CARCASTILLO: UN COHETE SOCIAL Y SOLIDARIO.
Vamos a arrancar las Fiestas Patronales de este año 2015 y, como tiene que ser, los haremos tras el disparo del tradicional chupinazo el próximo sábado 1 de agosto.
Como para todo, serán distintas las opiniones (y los gustos) sobre quien debiera ser el responsable de encender esa primera mecha. Entre ellos están quienes consideran que, en las Fiestas donde arranca cada nueva legislatura, debiera ser el alcalde quien asuma tan comprometido honor. En todo caso, lo cierto es que lo que corresponde al primer edil es la designación de quien ha de hacerlo.
Y en el ejercicio de esa facultad, habiéndolo transmitido a mi grupo y al resto de la corporación municipal, he decidido delegar el disparo del cohete que inicia nuestra fiesta en la Fundación Traperos de Emaús.
Son dos los argumentos que me han llevado a tomar tal decisión. El primero es muy simple: ya hace unos cuantos años tuve la suerte de lanzarlo, de sentir la emoción que ello supone, por lo que hay que posibilitar la oportunidad de que otros lo hagan. El segundo, de mayor calado: estos tiempos tan complicados que nos están tocando vivir está posibilitando un rebrote de la conciencia social y, más allá de la estética, de esa necesidad de contribuir a la superación de situaciones personales muy críticas. Son muchas las personas y colectivos que trabajan solidariamente en este terreno, y por tanto igualmente merecedores de este reconocimiento, por lo que en representación de todos ellos la designación es para los “traperos”.
He tenido la fortuna de conocer su trabajo desde dentro, de cerca. Los Traperos de Emaús son algo más que un camión que viene a recoger los voluminosos (sofás, teles, neveras viejas…) con cuyo reciclaje y recuperación posibilitan empleo. Traperos es una fundación alejada del paternalismo y de la beneficiencia clásica, donde excluídos, marginados, inempleables, personas con distinta problemática social tienen la oportunidad de vivir en comunidad, siendo agentes activos de un cambio necesario.
En síntesis, este movimiento social es el ejemplo de que desde el respeto y con libertad, de acción y de palabra, en un ejercicio de solidaridad interpersonal, otras formas de convivencia son posibles. “Emaús es un pueblo de Palestina donde unos desesperados volvieron a encontrar la esperanza”
Así pues, no me queda sino reiterar el reconocimiento a toda iniciativa y movimiento cuyo eje de acción es la promoción de la persona, de su entorno, de su condición, de su dignidad.
Javier Igal Iguaz, Alcalde de Carcastillo
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