sábado, 31 de agosto de 2013

ARTUNDO PURROY: "HAY UNA EPIDEMIA DE MIEDO QUE ESTÁ PROVOCANDO UN PROBLEMA DE SALUD MENTAL EN LA POBLACIÓN"

Pregunta: ¿Qué es la Salud Pública?
Respuesta: Principalmente se ocupa de la salud del conjunto de la población. Podemos decir que el médico lo hace a nivel individual y en salud pública se hace para toda la sociedad.
Un trabajo bastante amplio
R: Las funciones básicas de la Salud Pública son cinco. La promoción de la salud como son los estilos de vida, las campañas contra el tábaco o para hacer ejercicio físico; la prevención de la enfermedad con el programa estrella de las vacunaciones, por ejemplo; la protección en dos ámbitos principales que son la Salud Ambiental y la Alimentaria; la vigilancia epidemiológica, y por último la organización de los servicios de Salud.
¿Esto es lo hacen en la Escuela Andaluza de Salud Pública?
R: En la EASP tenemos tres puntos importantes. La Formación de los profesionales sanitarios, su actualización, con cursos, másteres, expertos… y la consultoría con proyectos en todos los ámbitos relacionados con la Salud y la Investigación. Por esta escuela han pasado, en sus 27 años de historia, cerca de 100.000 profesionales para ampliar conocimientos.
La salud es importante y hay cierto interés en cuidarla. Pero, ¿la cuidamos?
R: Si preguntas a la gente en términos de valores, la Salud siempre sale arriba en todas las encuestas seguida de la Educación. Sin embargo, no siempre se corresponde con las prioridades que marcan los gobiernos. Algo que es un gran error puesto que no se puede recortar en Salud; lo que hay que hacer es mejorar la eficiencia y optimizar recursos, sacarle más brillo a un euro.
Frente a la Salud como prioridad nos encontramos a la política en el otro extremo, con un gran desprestigio. Sin embargo, parecen estar relacionadas.
R: Política viene del griego polis que significa cómo organizar una ciudad. Por lo tanto la Política con mayúsculas es gestionar y organizar, pero haciéndolo con transparencia y rindiendo cuentas para que sea el ciudadano el que gobierne. Este es el único camino para recuperar el concepto. Su relación es evidente.
Evidente en…
R: En temas generales la crisis y el endeudamiento han llevado a realizar recortes, pero se puede elegir en dónde hacer estos recortes. Pueden ser en Defensa, Acción exterior, Diputaciones… o en los asuntos centrales como Salud, Educación, Ciencia y Servicios Sociales. Realizarlo en estos cuatro últimos puntos es la peor de las decisiones posibles y eso depende de quién esté gobernando. Por mi experiencia considero que el sistema de representación de Acción Exterior es del siglo XIX, no es necesario tener representación en cada uno de los países, aquí sí se puede racionalizar.
¿Se está jugando con la Salud de la gente?
R: En algunos casos sí. Determinadas personas están tratando de vender experimentos introduciendo el interés y el lucro en el mercado sanitario cuando no existe ninguna evidencia que demuestre que la gestión privada es mejor o más barata.
Entonces, negocio y Salud ¿no casan?
R: La Salud es un Derecho. La protección, la promoción y la atención son básicos. Es un adelanto social que se tiene garantizado por ser ciudadano y pagar los impuestos. Se trata de un bien público que debe estar garantizado. Muy diferente al bien privado. En Estados Unidos las familias se arruinan cuando alguien cae enfermo.
¿Se está privatizando el sistema sanitario español?
R: Se están haciendo intentos sin transparencia para fomentar las privatizaciones parciales. No se está cambiando el modelo sanitario como tal. Otra cosa es que algunos tengan en mente volver al lugar de donde venimos, a los tiempos en los había beneficiencia y hospitales para pobres. Este es un futuro que debemos evitar y que estamos en condiciones de evitar.
Suena triste que se hable de evitar, cuando quizás tendríamos que estar alabando los esfuerzos por avanzar.
R: No es triste, es realista. En medicina sabemos que prevenir es esencial y que hay que erradicar los intentos por parte de una minoría de cambiar el modelo. Sobre todo, porque el modelo que predican es más injusto y más caro. El modelo liberal es peor. El gasto sanitario en Estados Unidos es del 14% del PIB y hay 40 millones de personas sin cobertura.
Y en España… ¿Hay diferencias sanitarias entre unas comunidades y otras?
R: Hay diferencias en la inversión y en los recursos porque cada comunidad tiene sus características propias.
La crisis ¿lo empeora todo?
R: La situación que estamos viviendo es una crisis sistemática mucho más profunda que va más allá del déficit. Estamos ante una crisis de política, institucional, de falta de valores, ecológica… Por lo tanto es una irresponsabilidad social huir hacia delante. Hay que resetearse y hacer cambios estructurales de la sociedad para llegar a un modelo que no esté centrado en el beneficio económico si no en la persona. Por eso cuando algunos políticos hablan de volver a la situación anterior a la crisis me echo a temblar. Lo que hay que hacer es aprender de lo que nos ha llevado hasta aquí y cambiar. Si no, volveremos a caer.
¿Cómo está afectando esto a la salud del ciudadano?
R: Estamos ante una gran crisis psicológica. Todo el día estamos hablando de lo mismo y esto tiene un efecto demoledor. Hay una epidemia de miedo, que unida a la falta de esperanza, está provocando serios problemas de salud mental en la sociedad. Todo ello para que se beneficie un 1% de la población. Y lo que es más importante: estamos abriendo la brecha de las desigualdades.
Hay que ser prudentes porque aún no tenemos datos suficientes. En Medicina los datos son lentos, pero viendo lo que está ocurriendo en otros países como Grecia y Portugal y con lo poco analizado hasta la fecha, sabemos que las patologías en salud mental han aumentado (la depresión, el stress, la ansiedad), hay más contagios de Sida sobre todo por vía intravenosa, algo que había bajado notablemente, y están apareciendo enfermedades ya erradicadas como la malaria.
¿Qué le espera a los ciudadanos?
R: Si los recursos siguen mermando  y no se paran los recortes en los campos esenciales, nos enfrentamos a daños irreversibles en el sistema sanitario. Un ejemplo claro: las listas de espera aumentarán y el sistema se deslegitimará ante la gente, perderá la confianza y esto abrirá las puertas a la privatización.
¿Cree que es algo orquestado?
R: Sé que estamos en un momento delicado y que si recortas y deterioras, al final abres las vías a otras alternativas.
¿Está situación podría incidir en la salud de las generaciones venideras? ¿Estamos criando jóvenes enfermos?
R: Depende de cuando salgamos de la crisis. Realmente no llevamos tanto tiempo para ello, pero si esto se estanca y va hacia atrás, sí se puede poner en peligro la salud de las generaciones que vienen. Si somos inteligentes y gestionamos bien no tienen por qué afectar. Lo importante es que aún estamos a tiempo.
¿Se le puede dar la vuelta?
R: Sí, debemos visibilizar lo positivo, que también existe, y poner en valor lo saludable. El giro viene de un cambio de modelo cultural. En Salud hay que conservar el concepto de bien público y universal, pero adaptarnos a las circunstancias y retos potenciando la salud pública y la promoción de la salud, pinchando las burbujas de ineficacia, controlando el gasto farmacológico y en nuevas tecnologías, realizando microrreformas selectivas, potenciando a los enfermos y familiares y, sobre todo, personalizando y humanizando la atención sanitaria. Hay que decir no al inmovilismo.
¿Qué se está haciendo desde la EASP?
R: Somos los coordinadores de la investigación que se está llevando a cabo en España y en Europa sobre los efectos de la crisis. De esto modo, en septiembre estrenaremos dos portales con toda la investigación sobre el impacto de la crisis en la salud de los Españoles y en Europa.
eldiario.es, sección andalucía

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