El actual alumnado de la Universidad Pública de Navarra ha disminuido los consumos de alcohol y tabaco, tiene menos sobrepeso, hace más ejercicio y se siente más saludable. Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del Estudio sobre Salud, Bienestar y Calidad de Vida 2014, realizado por cinco estudiantes del Grado en Sociología y dos del Grado en Trabajo Social, dentro del Taller de Investigación Socio Sanitaria que imparte el profesor Carlos Vilches Plaza.
El taller tuvo un doble objetivo, por un lado permitir a los alumnos trabajar en un caso práctico real con metodología, herramientas y resultados profesionales, y por otro, actualizar los datos del diagnóstico de salud que la UPNA realizó en 2006 y que se utilizó como base para el II Plan de Universidad Saludable. El trabajo abre además una línea de cooperación entre servicios universitarios y grupos de investigación, ofreciendo resultados que se convierten en herramientas para la planificación estratégica y la toma de decisiones, en este caso, en materia de salud y calidad de vida.
El equipo ha estado formado por los estudiantes Gonzalo Reguera Zaratiegui, Iñaki Ibarrola Osinaga, Raquel Azanza Álvarez, David Urra Grimal, Anchel Reyes Garreta, Marisol Zalba Ibáñez y Ana Díaz Martínez, que en el momento de elaboración del estudio cursaban 3º y 4º curso. La coordinación corrió a cargo de Carlos Vilches Plaza, del Departamento de Sociología, y en la asesoría de salud han participado Ana Ansa Ascunce, médica de la Unidad de Atención Sanitaria, y Natalia Tajadura Arizaleta, técnica de la Unidad de Acción Social.
El estudio se llevó a cabo entre 750 estudiantes de todas las titulaciones y de los campus de Pamplona y Tudela, y el equipo se encargó de diseñar el cuestionario, elaborar la muestra, realizar el trabajo de campo, analizar los resultados y redactar el informe final. Según el profesor Vilches, “la experiencia ha resultado muy positiva y enriquecedora y ha provocado un alto grado de implicación en los alumnos y alumnas porque veían que estaban desarrollando un trabajo práctico útil para la sociedad”. Además, ha servido a varios estudiantes para la realización de Trabajos Fin de Grado temáticos y deja una base de datos que pueden explotarse en el futuro para realizar análisis diacrónicos de la salud del alumnado de la universidad. En concreto en este trabajo se han utilizado preguntas del Estudio sobre Salud, Bienestar y Calidad de Vida del alumnado de la UPNA, desarrollado en el año de 2006, con el fin de realizar un análisis comparado de los principales cambios en salud operados en estos ocho años de contraste.
El estudio se ha realizado mediante un cuestionario de 59 preguntas sobre cuatro ámbitos de investigación: alimentación y deporte, estética, sexualidad y autopercepción de la salud. En el trabajo se evidencia la importancia de mirar la salud y de intervenir sobre ella incorporando la perspectiva de género, ya que está determinando de forma notable cuestiones como peso e imagen corporal, ejercicio físico, alimentación y dieta, descanso y actividad o relaciones afectivo-sexuales.
El género denota, también, perspectivas diferentes sobre la repercusión que, en términos de estrés, tienen sobre la salud actividades académicas como los exámenes, la exposición pública de trabajos, la sobrecarga académica o la falta de tiempo, ya que en general todos estos factores inciden más negativamente en las mujeres. En general, el nivel de estrés aumenta a lo largo de los diferentes cursos, así lo estima el 49,6% del alumnado interpelado (9,1 puntos mayor que el año de 2006). Otro 33,6% estima que se mantiene constante, y un 16,7% lo valora como descendente.
La media de altura del alumnado es de 172,8 cm (181 en los chicos y 164 en las chicas). En lo que respecta al peso, la media aritmética resulta ser de 65,4kg (1,2 kg menor al año 2006). De acuerdo al IMC (Índice de Masa Corporal), el 69,3% se encuentra en el rango de “peso normal”, un 23% en “bajo peso” y 12,2% presentaría “sobrepeso” (4,4 puntos menor que en el estudio precedente).
Un 90,7% se muestra satisfecho con su aspecto físico actual. El 82,9% reconoce que procura alimentarse de manera sana y equilibrada. Un 69,6% dice que procura hacer suficiente ejercicio físico (12,1 puntos superior al año de 2006), afirmación que en el colectivo femenino baja a 61,8%. El 90,7% de los entrevistados/as valora su estado de salud como bueno (13,3 puntos superior al año de 2006). La media de horas de sueño diarias, entre semana, es de 7,42 horas (6,63 horas en las épocas de exámenes). Un 29,4% reconoce realizar, ocasionalmente, dieta o comer menos de lo deseado (37,6% en las chicas).
Un 53,2% del alumnado tiene pareja estable (10,1 puntos superior en las mujeres), cifra que aumenta conforme lo hace la edad de los entrevistados/as. El estudio revela que un 81,3% del alumnado (8,7 puntos superior al 2006) manifiesta haber tenido relaciones sexuales con penetración, un pequeño grupo (9,1%) no ha mantenido nunca relaciones y otro más pequeño (4,6%) ha mantenido relaciones sexuales sin penetración.
Se observa que, en términos generales, se ha adelantado la edad en la que el alumnado de la UPNA mantiene su primera relación sexual. Mientras que en 2006 solo la mitad había mantenido relaciones sexuales con coito antes de los dieciocho años (54,4%), en 2014 son ya ocho de cada diez estudiantes (80,7%). También, crece más del doble el porcentaje de estudiantes que han mantenido su primera relación sexual antes de los diecisiete años, pasando del 15% en 2006 al 32% en 2014. La media aritmética de la primera relación se establece en los 16,9 años.
El 3,9 % de las personas que han mantenido relaciones sexuales lo ha hecho en alguna ocasión con personas de su mismo sexo. El número de mujeres (5,2%) que declara haber mantenido relaciones homosexuales duplica al colectivo masculino, así como el grupo de edad entre veintiún y veintitrés años (5,4%).
Respecto a 2006, ha aumentado el número de alumnos y alumnas que no utilizan métodos adecuados para tener relaciones sexuales seguras. Concretamente, un 6,4% no utiliza protección y un 5,7% utiliza el coito interrumpido.
El estudio revela también la existencia de ciertas actitudes homófobas en el entorno universitario en forma de insultos, bromas o comentarios, y se recoge también que un 4% de las personas encuestadas afirma haber presenciado agresiones físicas relacionadas con la orientación sexual.
En lo relativo a los consumos, los datos son positivos respecto a investigaciones previas, ya que hay un descenso del consumo de alcohol (que está ligado al contexto de la fiesta y del fin de semana); en concreto, el consumo de alcohol en fin de semana desciende del 55,8% del alumnado en el 2006 al 36,8% en la actualidad.
Entre los dos estudios de referencia, el porcentaje de fumadores ha descendido en 14,5%. En el de 2014, un 75% no fuma y solo el 13,2% dice ser fumador o fumadora diaria. La media de cigarrillos fumados, entre quienes son fumadores diarios, es de 8,13. El 82,3% no consume otras drogas; las más consumidas son el hachís y la marihuana.
En lo que respecta a bebidas como el café, el consumo diario representa el 33,5% y aumenta entre las chicas y con la edad del alumnado. Un 23,4% manifiesta tomar bebidas energéticas “ocasionalmente”, su consumo está más extendido entre los chicos (31,3% frente al 16,3% en las chicas). Un 41,3% dice aumentar su consumo de café, infusiones, refrescos de cola, bebidas energéticas...) durante las épocas de exámenes.
unavarra.es
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