miércoles, 23 de diciembre de 2009

CARTA ABIERTA AL PRIMO MARCIANO DE LEOPOLDO BARREDA

Bueno, supongo que eres tú, el primo de Leopoldo que vive en Marte, el que ha hecho las declaraciones sobre la enseñanza del euskara en la Comunidad Autónoma Vasca. Y digo esto porque aunque sé que tu primo no siente especial predilección por el idioma originario de los vascos/as, él es al fin y al cabo vasco, y me cuesta creer que haya sido capaz de decir tales barbaridades sobre la enseñanza del euskara. Imagino que tu primo Leopoldo te ha contado de manera sesgada algunas cosas sobre la historia (a veces triste por lo injusto que ha sido tratado) del idioma, y te ha ocultado otras, lo cual unido a la lejanía en la que vives te ha hecho hacer esas referencias tan desafortunadas.

Yo mismo me quedé de piedra al escuchar hace unos días en la radio tus declaraciones, según las cuales a partir de ahora el euskara (modelo D con el euskara como idioma vehicular) dejaría de tener el trato de favor que según tú ha tenido en los últimos 30 años, y se volvería a potenciar el modelo A (el castellano como idioma vehicular con algunas horas de enseñanza de euskara). Sin embargo estos 30 últimos años han demostrado el fracaso total del modelo A (cosa por otra parte predecible) para hacer que los alumnos/as acaben la enseñanza obligatoria con un dominio equilibrado de ambos idiomas: apenas son capaces de decir algunas frases y palabras en euskara, lo contrario del modelo D donde son capaces de expresarse en euskara y castellano (todo esto independientemente de los conocimientos adquiridos en el aprendizaje del 3º e incluso 4º idioma). Ni que decir tiene que estas declaraciones hace un año no habrían tenido ningún efecto mediático, pero no sé si sabrás que después de la trampa “legal” hecha por el partido de tu primo y otro más, dejando fuera del cómputo electoral a más del 10% de los votantes (no me voy a extender en esto así que le puedes decir a Leopoldo que te lo explique aunque sea a su manera, todo ese rollo de la ley de partidos y de que no se ilegalizan ideas etc.) pues resulta que tienen mayoría en el nuevo parlamento apañado. Así que tus declaraciones son especialmente desafortunadas pues con apenas el 40% del electorado se intenta imponer unas pautas en la enseñanza donde precisamente siempre, repito siempre, se suele buscar el mayor consenso posible.

Volviendo a tus declaraciones voy a aportarte algunos datos, que tal vez por la lejanía en la que vives, allá en Marte, no has tenido en cuenta a la hora de hacerlas. Ciertamente te los podía haber dado tu primo (que seguro los conoce al menos en su generalidad), pero seguramente el cambalache político lo mantiene muy ocupado.

Supongo que sabrás que la enseñanza es una inversión de cara al futuro, y desde este punto de vista y salvo los últimos 30 años nada se había invertido en la enseñanza del/en euskara, en su transmisión-normalización,etc. Más bien lo contrario, pues al natural proceso de diglosia (retroceso de un idioma frente a otro más mayoritario), se unió hacia finales del siglo XVIII la imposición obligatoria de la enseñanza en castellano y el arrinconamiento total del euskara. Y estaba bien saber otro idioma con mayor proyección y extensión, pero se le utilizó (y en cierto modo todavía se le sigue utilizando) para matar el euskara en el sentido más literal de la palabra.

Remitiéndome a Navarra (pero supongo los datos serían extensibles a las otras provincias vascas), a finales del citado siglo XVIII y según consta en documentos de la época, el euskara era ampliamente utilizado a partir de Tafalla, hasta el punto que en Pamplona y toda su comarca (por no citar amplias zonas de las de Sangüesa y Estella) muchas personas no conocían otro idioma. A finales del XIX, la lengua propia, el euskara, es ya prácticamente residual en la capital y sus alrededores, y de nada servirán los esfuerzos de algunos maestros que al ver la lengua en peligro comienzan a utilizarla en las escuelas. Desde el Ministerio de Educación en Madrid se les amenaza con ser expulsados del cuerpo, de proseguir en su intento. Todo vale contra el idioma propio, incluso palizas a los niños que lo utilizan en clase, en los recreos, o fuera de la escuela donde los niños debían ser delatores de sus propios compañeros, y el fatídico anillo que indicaba que el que lo tenía había utilizado el idioma maldito, pasaba de mano en mano y pobre del que lo tuviese el último día de clase de la semana. Puedes leer todo esto y más en la novela Blancos y negros de Arturo Campión.

Ya durante todo el siglo XVIII son constantes las protestas de muchos pueblos porque el nuevo cura que les han asignado no sabe el idioma del lugar, pero ya dichas protestas empezaban a caer en saco roto. Los tiempos en que al euskara se le llamaba “Lingua Nabarrorum”: (Lengua de los Navarros, Nafar hizkuntza como todavía se puede leer en el Diario de Navarra aunque cada vez lo ponen con letra más pequeña) iban quedándose atrás, y en Gallipienzo (mugante con mi pueblo) una persona se quejaba allá por 1730 de que “había oído hablar a todos en vasco pero que el maestro lo prohibió y obró mal”.

Tal vez (digo tal vez), ahora te darás cuenta que lo hecho por el euskara en estos 30 años es apenas una gota de agua en el mar, y que todavía hay que hacer mucho más para, si no reparar (tal vez eso es ya imposible) al menos paliar, lo que se llama discriminación positiva, la injusticia y la deuda histórica que se tiene con él.

Con una población vasco parlante de apenas un millón de habitantes, rodeados de dos poderosas lenguas romances como el castellano y el francés, la única forma de que el euskara sobreviva y sea un instrumento de comunicación y cultura es convirtiéndose en la lengua vehicular de Euskalerria, al igual que han hecho en Cataluña con el catalán. El castellano en absoluto está en peligro, más bien al contrario, pero el euskara si, y ni siquiera aspiramos a utilizar los deleznables métodos que utilizó el castellano para imponerse. Nos conformamos con que sea lengua vehicular, para que los niños/as aprendan ambos idiomas (o más) y de cara a un futuro próximo tengamos una población realmente bilingüe (trilingüe teniendo en cuenta Iparralde donde por cierto está la Baja Navarra).

Lo demás son cantos al sol, a los que tan acostumbrados nos tiene tu primo y otros. Por cierto no sé si te habrás dado cuenta lo curioso que es, que estados con poderosos idiomas como el castellano, francés o inglés impongan estas lenguas como vehiculares en sus respectivos estados aduciendo su preservación y defensa, e intenten negarle esta opción a idiomas como el euskara tan minoritarios y minorizados, todavía en peligro de extinción.

Y esto es lo que tenía que decirte para que recapacites sobre tus declaraciones, aunque al final me queda una duda: ¿y si el autor de las declaraciones no eras tú sino tu primo Leopoldo Barreda…?
José Eladio Santacara (Carcastillo)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La clave de todo esto, querido José Eladio es garantizar la libertad de elección, sobre todo cuando el idioma que se elige es el castellano. La obsesión por el idioma comienza a adquirir tintes patológicos por parte de los peperos y no te extrañe que en marte ya sea de obligado uso el español. Apertas.