliscar, Luna, Sádaba y el propio Farasdués, además de tres pastores navarros, acabaron sus días bajo las balas de los pelotones de ejecución en Farasdués, siendo enterrados en fosas clandestinas en el cementerio de la localidad.
La segunda fosa localizada correspondería a un grupo de hombres asesinados el 8 de septiembre de 1936. De Erla eran naturales los hermanos Amadeo y Nemesio Alastuey Millás, Eladio Cortés Liso, Gabriel Gállego Aznárez, Santos Gayarre Landa, Santiago Pascualena Sanced y Antonio Sevilla Pérez. De Sádaba era Raimundo Aznárez Sánchez; de Luna, Eulogio Duarte Monguilod; de Exeya, Prudencio Gimeno Petroch; y de Farasdués, Cesáreo Jiménez Soteras. El maestro de Uncastillo, Eugenio Jodra Ruiz, cerraría el listado de esta saca.
Charata y CHAMA están trabajando ahora en la localización de familiares de todos ellos. Por eso, piden que si alguien tiene datos que aportar o es su familiar, se ponga en contacto con las personas integrantes del equipo de exhumación o de las asociaciones promotoras: la historiadora Cristina Sánchez (630 57 67 26) o el arqueólogo Javier Ruiz (jrrcadix@hotmail.com).
Los trabajos de exhumación, que todavía se alargarán unos días más, han sido promovidos por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo y por el Colectivo de Historia y Arqueología Memorialista Aragonesa (CHAMA). Han contado con la colaboración de integrantes de otras asociaciones memorialistas como la ARMH Batallón Cinco Villas y la ARMH Simién de Luesia y otras personas voluntarias. Actualmente, son financiados por la Comarca de las Cinco Villas y apoyados por los Ayuntamientos de Uncastillo y Exeya.
ARAINFO, diario libre de Aragón
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