martes, 26 de febrero de 2013

AL ALCALDE DE OLITE SOBRE LA MORALEJA


Las erráticas declaraciones recientes del alcalde de Olite a un medio de comunicación sobre la UER3 o Moraleja -"Sabemos que no es lo más usual utilizar ese procedimiento en un pueblo pero la legalidad lo ampara"- me obligan a hacer algunas consideraciones.
Desgraciadamente, señor alcalde, usted sigue la línea iniciada por su antecesora en el cargo, de mentir y tratar de manipular a la opinión pública trazar un camino político equivocado.
¿Por qué? Nunca una inmoralidad de estas dimensiones es amparada por ley alguna. Nunca. Principio básico para una convivencia digna.
Recuerdo a los lectores que a las víctimas más afectadas de esta salvajada el Ayuntamiento de Olite les ha quitado - ¡que no expropiado!- el 80% de sus huertas y además el mismo Ayuntamiento les exige que paguen lo que ni pueden ni deben: entre 200.000 y 300.000 euros. A eso los ciudadanos normales lo llamamos corrupción. Luego explicaré los porqués.
Es ilegal que mi Ayuntamiento sacara a subasta pública unas parcelas de la citada urbanización a sabiendas de que no eran suyas porque tenía pendiente un juicio de reparcelación que perdió, y no estaban registradas en el Registro de la Propiedad. Cuando el adjudicatario -Construcciones Salazar SL- comprueba la trampa plagada de mentiras, retira sus avales bancarios, desmonta sus casetas, y al Ayuntamiento le lee la cartilla. (Documentos fehacientes, hechos probados). A eso el pueblo llano lo llama prevaricar.
Es ilegal que el Ayuntamiento de Olite se vea en la obligación de reparcelar por siete veces -siete ceros- la citada urbanización, por orden judicial.
Eso es sencillamente menospreciar el dinero público que debería ser sagrado. Con el dinero del pueblo de Olite no se juega, señor alcalde Legaz y señora excaldesa Ochoa Canela.
Es ilegal embargar las cuentas bancarias de las víctimas de este atropello. Y ustedes lo hicieron sin escrúpulos. Que los afectados -varios de ellos jubilados- no puedan tener hoy dinero en sus cuentas porque la agencia ejecutiva, contratada por el Ayuntamiento, puede seguir actuando de oficio porque el Ayuntamiento no la ha paralizado, en contra de lo que han dictado los jueces en sentencia firme, es a más, a más, desobediencia de varias sentencias judiciales firmes.
Lo que queda claro para todo el mundo y para ustedes especialmente, alcalde y excaldesa, es que el Ayuntamiento de Olite acometió ese monstruo de urbanización con el fin de ir a por su 10 por ciento y de ahí sacar dinero para pagar un segundo gran polideportivo para un pueblo de 3.500 habitantes, porque un pacto político se lo exigía. ¡Vaya manera de entender lo que es el bien común! Y de practicarlo.
El sistema de cooperación es una fórmula de urbanización que la ley contempla. Es cierto. Pero utilizada en contadas ocasiones porque requiere consenso por parte de la administración local, promotores y propietarios. Lo que no contempla la ley, y por eso el caso de Olite es único en España, es que el sistema de cooperación sea aplicado de manera unilateral y prepotente, para hacer una obra pública inútil, innecesaria, sin promotor ni constructor y por consiguiente inviable, con consecuencias de destrucción, sufrimiento y ruina total para los propietarios. Eso es adulterar la ley -hecho perseguido- para satisfacer bastardos intereses políticos. Y ése es el núcleo del engaño.
Hay que tener presente que fue aprobado en el año 2008, en pleno pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Por lo que respecta, señor alcalde, a "su voluntad de escuchar, reuniones con propietarios, disposición a negociar"…, advirtamos que para que ustedes sean creíbles -tanto usted, señor Legaz, como la exalcaldesa señora Ochoa Canela han ninguneado por sistema todos los recursos enviados por los afectados tanto a sus domicilios como al Ayuntamiento- deben de empezar por reconocer su error y pedir perdón por el daño causado.
Ustedes, señor Legaz, alcalde actual por UPN y señora Ochoa Canela, exalcaldesa y concejal del PSN, han de unirse para resolver esta ruina: hasta ahora ni una sola iniciativa viable para solucionar un problema creado por ustedes donde no lo había.
Eso no es política con mayúsculas ni gran política al servicio del bien común. ¿Su nivel de moralidad? Ahí tienen algunas perlas. Hay más.
Isidoro Leoz Doiz, licenciado en Filología Hispánica por las universidades de Zaragoza y Navarra

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