miércoles, 18 de marzo de 2015

UPN, ¿GARANTÍA DE GESTIÓN?

En Geroa Bai somos de los que sostienen que la reputación de UPN como gestor está hoy muy deteriorada. No hay más que ver el indiscutible impacto negativo de varias decisiones importantes adoptadas por este y anteriores gobiernos.

Evidentemente, cuando alguien gobierna tiene que tomar muchas decisiones y es imposible acertar siempre. Nadie puede exigir cero errores, ya que nadie puede garantizarlo.

Lo que sí se puede exigir es que los errores no sean excesivos, ni en número, ni en lo que se refiere a la gravedad de sus efectos y, sobre todo, lo que no puede ser es que las decisiones erróneas lo sean porque transgredan principios básicos de buen gobierno o de defensa del interés general de la sociedad representada. En esto, UPN, por mucho que intente trasladar otra cosa, no ha estado nada fino. Y lo sabe. Me explicaré con varios ejemplos paradigmáticos.

Empecemos con Caja Navarra. El 26 de febrero de 2015 nos enviaba la presidenta Barcina a los miembros de la Comisión de Investigación CAN el informe de Enrique Goñi sobre su gestión en Caja Navarra que ya recibimos hace tres años del propio Goñi. En la página 58, refiriéndose a finales de 2009, señala que “Caja Navarra, dentro de lo difícil de la situación para todo el mundo, se encuentra en una buena posición que podía haber invitado a esperar y ver”. “En la pág. 59, indica que “puesto que se percibía el movimiento -se refiere aquí a la reordenación del sector- como inminente, se pensó que era mejor tomar la iniciativa y elegir los socios, antes que esperar a tener que aceptar algún socio al que no se le viera atractivo”. Es decir, en lugar de centrarse en los intereses estratégicos de Navarra (mantenimiento institución financiera propia, centro de decisión aquí, puestos de trabajo cualificados aquí, red de proveedores de valor añadido aquí, acompañamiento cercano y dinámico a pymes navarras, capacidad de compromiso a largo plazo en proyectos estratégicos para Navarra), lo que prima es ser capaz de liderar una entidad que aspire a posicionarse entre las primeras del Estado, poniendo en riesgo -y al final echando por la borda- los intereses estratégicos propios citados.

Sigamos con Osasuna. Parece irrefutable que el Club sólo ha podido acumular una deuda con Hacienda de más de 53 millones de euros, equivalente a los impuestos de muchos años, porque los distintos Gobiernos de UPN, en mayor o menor medida, lo han consentido. Hemos escuchado voces de UPN señalar que era la manera para evitar que Osasuna se fuera a Segunda. ¿Puede realmente alguien pretender que el que Osasuna no haya bajado a Segunda durante estos últimos años hasta 2014 se debe única y exclusivamente a que UPN tomó la decisión de permitirle a Osasuna no pagar sus impuestos? Y sobre todo, ¿hay mayor interés general de Navarra que el de trasladar que los contribuyentes son todos iguales ante la ley y que una de sus primeras y principales obligaciones es cumplir con sus obligaciones fiscales? ¿Hay mayor interés general que el de luchar denodadamente contra el incumplimiento de las obligaciones tributarias? ¿Qué mensaje ha trasladado UPN a la ciudadanía con su actuación?

Parémonos un momento en el Circuito de Los Arcos. Se diseñó como una inversión mucho más pequeña -6 millones de euros- en la que el Gobierno participaba en un 45%. Construcciones Samaniego tenía el 55% restante. Al final, la inversión real asciende a 60 millones, el Gobierno se queda solo, asume toda la inversión y para colmo, la obra la hace -adjudicación directa- y la cobra Samaniego. ¿Cómo llega el Gobierno de UPN en su momento a la conclusión de que sigue siendo de interés general invertir en lugar de 2,7 millones (45% de 6), 60 millones de euros en un circuito? Y sobre todo, ¿cómo acepta UPN que el socio que abandona el proyecto haga una obra tan grande por un método tan feo? Un Gobierno, como la mujer del César, además de ser honrado, tiene que parecerlo. Ahí, desde luego, no lo pareció.

Algo parecido sucedió con la decisión de comprar el 1% de Iberdrola. Se toma la decisión en un pispás. No se evidencia el interés general por ningún lado. La Cámara de Comptos es contundente incidiendo en esa misma idea. Igual que con el Circuito, no sabemos si lo fue, pero no lo pareció. Y para colmo, más de 250 millones invertidos con una rentabilidad casi nula cuando el dinero nos cuesta el 4%.

Analicemos los peajes en la sombra. Autovía del Camino. En aquel momento no había ley de estabilidad presupuestaria que limitara las opciones. Incluso si diéramos por buena la prisa del Gobierno por tenerla finalizada cuanto antes, UPN hubiera podido buscar fórmulas mucho menos costosas. ¿Hubo algún informe que recogiera las distintas alternativas y justificara la elección del peaje en la sombra sobre la base del interés general? No lo creo.

Si miramos a la Autovía del Pirineo, la situación resulta sonrojante. El Estado licita el tramo aragonés poco a poco, por el método tradicional, según puede, y nosotros sin embargo, más chulos que nadie, lo hacemos todo de golpe -más de 200 millones de inversión- a través de un peaje en la sombra en lugar de usar la misma fórmula que el Estado, atendiendo adecuadamente a nuestros ciudadanos de Sangüesa y la Montaña. ¿Cómo se puede explicar esa decisión desde nuestro interés general?

En cuanto a la ampliación de la zona regable del Canal, el último peaje en la sombra adjudicado recientemente, el propio candidato Esparza reconocía en Comisión que el coste financiero anual de esta fórmula superaba el 9%, pero que era la única manera de hacer el proyecto ahora. Es verdad que ahora sí hay exigencias de estabilidad presupuestaria que condicionan, pero, en mi opinión, la pregunta es: sin entrar en el debate sobre el fondo del proyecto, ¿no hubiera sido mejor desde la perspectiva del interés general esperar un poco hasta encontrar una fórmula financiera con un coste en torno al 4% anual y haber ahorrado una auténtica millonada a nuestra Comunidad?

Termino ya con una cuestión importante. En esta legislatura, el Gobierno de UPN ha tomado la decisión de cerrar varias líneas de apoyo para las empresas, en concreto, de apoyo a la inversión o de fomento a la I+D+i en lugar de asegurar al menos la misma dotación del ejercicio anterior. En lugar de actuar ofreciendo un estímulo en los peores años de la crisis, el Gobierno ha priorizado intereses presupuestarios. Una opción posible, pero no la que pone la creación y la consolidación de empleo en primer lugar.

Así las cosas, es fácil comprender por qué desde Geroa Bai sostenemos que la reputación de UPN como gestor esta tocada y hundida. La lastima es que con ellos a una están hundiendo a esta Comunidad. Es el momento de darle la vuelta. Es responsabilidad de todos los navarros y navarras hacerlo.

Manu Ayerdi, parlamentario foral de Geroa Bai (en Diario de Noticias)

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