La jueza Carmen Lamela no ha tenido ninguna duda y ha enviado a la prisión al vicepresidente Oriol Junqueras y los consellers Jordi Turull, Josep Rull, Raúl Romeva, Joaquim Forn, Carles Mundó, Dolors Bassa y Meritxell Borràs. Tal como estaba previsto el Ministerio Público, ha hecho una petición de máximos para el Gobierno y la jueza ha adoptado todas las peticiones que le ha pedido la Fiscalía.
Para Santi Vila la medida es más leve. La Fiscalía ha pedido una fianza de 50.000 euros a cambio de evitar la prisión. De momento, sin embargo, entra igual, y saldrá cuando pague. Villa dimitir justo al saber de que el presidente, Carles Puigdemont, no convocaría elecciones. Por Vila pide prisión eludible bajo fianza.
La jueza dicta la prisión por el riesgo de huida y destaca que tienen en cuenta "el poder adquisitivo de los acusados que les permitiría abandonar el territorio" y destaca que "algunos ya se han desplazado a otros paises eludiendo las responsabilidades penales en las puedan haber incurrido".
En más Lamela alega "el alto riesgo de reiteración delictiva y la alta probabilidad que los querellados puedan alterar o destruir pruebas".
La medida cautelar se ha resuelto en una vista conjunta. Un hecho excepcional.
De hecho, Santi Vila se ha desmarcado en todo momento del resto de miembros de Gobierno. Aparte que ha llegado solo y con otro abogado, dentro de la sala de vistas ha utilizado una estrategia de defensa diferente al resto. Él, sí ha respondido todas las partes. Es lo que ha sido más rato declarante, 45 minutos.
El vicepresidente y los consellers sólo han respondido a sus abogados y sólo han estado dentro de la sala 5 minutos.
Los consellers podrían no ingresar todos en Soto del Real. Se está mirando todavía donde los llevan, y todo hace pensar que los distribuirán por diferentes centros penitenciarios. Los que está claro, es que esta noche ya la pasarán en la celda.
Los miembros del Gobierno están acusados de rebelión, sedición y malversación.
¿Y el resto?
De los 14 miembros del Gobierno, sólo 9 han venido a Madrid. Carles Puigdemont y 4 consellers más se han quedado en Bruselas: Toni Comin, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig. La fiscalía ha pedido que los detengan porque no se han presentado en la Audiencia Nacional a declarar y se han denegado las comparecencias por videoconferencia que en un principio habían proponer las partes.
Carmen Lamela, tiene que dictar ahora las órdenes europeas de detención y entrega (OEDE) y las autoridades belgas tendrían que proceder al arresto de Puigdemont y sus consellers.
Las órdenes europeas de detención o euroórdenes sustituyen entre los estados miembros de la Unión Europea (UE) el procedimiento de extradición con un sistema ágil de entrega que se aplica a España desde el 2004, después de que se pusiera por delante a nuestro ordenamiento una directiva europea del 2002.
El procedimiento del OEDE persigue simplificar los trámites y la documentación a remitir mediante la creación de un documento único para tramitarla.
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