miércoles, 14 de agosto de 2013

LOS ATAQUES A MÉDICOS SIN FRONTERAS LA OBLIGAN A DEJAR SOMALIA

"El abuso y la manipulación de la acción humanitaria ponen fin a 22 años de asistencia médica en Somalia; la tolerancia y el apoyo otorgados por grupos armados y líderes civiles ante los ataques contra los equipos de MSF quebrantan las garantías mínimas de seguridad necesarias para mantener los programas de ayuda" explica en un comunicado que acaba de difundir la organización humanitaria.
La decisión, que ha generado un profundo debate en el seno de esta organización humanitaria internacional, es el resultado de los múltiples ataques que el personal de Médicos Sin Fronteras ha sufrido en el contexto de un país sumido en la violencia de los grupos armados cada vez más tolerada incluso por líderes civiles con los que trabajaba la ONG. De hecho algunos de esos mismos líderes con los que MSF negociaba las mínimas garantías de respecto a su misión médica han acabado teniendo una implicación directa en los abusos contra algunos equipos de la ONG, como explican en la organización: "En algunos casos —en particular en el centro y sur de Somalia, aunque no exclusivamente—, los mismos actores con quienes MSF ha negociado las garantías mínimas de respeto a su misión médica humanitaria han tenido una implicación directa en los abusos contra los equipos de MSF, o han dado su aprobación tácita a los mismos. Dichas acciones, y la tolerancia con la que son asumidas en este contexto,impiden que cientos de miles de somalíes reciban y tengan acceso a la ayuda humanitaria" .
Desde 1991 la organización médico-humanitaria era parte fundamental para la asistencia sanitaria de la castigada población somalí que padece a diario las consecuencias de la división sectaria del país, con multitud de grupos armados, entre ellos franquicias de Al Qaeda como es el caso de Al Shabab el grupo sectario más sangriento que sigue protagonizando ataques y atentados continuos en la capital del país, Mogadiscio. Pero también en este tiempo, estos 22 años de trabajo continuado en aquel país, la ONG sufrió el asesinato de 15 de sus trabajadores, decenas de ataques y secuestros, el último el de las dos cooperantes españolas, Blanca Thibaut y Monserrat Serra, que tras 21 meses de cautiverio en durísimas condiciones, fueron liberadas el pasado 18 de julio. El presidente de Médicos Sin Fronteras España José Antonio Bastos advertía entonces de que estaban replanteándose la misión en Somalia.
La ONG detalla que "los incidentes más recientes incluyen el brutal asesinato de dos trabajadores de MSF en Mogadiscio en diciembre de 2011, y la rápida liberación del asesino convicto; y el secuestro violento de otros dos miembrosdel personal (las dos cooperantes españolas) en los campos de refugiados de Dadaab (Kenia), que terminó el mes pasado después de un cautiverio de 21 meses en el centro-sur de Somalia. Estos dos incidentes son sólo los últimos de una serie de abusos extremos. Otros 14 trabajadores de MSF han sido asesinados, y desde 1991 la organización ha sufrido decenas de ataques contra su personal, ambulancias e instalaciones médicas".
En el comunicado difundido por MSF reconocen que "las excepcionales condiciones de vulnerabilidad de la población somalí les ha obligado en este tiempo a arriesgar al máximo para intentar mantener el apoyo médico humanitario a la población durante sus 22 años de historia en Somalia, MSF ha negociado con los actores armados y las autoridades de todas las partes. La excepcionalidad de las necesidades humanitarias en el país ha obligado a la organización y a su personal a tolerar niveles de riesgo incomparables -en gran parte sufridos por los propios colegas somalíes de la organización- así como a comprometer seriamente sus principios operacionales de independencia e imparcialidad" detallan en la nota de prensa.
Ni siquiera adoptar por primera vez en su historia medidas excepcionales como contratar escoltas armados para poder trabajar ha podido evitar esta decisión de Médicos Sin Fronteras cuyos dirigentes están explicando a esta hora en Nairobi los motivos de esta salida forzada de Somalia. En esta rueda de prensa el doctor Unni Karunakara, presidente internacional de MSF ha asegurado que "al optar por el asesinato, el ataque y el secuestro de trabajadores humanitarios, estos grupos armados y las autoridades civiles que toleran sus acciones han sellado el destino de incontables vidas en Somalia. Cerramos nuestros programas en Somalia porque la situación en el país ha creado un desequilibrio insostenible entre los riesgos y los compromisos que nuestro personal debe asumir, y nuestra capacidad de proporcionar ayuda al pueblo somalí".
"La población civil de Somalia será la que en última instancia pague el precio más alto", señala el doctor Karunakara. "Gran parte de la población somalí nunca ha conocido su país sin guerra ni hambrunas. Cuando ya de por sí recibe menos atención de la necesaria, los ataques de grupos armados contra el personal humanitario, y la tolerancia de líderes civiles a estos abusos, han acabado finalmente con el escaso acceso a la atención médica de la que dispone el pueblo somalí".
Agencias

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