En el reparto de las ayudas europeas para hacer frente al coronavirus, un alumno poco cumplidor se va a llevar muchos premios. Es el caso de Polonia. Un país menos afectado por la pandemia que otros, con un gobierno acusado repetidamente de violaciones del Estado de derecho, incluidas varias sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, y con su presidente Andrzej Duda cargando contra la comunidad LGTBI en la campaña para su reelección. A pesar de ello, Polonia será uno de los grandes beneficiarios de las ayudas planteadas por la Comisión Europa y actualmente a debate entre los jefes de gobierno.
Además, una de las amenazas que pesaba sobre Polonia y también Hungría, como es condicionar los fondos al respeto del Estado de derecho, está en cuestión. Alemania parece dispuesta a eliminar esta cláusula. “El Estado de derecho no es solo una cuestión de dinero, es un tema más amplio…para poder relacionar los fondos con el Estado de derecho, primero necesitamos tener los fondos”, dijo Angela Merkel al asumir la presidencia de la UE, fijando de forma muy clara el orden de sus prioridades para la cumbre del 17 de julio.
Fuentes del Consejo Europeo insisten en que, para aprobar los presupuestos, es necesaria la unanimidad, con lo que recuerdan la capacidad de veto que tiene Polonia y Hungría, para impedir este condicionante. “En este punto no hay consenso. Actualmente, no hay ninguna relación del Estado de derecho con el presupuesto y necesitamos unanimidad para introducirla”, indican estas fuentes.
Desde el momento en que la Comisión Europea presentó sus planes, la reacción de Varsovia fue muy positiva. “La parte atribuida a Polonia en el reparto de la propuesta de la Comisión Europea sorprendió a todo el mundo desde el principio, y todo el mundo ha remarcado que Polonia ha dejado claro en seguida que el paquete le gusta”, indican fuentes diplomáticas.
Tienen razones para que les guste. Los números cantan. En la propuesta inicial de la Comisión, del total de 750.000 millones en transferencias y créditos, Polonia se llevaría 63.000 según los cálculos de la Comisión Europea, el tercer país más beneficiado, solo por detrás de Italia y España.
Los criterios utilizados para la distribución de este reparto se basan en la población, el PIB per cápita y el desempleo. Ahora, la presidencia del Consejo ha planteado una modificación de estas claves. Se mantienen para el 70% del fondo, pero para el 30% restante se utilizaría la caída del PIB en 2020-2021.
El debate coincide con las elecciones a la presidencia de Polonia, después de una primera vuelta en que se impuso el actual presidente, Andrzej Duda, que cuenta con el apoyo del ultraconservador partido de Libertad y Justicia, de Jaroslaw Kaczynski. En su campaña, Duda ha lanzado propuestas rechazando la igualdad de derechos de la comunidad LGTBI y sin escatimar palabras gruesas. Considera por ejemplo que este colectivo es “una peste peor que la bolchevique” y que amenaza con destruir a la familia.
Por otro lado, Polonia también sale como gran beneficiado del Fondo de Transición Justa, el instrumento destinado a facilitar la transición energética, llevándose 8.000 millones de euros, un 20 por ciento del total, mientras que España solo un 4,5%. “Un fondo muy verde pero no muy justo”, fue la queja que formuló en su momento la ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya.
Jaume Masdeu, en La Vanguardia
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