miércoles, 16 de marzo de 2011

LA OPINIÓN DE OTEGI

Otegi llamó al Rey "jefe de los torturadores" y le cayó un año de cárcel. Ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha decidido que esa sentencia violó su libertad de expresión, y ha condenado al Estado a indemnizarle con 23.000 euros en un máximo de tres meses.

La frase de Otegi fue una opinión, dice el Tribunal. ¿Pero lo fue realmente?

En 2009 se incautó un documento a Garikoitz Azpiazu, ex jefe militar de ETA, donde recomendaba a los detenidos denunciar torturas. Y lo hacen. Pero el Estado tiende a desestimar sus acusaciones por la falta de pruebas. Salvo cuando hay pruebas que ni siquiera un hábil picapleitos puede ignorar. El diciembre de 2010, cuatro guardias civiles fueron condenados a cárcel e inhabilitación absoluta por "torturas graves" a dos detenidos de ETA.

El Estado nos dice que esas torturas son una excepción. Muchos creemos que son la norma. Que la tortura es uno de esos "mecanismos del Estado de Derecho" que nunca se mencionan. Y los poderes políticos se empeñan en mantener y elevar nuestras suspicacias. Esta misma semana, la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra ha rechazado crear una Comisión de Investigación para estudiar las denuncias de torturas presentadas por los últimos etarras detenidos. Si no hay torturas, ¿por qué no verificarlo? ¿Por qué negar sistemáticamente cualquier posible investigación?

Amnistía Internacional, el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y el Relator Contra la Tortura de Naciones Unidas condenan el régimen de aislamiento al que se somete a los terroristas (esos 13 días en que los detenidos desaparecen del mapa y están a solas con las Fuerzas de Seguridad). Y lo condenan porque viola el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Lo condenan porque, en 13 días, los cardenales vienen y se van. El Estado Español, sin embargo, hace oídos sordos a estas quejas.

Dicho todo esto… ¿es el rey "el jefe de los torturadores"?

Juan Carlos I de Borbón es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Los guardias civiles condenados en diciembre formaban parte de las Fuerzas Armadas. Luego, efectivamente, el Rey es (era) el jefe de los torturadores. Al menos, de esos cuatro.

Otegi no fue encarcelado por dar una opinión. Fue encarcelado por enunciar un hecho.
Mi Mesa Cojea

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