jueves, 30 de abril de 2020

LA BOLSA O LA VIDA. UN DILEMA A RESOLVER

Esta pandemia ha hecho temblar el edificio ciudadano, sus referentes y sus normas, sus planes y sus expectativas; toda su vida. Y comprobamos el valor de la salud, el coste de la soledad, la dependencia de la producción exterior. Y estamos asustados con otra próxima pandemia: la del virus de la economía.

La hucha pública se llena de los impuestos que genera la actividad económica. Si no se mueve el mercado, el Estado no tendrá posibilidad de actuar en ningún frente. No habrá recursos para sectores esenciales como: pensiones, sanidad, industria, comunicaciones, energías, educación, seguridad, investigación, dependencia€

Como ejemplo, cada estancia en una UCI supone 1.450 euros al día. Una cama de planta 650. Y las compras que ha realizado España para adquirir material sanitario superan los 350 millones de euros. La primera víctima de la COVID-19 ingresó en UCI en el Hospital de Navarra el 28 de febrero y ha permanecido 55 días con un gasto estimado de más de 80.000 €. ¿Cómo va a soportar el sistema estos elevadísimos costes con menores ingresos? Habrá que contribuir vía impuestos y reactivando el tejido productivo.

Y como necesariamente volveremos a la normalidad algún día, mi propuesta es que establezcamos tres grandes bloques de ciudadanos:

1. Menores de 40 años. Debe favorecerse su movilidad de forma precoz. Su riesgo de afección grave por la covid es anecdótica. Y la afectación de su vida emocional, laboral, de relaciones es tan intensa que debe recuperarse la normalidad con celeridad. Apartar del mercado laboral a los jóvenes, que son los más débiles de la cadena económica, puede suponer añadir una nueva dificultad a la que ya han padecido en el 2008 y 2012.

2. De 40 a 65 años. En esta franja se encuadra la estructura directiva y especializada y debe ser reintroducida en breve su actividad organizativa. La afectación severa por la covid en estas edades (40-65) es baja. Este grupo puede desarrollar trabajo de forma no presencial con eficacia.

3. A partir de 65 años. En este grupo debemos extremar las medidas para evitar el contacto entre las personas. Intensificar la pedagogía y campañas publicitarias. Trasladarles el mensaje de que la proximidad o el contacto con otros es como el aviso de las cabinas eléctricas: No tocar. Peligro de muerte. La edad media de los fallecidos es de 83 años.

Con este diseño podemos conseguir atenuar las consecuencias económicas y vitales de esta crisis, que pueden ser devastadoras, sin menoscabo de las garantías sanitarias.

El dilema la bolsa o la vida habrá que atemperarlo con inteligencia, intuición, bases de datos, pedagogía, filosofía, sociología, afecto y una cierta sumisión. Pero no podemos equivocarnos, porque llegar hasta aquí ha sido muy doloroso.

Debemos asumir que cambiará nuestra vida de forma considerable. Viajaremos menos. Nos juntaremos en grupos más pequeños. No disfrutaremos de eventos de masas. Nos contactaremos menos. Cambiaremos nuestras formas de exteriorizar los afectos entrañables como los abrazos, besos y apretones de mano. ¡Esto nos va a costar!

Y por último quiero rescatar una reflexión de Pasolini: "Pienso que es necesario educar a las nuevas generaciones en el valor de la derrota. En no ser un trepador social. Ante este mundo de ganadores vulgares y deshonestos, de falsos predicadores; ante esta antropología del ganador, prefiero al que pierde".

Miguel Aizcorbe, doctor en Medicina y Cirugía (en Diario de Noticias)

VOLUNTARIADO DE CERCANÍA EN LA VALDORBA

Solanoa es el nombre del negocio que regenta en Pueyo Estíbaliz Mangado Izurriaga. “Es una mezcla de panadería, tienda, bar, cafetería”, lo describe su propietaria quien aclara, no obstante, que la parte de la cafetería permanece cerrada desde el pasado 14 de marzo, día en que se decretó el estado de alarma debido a la pandemia de coronavirus. Una fecha, ése sábado del mes de marzo, que marca el inicio de una nueva rutina para Mangado que, desde entonces, se ha convertido en pilar fundamental para muchos de sus convecinos, a quienes acerca hasta casa en estos complicados días los productos y alimentos que cada familia, sobre todo los más mayores, necesita sin tener que salir de casa. Una labor de voluntariado que estos días ha resurgido con fuerza en pueblos y ciudades y que cobra una especial importancia en los entornos rurales, como es el caso de Pueyo, en el valle de la Valdorba.

Mangado tiene programada una rutina para la semana. “Todos los lunes subo a Noain para hacer la compra de las cosas para la tienda. Fruta y verdura me la entregan directamente. Más o menos sabes qué cosas se pueden necesitar en una familia y procuro que no me falte de nada”, explica. Los martes se encarga de enviar un mensaje por whatsapp al grupo del pueblo a través del cual informa que va a hacer encargo de carnicería y pescadería. “Les digo que quienes estén interesados me escriban por mensaje privado. Además, por otro lado, voy avisando a las personas que sé que no hacen uso de estos medios conforme vienen a la tienda a comprar otra cosa”, añade. De esta forma, todo el mundo está enterado y, quien quiera, puede solicitar un encargo de carnicería o pescadería.

COMPRAS EN TAFALLA
Estos encargos de carne y pescado Estíbaliz Mangado los recoge el jueves, día que se desplaza hasta Tafalla exclusivamente para esta tarea. “Cuando vuelvo a Pueyo aviso a los vecinos que ya están los pedidos en la tienda. Entonces, algunos acuden a recogerlos en persona y a otros se los llevamos a sus casas. Para esta tarea de reparto en las viviendas cuento con varios vecinos del pueblo que me ayudan a repartir los pedidos que, casi todos, son a personas mayores”, especifica Mangado.

El perfil de las personas a quienes ayuda a la hora de comprar Estíbaliz Mangado es bastante amplio. Según indica, hay gente de todas las edades. Sí que buena parte de personas son mayores, de edad más o menos avanzada, quienes deben permanecer en casa debido a su mayor vulnerabilidad ante el coronavirus, pero también gente más joven que prefiere, pudiendo como es el caso, no moverse de Pueyo teniendo la posibilidad de que se preste este servicio aquí.

“Son días difíciles, ya no por el hecho de tener miedo a contagiar a los demás o contagiarme yo misma, sino por que cada persona que entra por la puerta de la tienda te transmite su miedo, su preocupación, su tristeza”, explica Mangado. La incertidumbre sobre cuándo se vislumbrará el final y podrá comenzar “una nueva normalidad” ensombrecen un día a día que ha cambiado por completo en muy poco tiempo. “Tener que mantener la distancia con la gente con la que hace unos días estaban tomando café o de poteo.., Ése buen ambiente de alegría que siempre ha habido.... Todo ha cambiado de repente. Intentas mantener la sonrisa, que te vean que estas bien, pero hay ocasiones en que es muy duro”, reconoce.

Pese a todo, Mangado aboga por recalcar lo positivo que está arrojando esta situación. “Personalmente, creo que nos está uniendo más como pueblo”, expresa, al mismo tiempo que muestra su agradecimiento por el trato que le dispensan los vecinos. “Estoy contenta y agradecida a la gente de mi pueblo. Yo les llevo la compra pero ellos me están mandando muchos mensajes de reconocimiento y agradecimiento”, concluye.

Diario de Navarra

miércoles, 29 de abril de 2020

MENDIGORRÍA, CUESTIÓN DE VOLUNTAD

A pesar de ser conscientes de la osadía que supone hablar hoy en día de algo que no sea la pandemia, por el mero hecho de que pueda pasar desapercibido o lo que es peor, porque haya quien piense que a nadie le interesa hablar de ciertos temas, lo cierto es que el que nos ocupa puede cambiar también la vida de algunas familias, para al menos, los próximos 9 años, que es lo que durará la escolarización de sus hijas e hijos en Infantil y Primaria. Desde la asociación de direcciones de centros de modelo D públicos de Navarra queremos hacer nuestra aportación al asunto de la apertura de una línea de modelo D en la localidad de Mendigorria.

Como directoras y directores que somos, no queremos entrar a valorar aspectos que corresponden más a la política pero sí dar a conocer nuestro punto de vista sobre cuestiones más puramente técnicas, puesto que este sí que creemos que es nuestro ámbito. En la argumentación que ha venido utilizando el Departamento de Educación tanto por medio de su director general como por parte del consejero en medios de comunicación e incluso respondiendo a una pregunta concreta formulada en el Parlamento de Navarra, se hace referencia principalmente a dos normativas. Por un lado, la Orden Foral 41/2016, por la que se fija la ratio mínima de alumnado para la apertura de una unidad de modelo D en centros públicos de la zona no vascófona y por otro el Decreto Foral 80/2019, de 3 de julio, por el que se reordena la red de centros educativos públicos de la Comunidad Foral de Navarra.

Comenzando por la Orden Foral 41/2016, cabe decir que su área de influencia se limita a la zona no vascófona, cuando Mendigorria pertenece a la zona mixta, por lo que en principio, no tendría validez para este caso, además de que en las escuelas rurales no existe ratio mínima. Partiendo de esa base y sin tener esto en cuenta, creemos que es de reseñar y totalmente necesario explicar a la opinión pública que en esa orden foral, aprobada por el anterior Gobierno, existe una argumentación totalmente errónea, llevando a cabo una suerte de silogismos difícilmente asumibles desde ninguna perspectiva técnica. A continuación enunciamos el párrafo clave: "...teniendo en cuenta la demanda que se estima de enseñanza en euskera en los centros públicos de la zona, es muy posible que en el curso 2017/2018 deban realizarse agrupamientos de alumnado de más de un nivel, por lo que a la hora de establecer el ratio mínimo para la apertura de una unidad se ha tomado como referencia el criterio general que utiliza el Departamento de Educación para establecer dicha ratio en las unidades que se conforman con alumnado de dos cursos. Este ratio (...) es de 16 alumnos en el caso de agrupamientos de alumnado de dos cursos y 14 alumnos en agrupamientos de alumnado de tres cursos. Parece razonable considerar que si el agrupamiento de alumnos de dos cursos consecutivos de Educación Infantil en una unidad se realiza con un máximo de 16 alumnos, la apertura una unidad en el curso 2016/2017, haya de tener, con carácter general la mitad, esto es, 8 alumnos, entendiendo que se garantizan los derechos de los alumnos aplicando criterios de racionalidad en la gestión de los recursos públicos".

Perdonen la extensión, pero ahora intentaremos exponerlo de una manera más sencilla. Lo que dice es que como norma, el Departamento establece una ratio máxima de 16 alumnos si se une alumnado de dos edades diferentes, lo que quiere decir que si pasan de 16, automaticamente deberían ser dos aulas, como ocurre en centros donde no se mezclan las edades y se sobrepasa la ratio de 25, como la mayoría conocemos. Cogiendo esta ratio máxima, lo dividen entre dos, siguiendo una sorprendente lógica, para establecer que la ratio mínima sea 8. Es decir, utilizan la ratio máxima, para establecer la mínima cuando se trata de abrir una línea nueva. Es como si en un centro de Pamplona no se abriera una nueva línea si no existen 12,5 alumnos como mínimo. Es, a todas luces, un despropósito. El otro sustento legal al que se hace referencia se trata del Decreto Foral 80/2019, en el que se reordena la red escolar en Navarra, lo que suele llamarse el mapa escolar. En ese decreto se estipula cuales son los centros de referencia en cada zona, explicitando el modelo lingüístico. Esta reordenación crea situaciones contradictorias, ya que permite que en alguna localidad se obligue a transportar alumnado de modelo D, pero no hacerlo con el alumnado de modelo A/G, cuando está previsto que la demanda en euskera supere a la de castellano en breve, como ocurre en Mendigorria. ¿Tienen que salir del pueblo la mitad de las familias de las que se podrían quedar, como está ocurriendo en los últimos años en Mendigorria? ¿Tiene más derechos un único alumno que pide un modelo que se mantiene en el centro, frente a seis que piden otro modelo que se tienen que ir? En NIZE creemos que son ambos los que deben estar en su entorno y su realidad, ya que creemos acérrimamente en una educación integral y cercana, porque se responde de una manera más efectiva a cada necesidad. Precisamente para corregir este tipo de situaciones injustas, el propio decreto recoge un artículo corrector para sus posibles fisuras, que puede hacerse efectivo de un día para otro, si se quiere: "2. Se faculta a la consejera/o que ostente el cargo en el departamento que tenga atribuidas las competencias en materia educativa, para la tramitación y aprobación del expediente administrativo que contemple la transformación de la composición de los centros educativos, fusiones de centros educativos, variaciones en la adscripción de centros, líneas y unidades educativas, o cualquier otra variación organizativa".

Cuando se dice que se cumple rigurosamente la ley, surge la paradoja, puesto que es la propia ley la que deja claro que se trata de voluntad; estratégica, educativa, política€ pero de voluntad, a fin de cuentas, ya que si se decidiera abrir esa nueva línea en Mendigorria, o cualquier otra, se estaría también cumpliendo escrupulosamente la ley. Además las instrucciones transmitidas por el departamento, tanto a las familias como a las direcciones implicadas, como son la de no recogida de impresos oficiales de matrícula, el no sellado de las mismas, la instrucción de privar de transporte y comedor en caso de ser transportado por escoger la opción de modelo D en Mendigorria o incluso no cumplir el Decreto Foral 31/2007 ni la Orden Foral 8/2015 al prohibir expresamente que estas familias formalizasen su matrícula en el centro de su primera opción, creemos que denotan que voluntad sí que había, pero no precisamente en la dirección de dar respuesta satisfactoria al derecho de estas familias a que sus hijas e hijos puedan ser educados en su localidad.

Nekane Lasa y Mikel Larraza,  directores del CP San Francisco y CP Bernart Etxepare de Iruñea, respectivamente; en representación de NIZE (Asociación de Direcciones de Centros Públicos de Modelo D de Navarra)

martes, 28 de abril de 2020

EUSKAL ERREPUBLIKA-CONFEDERACIÓN DE REPÚBLICAS IBÉRICAS

EUSKAL ERREPUBLIKA ¿PARA QUE?
Partamos de una constatación: compartimos un suficiente consenso entre todas las fuerzas sociales y políticas que aspiramos a un cambio del actual estado de cosas. Deseamos una sociedad que ponga en el centro de sus actividades sociales, económicas, políticas y culturales el logro de una vida digna basada en la solidaridad, libertad y el bien común de los más, o, mejor dicho, de todas las pobladoras de nuestro territorio. Una razón social que pone en el centro el cuidado de nuestras vidas y no en la razón dineraria de acumular poder al servicio de unas pocas para quienes no parece tener relevancia alguna, aquello de “la avaricia rompe el saco”, pues el saco de las capitalistas no tiene fondo y nos condena a una permanente acumulación monetaria sin fin.

Una república que ponga el poder político en mano directa de nuestras compatriotas bajo fórmulas de poder local, municipal, que sean el núcleo básico de la democracia popular, y que, mediante sistemas de confederación de pueblos, valles y ciudades mancomunados, plasma la voluntad general en una superestructura nacional, bajo la forma de una Asamblea Nacional compuesta por delegadas de esos municipios y ciudades.

El poder en manos de una democracia directa en las repúblicas locales y que subsidiariamente ceden parte de su poder a esa Asamblea Nacional a la hora de decidir proyectos y planes de conjunto.
Una república con pocos niveles de jerarquía; los mínimos. Somos un pequeño territorio y la distribución de nuestros pueblos facilita este tipo de organización confederal cercana a la ciudadanía, ligera y flexible.

Una república soberana en la que la autogestión de sus recursos y actividades sea lo normal, donde el cooperativismo y la colaboración sean preeminentes frente a la competencia, pero que deje espacio para la iniciativa personal, mediante sistemas de planificación indicativa, de socialismo con mercado, nacionalización de bancos y grandes empresas, pero dejando espacio para PYMES…

Resumiendo, podemos decir que aspiramos a una República Ecosocialista Feminista que culturalmente cuida y desarrolla el euskera, sin despreciar el otro idioma que a principios de este siglo es ya también nuestro idioma, el castellano.

ZELAN LORTU? ¿QUÉ ESTRATEGIA, QUÉ CAMINO, CON QUÉ FUERZAS SOCIALES?
Toda una historia vital desfila en nuestra memoria, la memoria de los que conocimos el reinicio de la lucha por la Liberación Nacional y Social de nuestro pueblo allá por los primeros años 60.
Hemos intentado varias estrategias, desde lograr nuestros objetivos por medio de una insurrección popular, pasando por la estrategia que lo intenta por medio de la lucha armada combinada con crecimiento electoral, con el objetivo de forzar una mesa de diálogo que acuerde el derecho a decidir… y pese a todo ello, estamos como estamos. Pasados 45 años desde la muerte del dictador convenimos en que es hora de hacer un balance de fuerzas y tratar de atisbar otra estrategia. Ensayar otra estrategia tampoco significa apostar por el caballo ganador, pero sin arriesgarse a mojarnos nunca cruzaremos el rio. Para muchas de nuestras activistas nos hallamos ante una encrucijada, y es sabido que cuando una se encuentra con no saber qué camino tomar, lo perceptivo es ponerse a razonar cuál puede ser la siguiente vía, la siguiente ruta a explorar y recorrer.
El procés de Catalunya es un enfoque al que parecen apostar buena parte de nuestras fuerzas. Y pese al inmenso esfuerzo realizado por las masas populares catalanas, pese a su voluntad heroica de avanzar unilateralmente a la soberanía, hemos comprobado que, desgraciadamente, su arrojo tampoco ha logrado romper las cadenas del unionismo españolista de la que se vale la oligarquía, a fin de tener a las masas populares bien atadas.

Frente a la tenaz y pacífica resistencia, en pocas jornadas el uso de las solas fuerzas policiales del estado fueron suficientes para parar en seco la iniciativa y empantanar a las fuerzas nacionalistas catalanas en un agrio y confuso escenario, donde la carencia de una nueva estrategia se deja sentir y tarda en nacer.

En Catalunya el 50% de las masas electorales estaban bien definidas por la consecución de la Republica Catalana. Incluso la mayor parte del electorado nacionalista de derecha hizo causa común con la izquierda nacionalista. Pero ese 50% no ha sido suficiente para imponer por la vía unilateral la soñada República Catalana.

No obstante, el avance de las fuerzas soberanistas ha sido muy potente y seguro que supone un buen peldaño para intentos sucesivos.

Y, en Euskal Herria, ¿podemos aspirar a tanto?
Hagamos un análisis de estos últimos 40 años para ver cómo han evolucionado las relaciones de fuerza a este respecto.

TRANSCRECER LA RELACION DE FUERZAS EN EUSKADI. UN ANALISIS DE CUARENTA AÑOS DE CONSULTAS POLITICAS ELECTORALES
De entrada, chocamos con una relación de fuerzas entre las así mismo llamadas nacionalistas vascas y el resto de las consideradas como no nacionalistas vascas, en un casi empate sin grandes desviaciones durante este largo espacio de cuarenta años. Según se atienda a elecciones al Parlamento Vasco o Congreso español podemos decir que el empate se mueve en torno al 50% del universo electoral Vasco-Navarro.

Las espadas permanecen en alto y en la misma posición y el problema se enquista sin visos de solución a corto o medio plazo. Un problema vivo, que ocupa toda la lucha política vasca y que hace retroceder a segundo plano, enmascara la solución de otros problemas sociales urgentes y de vital solución para nuestras comunidades. Nada de lo que observamos al respecto parece indicar que el problema vaya a perder su virulencia, y el enquistamiento aludido permanezca en el estado actual.
Por esta razón, las reformadoras sociales, revolucionarias, tenemos la obligación de analizar esta situación y hacer un esfuerzo para ofrecer alternativas nuevas que ayuden a su solución. Es por eso que imbuidos del lema: haciendo siempre lo mismo, repitiendo lo mismo, es difícil lograr nuevos y distintos resultados, avanzamos el siguiente cuadro de análisis e ideas, con la humilde pretensión de ayudar en la búsqueda de nuevas rutas.

Intentaremos analizar el cuadro con la relación de fuerzas electorales a lo largo de los más de 40 años de democracia postfranquista, a fin de atisbar si el cuadro de esa relación de fuerzas se esté moviendo en una dirección u otra. Para ello utilizamos la información procedente de las bases de datos del Gobierno de la CAV y del Gobierno Foral de Navarra.

Sabemos que trasladar estos datos de cara a poder visualizar el estado real de la opinión popular en un referéndum de autodeterminación pueden no corresponderse a la hora de su ejercicio. Más difícil, aún, será pronosticar cómo se comportarían más del 30% de la ciudadanía vasca que ocupan el espacio de las no votantes, si bien los datos que arrojan las encuestas ad hoc no mejoran la relación de fuerzas a favor de los independentistas.

En todo caso hay un previo, y es el de la consecución de ese derecho de autodeterminación, para lo que se hace necesario tener una aproximación a las fuerzas que estén dispuestas a tal exigencia. Y si el análisis de los datos electorales al Congreso español y a los Parlamentos Vascos de éstos últimos 40 años nos indicasen que la relación de fuerzas electorales está estancada en valores promedio con poca desviación sobre sus medias, nos atreveríamos a arriesgar una hipótesis en el sentido de que existe una fuerte correlación entre esas medias y el estado actual de las conciencias populares al respecto. La permanencia de ese equilibrio de fuerzas a lo largo de tantos años es una señal inequívoca de que las conciencias políticas de las masas vascas están bastante petrificadas al respecto.

Vayamos pues a los datos.

Un mapa estable: dos campos en permanente equilibrio
Hemos sumado los apoyos en la CAV a los obtenidos en Nafarroa. Nos parece adecuado a la hora de analizar las posibilidades de una reivindicación nacional vasca en el territorio español, dejando para otro estudio ver estas correlaciones en el estado francés. No obstante, a groso modo sabemos que la situación en Euskal Herria norte es mucho más desfavorable a este fin.

En el campo nacionalista vasco sumamos dos columnas, la del PNV y la de Bildu. En la columna de Bildu se suman las del centro izquierda vasquista, es decir, las de EE, Aralar, EA…y las siglas en las que se ha presentado la izquierda abertzale durante todo este período.

En el campo no nacionalista hemos sumado todo el resto. En la columna de Podemos hemos agrupado los de IU, Ezker Batua y sus siglas diversas. En la columna de Otros hemos metido todo el resto de pequeñas formaciones tanto de izquierda extrema como de derecha, por considerarlas no favorables a las fuerzas nacionalistas vascas. En la columna de PP están incluidas las de sus anteriores marcas, desde la CDS, y las diversas configuraciones en siglas de la derecha españolista.
Los datos analizados arrojan una primera constatación: las fuerzas nacionalistas vascas obtienen una media de 40,50% de los votos emitidos válidos en las elecciones al Congreso español, mientras que las fuerzas no nacionalistas vascas alcanzan una media de 59,50% (ver gráfica 1: "Elecciones generales al congreso español”):



Estas medias representan los resultados obtenidos en 15 consultas electorales a lo largo de estos más de 40 años. La desviación sobre esos valores medios no presenta una dirección unívoca de ascenso o descenso de una u otra parte, por lo que podemos considerar que la relación de fuerzas en este sentido es bastante estancada y estable. Y eso a pesar de los cambios que han ocurrido en el campo político de Euskadi, desde una situación de extrema virulencia de la lucha armada de ETA, pasando por diversos gobiernos en el estado español, la desaparición de fuerzas políticas como EE, cambios en la derecha española, de UCD a AP y PP. Escisiones y reagrupamientos varios.

A la hora de analizar más en detalle la gráfica correspondiente, hay que tener presente que, durante tres convocatorias, del 2000, 2004 y 2008, la marca HB o su correspondiente no tiene presencia en la suma, por lo que, si incluimos una media de 150.000 votos de esta opción en esas ocasiones, la desviación negativa que se observa en el diagrama durante esos años desaparece, y la media asciende a 41,40%.

En cuanto a sus progresiones o regresiones, podemos ver que desde el inicio de la democracia los apoyos nacionalistas están claramente por encima de su media. Tras atravesar un valle de menor apoyo, vuelve a superar su media en las dos últimas convocatorias hasta alcanzar ese valor de 44,45% en la última convocatoria, pero que queda lejos del valor 51,88% alcanzado en la convocatoria del año 89.

Los apoyos a fuerzas no nacionalistas vascas se mueven alrededor de su media de 59,50%, alcanzando un pico de 68% en la convocatoria del 2008. En las convocatorias del año 2019 baja hasta el 55,50%. Pero si observamos la votación de abril del 2019 los valores se acercan más a los resultados históricos, y no se debe olvidar el castigo puntual a PSE y Podemos en la votación de noviembre del 2019. Pese a todo, las desviaciones sobre su media tampoco indican cambios significativos hacia una progresión a lo largo de estos últimos 40 años de democracia postfranquista.
Si pasamos a analizar los datos que resultan de las convocatorias al Parlamento Vasco y Navarro, nos encontraremos con un mapa también estable, pero con un cambio significativo: en las convocatorias a estas elecciones que podemos considerar como nacionales y no estatales, el apoyo a las fuerzas nacionalistas vascas invierte la relación anterior a favor suyo. (ver gráfica 2: “Elecciones a los Parlamentos vascos”).


El valor que resulta como media de las 11 convocatorias de estos últimos 40 años es de 51,50% para el apoyo a los nacionalistas. La desviación sobre este valor medio es todavía menor que en el caso de las elecciones al Congreso español, observando unos valores ligeramente por encima durante las convocatorias, de hecho, hasta las elecciones del año 1990, con un pico de 59,50% en el año 1986. En las dos siguientes, vuelve a valores pegados a la media histórica. El pico más bajo es de 43,80% en la convocatoria del 2009.

En cuanto al apoyo a las fuerzas no nacionalistas vascas en las elecciones a los Parlamentos nacionales, constatamos un valor medio de 48,50%, con un pico superior de 56% en el año 2009, y una depresión máxima de 40,50% en el año 1986.

De estos datos podemos deducir con cierta confianza, que la relación de fuerzas es en este tipo de elecciones a Parlamentos nacionales un empate histórico mayor aún que el observado en las convocadas para el Congreso español.

Si descendiésemos a un estudio por separado de la CAV y Nafarroa, las conclusiones bailan, pero sin invalidar esta conclusión. Claro que en la CAV la relación de fuerzas es más favorable para las fuerzas nacionalistas mientras que en el caso de Nafarroa las fuerzas no nacionalistas tienen una clara preponderancia.

Nuestro interés en este estudio es el de ver la relación de fuerzas entre ambas opciones en el marco del estado español, marco en el que pretendemos lanzar una nueva estrategia de acumulación de fuerzas favorable a la consecución de la liberación nacional y social vasca, con un proyecto de repúblicas soberanas confederadas. Por tanto, no entramos en la discusión en detalle de otro tipo de convocatoria, léase municipales, europeas etc.

Y, ¿qué se puede decir de la correlación de fuerzas al interior del electorado nacionalista vasco?

Análisis de la relación entre fuerzas intranacionalistas
Una vez corregidos los años en los que se prohíbe la presentación de HB  ̶  una corrección en cierto sentido arbitraria, aunque puede ser bastante aproximada  ̶  tenemos los resultados que se reflejan en la gráfica 3 referida a las votaciones a los Parlamentos Vascos de Euskal Herria sur. Presentamos estos datos a los Parlamentos nacionales como los más idóneos a la hora de ver la fuerza relativa de ambas opciones en la comunidad nacional vasca.


La relación de fuerzas es favorable al PNV, y parece que nos aproximamos a sus medias respectivas de 60% al PNV y 40% a la izquierda abertzale. Son valores promedio, y según las cuales ahora mismo Bildu estaría 4 puntos por debajo de la media. Tanto en votaciones al Parlamento como al Congreso español, los porcentajes mutuos se mantienen en ambos casos.

Una constatación que parece posible es la recuperación del centro vasco por el PNV, pues tras su caída con la escisión de EA, vuelve a recuperar ese espacio, en detrimento de la columna de Bildu, es decir del centro izquierda más izquierda vasca abertzale, a partir del año 2000 tanto en votación al Congreso como a las Autonómicas.

Podemos decir que el PNV vuelve a ocupar todo el centro nacionalista, dejando el centro izquierda en manos de la izquierda abertzale históricamente plasmada en las opciones políticas expresadas por HB, EE, Aralar, pero que en realidad son todas ellas distintas fórmulas electorales de ese nacionalismo revolucionario que surge en la década del 60 del pasado siglo.

Se puede afirmar que el campo nacionalista queda de nuevo dividido en dos opciones claras, una de derecha y otra de izquierda, sin flecos señalables entre ellos. Y la distancia, de en torno al 20%, muestra un cierto incremento de las opciones de derecha dentro del campo nacionalista.

Si observamos el porcentaje actual de Bildu respecto a la izquierda abertzale al inicio de este periodo de 40 años, se observa una pérdida relativa de 4 puntos. Si desechamos el impacto engorde que provoca EA en la columna de centro más izquierda abertzale, el resultado se corresponde con esa caída relativa de las posiciones de izquierda dentro del campo nacionalista vasco.

El progreso del PNV al final de estos 40 años va desde el 57 al 63% en las convocatorias al Congreso. Mientras el retroceso de la izquierda abertzale va desde el 42 al 38%. Los datos que arrojan las votaciones autonómicas no se alejan mucho de las anteriores. El PNV pasa del 56,5 al 62%, en tanto que la izquierda abertzale del 43,5 al 38%.

De este análisis se desprende una larga estabilización de relación de fuerzas también dentro del campo de fuerzas nacionalistas vascas. Es como si durante todos estos años la lucha política estuviese encajonada desde el propio inicio de la salida de la dictadura franquista.

Si algo parece enseñar esta historia electoral de los últimos 40 años es el de la existencia de dos identidades políticas en nuestra comunidad. Dos identidades que permanecen con las espadas en alto, y a las que no se ve desenlace hacia uno u otro lado en el corto y medio plazo. Parece lícito afirmar, que, con esta relación de fuerzas internas a la Comunidad Vasca, es impensable soñar, en una prueba de fuerza que pueda imponer al estado centralista una concesión que permita la realización de un referéndum sobre el derecho a decidir, derecho de autodeterminación política. Y no digamos nada respecto a la aceptación de una medida de tipo unilateral como la realizada en Catalunya.

Una estrategia que nos acerque a una relación de fuerzas favorable, debe partir de lograr una mayoría relativa suficiente en nuestra sociedad vasca. Pongamos un 70% con lo que podamos lanzar un órdago al poder central. Y dada la situación, la relación de fuerzas actuales, esto parece imposible.

Hay otro parámetro que nos parece necesario introducir en esta imagen. Nos referimos al peso electoral que representan las opciones soberanistas, agrupando a las nacionalistas vascas más aquellas no nacionalistas pero que se declaran favorables al derecho a decidir, cuya última y más fuerte presencia representa la opción de Podemos.

La observación de los datos de las convocatorias electorales nos arroja lo siguiente: la suma de fuerzas nacionalistas más soberanistas en el conjunto de Euskadi Sur nos muestra una media de 53%, pero con una clara progresión desde el año 2011, y con un pico que llega al 64% en el año 2015, y que se mantiene en un valor de 60% hasta las últimas convocatorias. (ver gráficas 4 y 5 "Soberanistas Congreso español” y "Soberanistas Parlamentos vascos”):


Respecto a los Parlamentos de la CAV y de Nafarroa, la media es de 56,60% con un ascenso hasta llegar al actual 65% en la elección de 2016, y que tras andar rampando en el decil 50, muestra una clara afirmación al alza tras las parlamentarias del 2012. Así pues, las últimas elecciones nos muestran una representación de entre el 60 y el 65% de los votos emitidos.

Es de destacar la emergencia de Podemos que se coloca como primera opción electoral en el año 2015 y que permanece hasta ahora en cotas significativas. En realidad, esta emergencia de nueva opción soberanista es lo que más rompe el histórico empate entre opciones en los dos campos anteriormente estudiados.

Hacer una explicación aproximativa a este fenómeno en Euskadi nos parece del todo necesario.

UNA PEQUEÑA DIGRESION SOCIOLOGICA
Si bien la existencia de dos opciones en el terreno de la reivindicación nacionalista viene de antiguo, y hunde sus raíces en la propia diferenciación de la formación social vasca durante el siglo XIX, esa diferenciación será engordada en la opción centralista como consecuencia de la fuerte inmigración de masas trabajadoras al llamado de la fuerte industrialización de final del siglo XIX, y sobre todo de la segunda mitad del siglo XX. Las masas de trabajadores que provienen, sobre todo, de la España rural, vienen aculturizados en el mensaje de una España única, y se encuentran con una población autóctona que les hace sentir su rechazo como “maketos” ... Del choque de esas dos identidades culturales se alimenta ese antivasquismo de amplios sectores de estos trabajadores, pese a que la integración en la lucha obrera de finales de los 60 y 70 va limando prejuicios y desconfianzas de manera muy rápida.

La integración en matrimonios mixtos, un real y rápido mestizaje en los años 70 y 80 entre las personas de segunda generación y, sobre todo, en los de tercera generación de esas masas inmigrantes, hace cambiar de manera significativa las identidades de las nuevas generaciones de votantes. Son los nuevos vascos, que ya no se reclaman de la identidad nacional de sus progenitores que todavía tenían ese otro pueblo, referencia de su pertenencia a su territorio de origen. Y estas nuevas generaciones fruto de ese mestizaje son las que pueden estar en la base de este crecimiento real de la opción soberanista no nacionalista.

Si a este fenómeno tenemos el atrevimiento de añadir, de tomar en consideración las masas de jóvenes fruto de generaciones autóctonas que tampoco han conocido la represión y la negación de la cultura vasca, podremos estar en condiciones de explicarnos la pérdida de influencia de las opciones irredentistas nacionalistas vascas. Y cuando decimos irredentistas no lo hacemos en sentido peyorativo, sino en el de aquellas generaciones que nos lanzamos a la lucha antifranquista y por la recuperación del euskara y de nuestra identidad nacional reprimida por la dictadura.

Esa nueva geometría sociológica puede explicarnos la relativa pérdida de lealtades cerradas en la izquierda vasca a la hora del voto, que se expresó por ejemplo en la alternativa sucesiva entre Bildu y Podemos en convocatorias consecutivas. Y esta nueva composición de las clases populares vascas puede ser la nueva base en la que hacerse fuerte una nueva estrategia.

EUSKAL ERREPUBLIKA Y CONFEDERACION DE REPUBLICAS IBERICAS
El ejemplo del procés Catalá nos demuestra que con el 50% de electorado no es suficiente para imponer por la vía de los hechos y de manera unilateral la Republica Catalana. Y para los que decían que la Europa democrática vendría en su apoyo lo menos que cabe opinar es que les ha dejado con el culo al aire.

Con la mitad de sus conciudadanos en contra o, al menos, sin apoyar esa demanda, a la oligarquía española le ha sido relativamente fácil el pararlos en seco. Y solo con la utilización de la parte policial de sus fuerzas armadas. Pero apoyados eso sí, en la legitimidad que le ha dado, por acción u omisión el grueso de los pueblos bajo el estado español.

Dos elementos clave para que el gobierno monárquico haya actuado con tan impune libertad se debe, a nuestro parecer, al factor divisor intra comunidad nacional y la incomprensión de una mayoría de otros pueblos a una tentativa de secesión, de separatismo, que las fuerzas derechistas han alimentado y machacado en las conciencias de las masas populares de esos pueblos.

¿Cómo romper ese techo represor que amarra a todos los pueblos bajo el estado español? ¿Qué estrategia seguir para ello?
Es necesario lograr una relación de fuerzas favorables a la proclamación de repúblicas soberanas en los dos espacios siguientes :

dentro de la comunidad vasca, y por cierta similitud en la catalana, se debe alcanzar una relación de fuerzas favorables en el seno de las propias comunidades. 
En el marco del estado español ganar a nuestro favor un amplio movimiento de masas que sea capaz de frenar los intentos represivos del estado monárquico.

Para ambos objetivos es preciso elaborar unos programas de construcción nacional que incluya de manera proactiva a los sectores soberanistas. Un programa que deje atrás concepciones independentistas en una lectura simplemente separatista, y que sea capaz de discurrir la independencia en una lectura de soberanía solidaria y compartida en lo que soberanamente se decida en cada comunidad.

Una propuesta que llene de contenido Ecosocialista Feminista nuestra reclamación de independencia a la hora de gobernarnos sin imposiciones externas. Un programa que aúne los esfuerzos de todas aquellas y aquellos que desean para nuestro pueblo una sociedad que elimine para siempre la pesada losa de explotación salarial, con unas desigualdades sin justificación en la justicia social… una Euskadi sin opresión nacional y sin explotación y opresión social. Una Euskadi que no tenga que ver con la dominación actual de unas élites oligárquicas capitalistas…

Esa propuesta no podemos alcanzarla con la derecha nacionalista, y por tanto es hora de levantar una propuesta que forje una alianza entre los sectores populares bajo un acuerdo estable por el derecho a decidir. De ese modo pensamos que podemos alcanzar la unión en la lucha de los sectores de izquierda en cada comunidad, pudiendo ser en Euskadi la primera fuerza electoral y el agrupamiento de fuerzas sociales para ir imponiendo la legitimidad en el seno de la sociedad vasca.
Una política de este tipo puede ser el mejor instrumento para combatir el discurso de las fuerzas españolistas que se presentan ante las masas populares como los auténticos defensores, la última muralla frente a la disgregación egoísta y anti-solidaria de los pueblos que reclaman su soberanía nacional.
Para desarmar ese mensaje tan útil al nacionalismo españolista centralista se debe resituar nuestra lucha ideológica destacando el aspecto solidario de nuestras pretensiones. No queremos romper la solidaridad entre los trabajadores, y frente a su acusación de separatismo egoísta, podemos lanzar la consigna de: “ni unionismo negador de libertades nacionales ni separatismo rompedores de la solidaridad interpueblos”; “ni unionismo centralista ni separatismo excluyente: confederalismo”.

La lucha de cada comunidad nacionalista de modo unilateral ya se ha comprobado como insuficiente para una estrategia victoriosa. En cuanto a las fuerzas nacionalistas de derecha, no debemos olvidar que las fuerzas nacionalistas de derecha catalana fueron en buena parte los bruñidores de la actual constitución monárquica, y que la derecha nacionalista vasca está muy cómoda con el statu quo, sistema neoliberal capitalista con la que comparte al ciento por ciento su filosofía y política económica.

Las fuerzas Ecosocialistas Feministas vascas no pueden soñar con que la derecha nacionalista esté dispuesta a arriesgar lo más mínimo por la República vasca. Si en el procés hizo historia aquella proclamación de sus diputados en el sentido que la República no merecía derramar una gota de sangre, para significar su voluntad pacifista, la derecha nacionalista vasca se guía por no meterse en aventura republicana alguna que suponga el mínimo riesgo de perder las cotas de poder adquiridos bajo el actual régimen. Ya no se trata de no derramar una gota de sangre sino de ni siquiera perder en lo mínimo la bolsa de los euros.

Proponemos un cambio de estrategia y de tácticas, en la esperanza de que ésta nueva estrategia pueda romper los techos que nos imponen las derechas oligárquicas de Madrid, pero también los de casa.
Nos preguntamos: ¿qué sentido tiene el construir una Euskal Errepublika en un afán de simple separación, de proponer una vida comunitaria fuera de la colaboración con nuestros pueblos vecinos? La fijación de fronteras en un estado separado podía tener su sentido hace 50 años, pero en el marco de relaciones de interdependencia nacional actual, se presenta como una idea sin visos de realidad. ¿Acaso no estamos en una unidad europea con la que compartimos poder, y a corto plazo posiblemente sigamos perteneciendo?

Nuestra propuesta asegura la soberanía de cada república nacional y busca la colaboración sinérgica entre todos los que compartimos esta península, rodeada de mar y separada del resto por la cadena Pirenaica. Compartir desde nuestra soberanía con los pueblos que nos rodean, puede ser lo más conveniente para alcanzar esas comunidades libres, solidarias Ecosocialistas Feministas que proclamamos las fuerzas del cambio.

Somos pueblos con diferencias en grados de desarrollo industrial, de especialización en producciones, por lo que las sinergias positivas favorecen una integración confederal. Y retos, como el del cambio climático en el que estamos envueltos en el mismo mapa geográfico. O, en el reto de la transformación energética, donde a nadie relativamente informado se le escapan las potencialidades de los extensos territorios soleados de la meseta central y del sur de la península a la hora de la producción de la energía solar, energía del futuro.

¿Cómo se asegura esa soberanía nacional? Se preguntará más de una persona.
El modelo que se propone es el de una Confederación de Republicas Soberanas, y no la de una República Federal unitaria. En el modelo confederal el sujeto de soberanía política está reservada a cada comunidad nacional mientras en el modelo federal el sujeto de soberanía política es el conjunto de todos los pobladores de esa Federación. Este modelo puede colmar las ansias de soberanía nacional de cada comunidad, más interiorizado en las fuerzas nacionalistas y en la medida que asegura la pertenencia a una organización política común, la Confederación Hispánica en la vía de la Confederación Ibérica puede dar satisfacción ,asimismo,a los compatriotas que así lo desean.

Cuando hablamos de una nueva estrategia para la acumulación de fuerzas pro-soberanistas, en primer lugar, hablamos de la necesidad de esa acumulación de fuerzas en clave interna, dentro del territorio de Euskal Herria, pero no se agota en ese nivel. Aún en el caso de lograr tal relación de fuerzas favorables en nuestra comunidad, resulta improbable imponer ese derecho de autodeterminación sin tener en cuenta otra relación de fuerzas: la del estado centralista español. Ese nacionalismo españolista no parece que vaya a conceder tal derecho por simple cambio de idea o de convencimiento moral. Por tanto, una nueva estrategia debe tener en cuenta ese obstáculo exterior a la comunidad vasca pero que es el que tiene el argumento en última instancia, el argumento de la fuerza del estado.

La experiencia histórica nos enseña que la fuerza del estado opresor no descansa solamente y únicamente en la fuerza represora, sino fundamentalmente en la fuerza que le da la legitimidad ante sus ciudadanos para hacer uso de la represión. En el medio plazo, sobre todo en sociedades organizadas de manera democrática representativa, la carencia de tal legitimidad en el ejercicio del poder represivo termina con su reprobación por las masas populares.

Esta es pues la otra cara de una nueva estrategia: levantar una salida, un programa de reorganización territorial que sea asumible por el resto de pueblos y comunidades de Hispania, de manera que vaya quitando la legitimidad a este estado monárquico oligárquico. No olvidamos que el esfuerzo debe hacerse en cada comunidad, y que los ritmos de acumulación de fuerzas no van a ser necesariamente unívocos en el tiempo, ni igualmente amplios en los territorios. Pero apoyándonos mutuamente, los distintos pueblos podemos ir creando las condiciones para que aquellos que avancen más rápidamente puedan tener la ayuda de los demás, a la vez que los más atrasados en la tarea puedan ser espoleados por los más avanzados.

Asegurar la confraternización de las clases trabajadoras, su acción unitaria en la lucha común por una sociedad socialista es una tarea primordial para los internacionalistas. Combinar esa unidad internacionalista al tiempo que se defienda el derecho a la construcción nacional de los trabajadores de cada nación, es nuestra prioridad.

No obstante, a que podamos estar de acuerdo en las bondades de esta estrategia tampoco podemos olvidar otra interrogante: Pero, ¿este camino es viable? Bien, aceptemos un nuevo interrogante: aunque sea moralmente buena, éticamente justa y políticamente correcta, ¿es una estrategia viable, practicable? o ¿estamos ante deseos quiméricos?

¿Deseos quiméricos u objetivos realizables?
De entrada, constatamos la realización de un frente común por la coalición de fuerzas nacionalistas de izquierda, que ha sido operativo en las últimas elecciones europeas bajo el eslogan de Ahora Repúblicas. Sus resultados arrojan unos buenos datos. Pero además de ello, un pensamiento atento puede vislumbrar la importancia de que en comunidades, ciudades y pueblos fuera del marco territorial de esas fuerzas, centenares, incluso millares han votado por esa coalición. Y eso pese a que esa coalición no ha abierto sus candidaturas a esas poblaciones durante esa campaña electoral. Esa incipiente empatía nos parece muy a tener en cuenta a la hora de lanzar una estrategia confederalista. Si sumamos a esta realidad aquellas fuerzas que pueden asociarse perfectamente a una estrategia confederalista para toda la península, las voces que en Andalucía comienzan a reclamar la soberanía en el mismo grado que las demás naciones, e incluso las recientes proclamaciones de la comunidad leonesa, la esperanza en acumular fuerzas adquiere otro viso más optimista.

Ante el empantanamiento del procés catalá y el uso de la descarada violencia represiva por el estado español como única y última razón de estado, estamos observando la publicación de artículos de opinión que se atreven a reclamar la federación de repúblicas, incluso la confederación, de la pluma de fuentes variadas de la izquierda peninsular.

Y ¿qué hay de la opinión pública? Más allá de la opinión publicitada nos encontramos con la encuesta del CEO catalán, realizada a lo largo del Estado español, y que arroja unos datos nada desdeñables. Si el 40% de los consultados están de acuerdo en que se realice el referéndum y una cifra parecida, según otras encuestas publicadas, están por la inclusión del derecho de autodeterminación en la Constitución, esos datos nos están indicando algo: es posible que la cantidad de gente que puede apoyar una salida de tipo confederal es mucho mayor de lo que los medios de comunicación del sistema nos quieren hacer ver.

¿República federal o confederación de repúblicas?
Una república federal asimétrica, donde las naciones peninsulares que así lo decidan puedan estar asociadas con el derecho a su autodeterminación cuando así lo expresen sus propios ciudadanos, es decir manteniendo la soberanía política en sus manos, puede ser una fórmula aceptable por las naciones sin estado.

Pero otra fórmula, la de la confederación de repúblicas libres, parece más en la línea de una vieja aspiración de los pueblos peninsulares, que se concretó en el movimiento republicano del cantonalismo de corta vigencia a finales del siglo XIX y que tomó forma en la proclamación de la primera república en el año 1873.

Confederación de repúblicas, federación asimétrica, u otras fórmulas de estados asociados, pueden ser formas de acercarnos a esa vieja aspiración de los demócratas y socialistas revolucionarios, la convivencia fraternal entre pueblos iguales en poder, pero diversos en su ser.
Apostemos por la unidad de fuerzas de las masas trabajadoras, explotadas y humilladas de todos nuestros pueblos. Perdamos las ilusiones en alianzas con las derechas nacionalistas.

Solo la unidad de las personas que aspiramos a un mundo Ecosocialista Feminista e Internacionalista puede asegurar nuestra victoria, la victoria de las trabajadoras y los pueblos oprimidos. Las clases trabajadoras vascas, andaluzas, extremeñas… no tienen interés alguno en oprimir a las demás. Nuestra suerte bajo el capitalismo oligárquico español nos ha hermanado en el espacio y en el tiempo histórico presente.

Seamos lo suficientemente inteligentes para unir nuestros esfuerzos sin dejarnos engañar por los cantos de sirena de nuestras respectivas clases capitalistas y sus líderes derechistas. O lo que es peor, caer en el autoengaño de confundir nuestros deseos con la realidad, la querencia de una acumulación de fuerzas con la derecha nacionalista. La única manera de arrancar a las masas populares que siguen cautivos de la ideología y política del PNV hacia posiciones abiertamente combativas, solo se dará como resultado de una ofensiva de masas populares que aparezcan ante ellos como una posibilidad práctica de victoria. Y cuando eso llegue, cuando seamos capaces de situar la lucha en esos parámetros, es posible que el olfato oportunista del PNV gire hacia una posición de colaboración con la nueva relación de fuerzas.

Desde un punto de vista táctico, la defensa intransigente de los valores y objetivos económicos, sociales y culturales de las masas trabajadoras, desde un programa de izquierda Ecosocialista Feminista, sin edulcoraciones o rebajas en aras a un común denominador con la derecha, es la táctica correcta para ir ganando la mayoría electoral y social.

Un programa claramente definido en la defensa de los intereses de las clases trabajadoras junto a programas específicos para las distintas clases pequeño burguesas, es la ruta a seguir. Planificación indicativa, empresas auto-gestionadas, cooperativismo… nacionalización de la banca, de las empresas oligopólicas y una regulación de PYMES que combine la libertad de empresa con la protección y participación de las trabajadoras.

Asumamos el reto de ser las masas trabajadoras las que abanderen la lucha por dar a nuestras comunidades nacionales el carácter Ecosocialista Feminista, la identidad cultural propia basada en valores de justicia, honestidad y libertad solidaria. Una identidad nacional en la que las mujeres cubran con su color morado la bandera del futuro.

La táctica del momento: hoy todas por una, mañana cada una por todas.

Isidoro Apraiz, sociologo

lunes, 27 de abril de 2020

"LA LÍNEA INVISIBLE" ATRAVIESA UNA LÍNEA ROJA

"La línea invisible" es una serie de TV dirigida por Mariano Barroso que habla de ETA de finales de los 60, la de Eskubi y Txabi Etxebarrieta y que, hasta la muerte de Melitón Manzanas, se había centrado en la concienciación y la propaganda armada. Es un relato bien contado pero sesgado y de parte. Plantea una historia donde los malos son casi buenos, un poco rudos sí, pero humanos en su banalidad (a lo Hannah Arendt), ya se trate de un chaval en el sitio equivocado, como el guardia civil José Pardines, o de un torturador, como Melitón Manzanas, cuya nómina de torturados fue tan incontable, que el de la serie es un pálido y casi simpático reflejo. ¿Víctima ilegítima como un Luther King? ¿O más bien un ajusticiado como un Mussolini colgado o un Ceaucescu fusilado?
Dilemas morales... que son planteados desde la mirada de hoy, no en su momento histórico. Releer las historias, con ojos de hoy y fuera de contexto, las falsea y les hace decir -porque se sabe lo que siguió- lo que se quiere que diga. Una posverdad.
En cambio, los buenos -los que lucharon por un ideal desde el riesgo máximo contra una dictadura-, aquella ETA es presentada como romántica, sí, pero le añaden tres atributos inciertos.

Primero un afán desmedido por empuñar armas, tenerlas permanentemente encima de la mesa etc, y que no se corresponde con las actitudes de la época, cuando las usaban solo en previsión de un encuentro policial fortuito, o para "requisar" fondos, o en autodefensa -como ocurrió con Txabi, o con Mikel Etxeberria que, herido y escapando, mató al taxista Fermín Monasterio por oponerse a trasladarlo y enfrentársele, según relató.

Segundo, que dio el salto al terrorismo y "no sirvió de nada" dice un personaje. Se banaliza el término terrorismo. El padre Ellacuría –en una conversación que mantuvimos en los primeros 90 en El Salvador- tenía clara la diferencia entre terrorismo y violencia cuando distinguía entre coches-bomba (terrorismo con víctimas colaterales) y bombas en los coches, aunque también decía, y llevaba razón, que no todo es legítimo en la lucha contra una dictadura.
Matar está mal, cierto. ¿En una guerra?. ¿En legítima defensa? Mucha gente se reconoció en la muerte de Manzanas, planteada como una ejecución expeditiva, de justicia popular contra un régimen sin justicia. ¿Se cruzó la línea invisible colectivamente?
Francisco de Vitoria (siglo XVI) habla de la legitimidad del principio de resistencia a la autoridad injusta en los términos de un derecho subjetivo de autodefensa. La dictadura reunía condiciones que legitimaban la confrontación directa y que, después, en democracia ya no se dieron, a pesar de su mala calidad que no fue ni la exigida ni la posible. Pero tampoco fue regalada, pues costó vidas, cárcel y huelgas sin cuento.

Tercero, se la sitúa como el origen del mal que abrió una caja de Pandora que ya no se pudo parar cuando lo cierto es que el caso Manzanas fue la excepción y no la regla en aquella ETA. No hubo rosario de atentados. Tuvieron que pasar cinco años desde 1968 hasta la muerte de Carrero Blanco (1973), para que la letalidad se colocara en el centro de la estrategia... de otra ETA.

El leitmotiv de la serie es que aquella ETA es responsable de lo que hasta 2011, hicieron las siguientes ETA, porque en su nivel discursivo y organizativo ya estaba el germen del "horror y la tragedia que habíamos contribuido a engendrar" dice el mismo personaje.
Es el determinismo; como si la historia real de las personas, los pueblos y las clases, no tuvieran opciones en cada momento para empujarla en una u otra dirección, y todo estuviera ya escrito. El libre albedrío y el derecho a cambiar la realidad por los suelos. Un mensaje reaccionario donde los haya.
Y no fue verdad. Las diferencias fueron cualitativas: en referentes de clase; en ideas fuerza; en las praxis respectivas; en los modelos organizativos; en la hegemonía y autonomía del brazo militar sobre la corriente política; en la idea de los límites de la violencia; en las alianzas; en el rol del debate; en la idea de democracia...

LA DICTADURA, TXABI Y EL "RELATO"
La dictadura y sus largas maldades no están en la serie; solo en sordina, edulcorada, aunque tampoco se la salve explícitamente. Aparece naturalizada (los guardias civiles saludados en las tabernas, se echan novias autóctonas) y la sociedad está alegre y dicharachera (el parque de Igeldo a rebosar). Un orden que, al fin y al cabo, no era tan malo...
El mensaje es que el horror lo generaron, sobre todo, quienes intentaron combatir la dictadura con una violencia de respuesta, cuando hasta la muerte de Franco fue relativamente comedida (salvo el infausto acto terrorista de la Cafetería Rolando en septiembre de 1974). Tampoco es cierto que estuvieran solos como sugiere la ficción. Eran parte de algo mucho más grande: el antifranquismo.
El Txabi de la serie no es el que nos dio una charla de captación en San Ignacio (Bilbao) en 1966 ni el que cuentan los que le trataron en su último año de vida y que le describen con ganas de vivir, enamoradizo, sin vocación de mártir, que amaba el paisaje urbano de la Ría, sus ruidos fabriles, sus barcos recostados o los Altos Hornos que incendiaban el cielo con rojas auroras boreales.
Claro que remarcar que tomaba Centramina quiere situarle a Txabi en desvarío ansioso, sacrificial y colgado, y es útil para desacreditarle. La información la dió Sarasketa en una extraña entrevista a El Mundo en 1998. Y solo dijo: "Había tomado centraminas y quizá eso influyó". De ahí a la maledicente deducción, hay un abismo.

En cambio, Pardines aparece reivindicado, como un chico sin doblez, víctima de un asesino, y no como carne de cañón funcional de una Dictadura, que le puso en primera línea para perpetuarse. Presentar a Txabi como un asesino, y no en autodefensa ni como víctima que no podía dejarse detener para ser torturado y poner en peligro a otros, se me antoja perverso cuando, con las distancias debidas, se les reconoce ese rol a El Ché o Sandino que también pegaban (muchos más) tiros.
Asimismo en la relación entre José Antonio –a quien también conocí- y Txabi, se sugiere la intención vicaria de vivir en el cuerpo del otro. Me parece calumnioso. Y es que José Antonio, con origen en EGI, no era de ETA y malamente podía pasarle el testigo a su hermano, aunque sí tenía un importante ascendiente ideológico, por amistad y ayuda, sobre varios dirigentes de la época. Historiaba sobre ETA y su evolución, era colaborador (ayudó, por ejemplo, a escribir el borrador del informe Txatarra para la Vª Asamblea), hombre de ideas, aparte de abogado y divertido conversador.
La serie ha aceptado las tesis de una de las partes reconocibles en el hervidero de la lucha por el "relato" sobre Euskal Herria y la violencia, puesto que hay, al menos, dos asesores que figuran en los títulos de crédito que están en ello full time, mediante sendas fundaciones. Es más, la película misma se entiende desde la intención de la lucha por el relato.
Lo mejor de la serie es que recuerda que está socialmente pendiente el debate sobre lo que pasó hasta 2011, un ejercicio tan doloroso e imprescindible, como legitimador y sanador para todas, repito todas, las corrientes, y al que ni Patria ni La línea invisible contribuyen más que para embarrar.

En suma, se cuenta mal, bellamente mal, con sesgo reaccionario, un trozo de nuestra historia que algunos recordamos muy distinta y más real.

Ramón Zallo, Catedrático Emérito de la UPV-EHU

LOS EFECTOS DE LA COVID-19 Y LA MCP

Se acercan tiempos difíciles con grandes retos a la sociedad y que según la OMS lo peor está por venir. Se prevé que las consecuencias de la pandemia Covid-19 agravará la situación socio-económica global, a la que tendremos que enfrentarnos por el pago de la factura sanitaria, el parón productivo con resultado del paro, el endeudamiento individual, colectivo y de las administraciones, la disminución de ingresos por impuestos y consumos en las haciendas respectivas, el aumento de los gastos sociales con la generalización de la renta básica, la morosidad, los previsibles gastos sanitarios para prevenir rebrotes de la actual o futuras pandemias, etc.
Para tratar de salir de esta situación de crisis global con los menores daños posibles, desde las instituciones Europeas hasta las Locales, pasando por las Estatales y Autonómicas, se están planteando profundos cambios de enfoque económico, político, social y ambiental que obligan a repensar las inversiones públicas. Se insiste en que no podemos cometer los mismos errores que nos han llevado a esta crisis, para lo cual se necesita una política global basada en el ahorro y la eficiencia. La lucha contra el Cambio Climático y el deterioro ambiental con la reducción de la biodiversidad, son tareas imperiosas que no deberemos olvidar si queremos mantener el Planeta Tierra en condiciones habitables. Esto conllevaría reducir el despilfarro de recursos, austeridad en el uso y consumo de energía y recursos naturales y aplicar la economía circular desde los residuos a nuevos productos.
En este nuevo y preocupantes contexto de sobreendeudamiento general, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), compuesta por entes locales como Ayuntamientos y Concejos inmersos en las consecuencias de la pandemia presente, debería revisar también su actuación pasada y actual para adoptar, en lo que concierne a sus competencias (Agua, Residuos, Transporte Público, Parques Fluviales) nuevos criterios acordes con la nueva realidad. 
Como colectivo preocupado por el tema de los residuos, la Compañía de las Tres Erres (reducir, reutilizar, reciclar) planteamos a la MCP un profundo cambio de rumbo en las inversiones de acuerdo con la nueva realizad. 
La mayor inversión de la MCP prevista para este y próximos años, es la construcción de la macroplanta de tratamiento de residuos en  Imarcoain, con un gasto anunciado inicial de 65 millones de euros. Estaba previsto financiarla con medios propios y ayudas del Gobierno de Navarra, pero con los grandes recortes presupuestarios especialmente en obras públicas que llegarán por la caída de la recaudación, la obra será muy difícil o imposible financiarla. Sería un crimen cargar ese gasto sobre los ya maltrechos bolsillos de los usuarios de los servicios de la Mancomunidad. Pero por encima de los problemas económicos está en cuestión la necesidad real de esa macroplanta, su ajuste o no a las actuales Directivas y Leyes sobre residuos, tanto europeas como estatales, así como su encaje medioambiental. Veamos:
Como solución a la gestión de los residuos la MCP presenta una planta de ingeniería y tecnificación compleja y centralizada alejada del control abierto y democrático de la ciudadanía, con una inversión desmesurada y de dudosa eficacia. Este criterio se contradice por completo con las prioridades de “descentralización y autonomía” que la legislación vigente fija para el tratamiento de los residuos. 
En esa planta, el tratamiento de los biorresiduos, es decir la materia orgánica que constituye el 40-45% de nuestros residuos, tanto los bien separados del 5º contenedor, como los llenos de impropios del contenedor de Resto, se someten a un proceso de biometanización, cuyo objetivo es la producción de metano. Con este sistema se incumplen las leyes y directivas, que cada vez más insisten en el compostaje directo de la materia orgánica bien separada de impropios, para conseguir un compost de calidad. Este compost podría sustituir en parte a los fertilizantes químicos industriales que terminan nitrificando y desertizando los suelos de cultivo, a la vez que contaminan los acuíferos del subsuelo. 
Los técnicos partidarios de obtener metano en la planta, se entusiasman con la energía que podrán aplicar al transporte en autobuses y camiones de la propia MCP, camuflando bajo el término ‘bio’ (de biometano) una supuesta energía renovable que en absoluto lo es. Primero porque no renueva los alimentos de donde proviene, cosa que sí cumple el compost. Segundo porque ese metano debe ser purificado de los compuestos de nitrógeno, azufre y otros, lo que incrementa considerablemente su coste. En tercer lugar porque la materia residual del proceso que se intente compostar "el ‘puré bio-digerido", ha perdido muchas de las cualidades nutrientes del compostaje directo y además contendrá metales pesados que acabarán probablemente en las tierras de cultivo y finalmente en nuestra mesa. Además ese metano termina quemándose como combustible similar a los de origen fósil, produciendo la contaminación y el deterioro ambiental correspondiente.
Por todo esto, las Directivas y Leyes de residuos desaconsejan y anuncian su negativa a facilitar créditos o ayudas para financiar plantas de tratamiento de residuos (Incineradoras, Tratamiento Mecánico- Biológico, etc.) que se dediquen a la producción de energía.  
¿Ha hecho la MCP algún estudio de costes-beneficios para la planta prevista? Que se haya publicado no. ¿Hay algún cálculo del coste de obtención de cada m3 de metano producido en la planta, incluyendo los costes ambientales? No se conoce.
En el proyecto de la planta de Imarcoain no se dice nada del correspondiente vertedero. No figura en los textos ni en los planos. Ante la pregunta de dónde está previsto, algún dirigente de la MCP ha contestado que “no se necesita”. No existe en el mundo planta alguna del tipo de la proyectada en Imarkoain sin vertedero. Se necesita para depósito de rechazos y son bastante voluminosos, fundamentalmente los del "digerido" sobre todo los resultante de la biometanización de los contenedores de Resto, que debido a su grado de contaminación no sirve ni para fertilizante orgánico. Además están los rechazos de envases y materiales imposibles de reciclar. ¿Piensan trasladar todos esos rechazos a otro lugar mediante caravanas de camiones? 
Proponemos priorizar el tratamiento de la materia orgánica mediante el Compostaje individual y Comunitario, con la participación activa de la ciudadanía en origen, con la selección de los residuos desde los hogares. La materia orgánica del 5º contenedor, debería llevarse a Plantas de Compostaje descentralizadas distribuidas por todo el territorio. Deberían ser tecnológicamente sencillas y de pequeño tamaño, ubicadas estratégicamente cerca de donde se producen los residuos para así disminuir el trasporte, incluso con la posibilidad de que parte de la maquinaria sea compartida.
Dada la situación creada por la pandemia, ha llegado el momento en que la situación social y económica nos obligua a repensar y tomar soluciones más racionales y diferentes a las que se han tomado hasta ahora. Respecto a los residuos, se debería trabajar conjuntamente de forma democrática, implicando y haciendo consciente a la ciudadanía de que la solución al problema de la buena gestión de los residuos, pasa por su participación directa desde casa y no por la construcción de grandes y costosas plantas.

Ana Malón, Julen Mendiguren, Juan del Barrio (miembros de la Compañía de las Tres Erres, (Reducir, Reutilizar, Reciclar)

domingo, 26 de abril de 2020

PACTO DE RECONSTRUCCIÓN EN NAVARRA, UN MODELO PROPIO

La presidenta Chivite quiere impulsar en Navarra un gran pacto político, económico y social bajo la idea general de reconstrucción de las consecuencias sociales, laborales y económicas que deje tras de sí la crisis del COVID-19. Parece lógico en esta situación buscar acuerdos que empujen en positivo desde las instituciones y la política la labor de responsabilidad que está demostrando la inmensa mayoría de la sociedad en favor de los intereses generales y del bien común. Pero que tenga cuidado Chivite. A veces, estos pactos los carga el diablo. Le basta ver el recorrido errático que ha tenido la propuesta similar de Sánchez en Madrid. Planteó en principio una reedición de los viejos Pactos de la Moncloa del siglo pasado, en 1977 cuando el cadáver del genocida Franco aún respiraba en los poderosos núcleos de poder del enorme aparato franquista instalado en todos los resortes del Estado. De hecho, de aquella operación, más allá de la progresiva consolidación de un sistema democrático parlamentario, el tardofranquismo fue el principal ganador. Y las consecuencias de aquella victoria siguen aún hoy, 40 años después, lastrando la calidad y madurez de la democracia española. Esa propuesta hizo aguas rápidamente. El PP no tiene intención alguna de ofrecer colaboración ni de arrimar el hombro con Sánchez en esta crisis. Su objetivo único es tumbar su Gobierno, desbancar a Podemos, romper las alianzas políticas de Sánchez con el PNV y otros sectores nacionalistas y de izquierdas y recuperar por la vía que sea el poder. De hecho, ni siquiera el pacto se debatirá en Moncloa. La idea es buena, pero la gestión política ha derivado en otro fiasco que deja el camino libre al PP y a Vox para convertir esa comisión parlamentaria en un escenario de teatro político de la peor calidad y un altavoz mediático más de su acoso y derribo a Sánchez. Más en un momento en que sus relaciones con los aliados que le han llevado a Moncloa atraviesa momentos de desconfianza. En todo ello debe pensar Chivite. Es cierto que su situación de partida es mejor aritméticamente. La coalición de Gobierno con Geroa Bai y Podemos ya le garantiza más votos que los 20 de la coalición de derechas. Y si le añade a EH Bildu e I-E, que votaron la investidura de Chivite y posibilitaron los Presupuestos de 2020, la suma llega a 30 parlamentarios de 50. De esos apoyos mayoritarios en la Cámara debieran salir las bases del Plan de Reconstrucción que necesitará Navarra y tratar de incluir en su contenido a agentes sociales, económicos, académicos, economistas, ayuntamientos, etcétera. Y a Navarra Suma. Aunque los discursos de García Adanero y Sayas compitiendo con Vox contra el Gobierno de Sánchez no apunten a una actitud constructiva. Ni tampoco el disimulado discurso del palo y la zanahoria de Esparza, que no oculta su ansia por recuperar la senda de la bronca en Navarra. La propuesta es necesaria, pero debe ser eficaz en sus resultados. Y para ello parece imprescindible contar con apoyos garantizados de partida. Navarra se juega mucho en los próximos meses y buena parte del desenlace final dependerá de las decisiones que adopten los responsables políticos desde la capacidad del autogobierno. Por ejemplo, la emisión de deuda, repensar los Presupuestos o adecuar la fiscalidad. La credibilidad y la sostenibilidad del Gobierno de Chivite arriesga también mucho en esas decisiones.
Joseba Santamaría, en Diario de Noticias

OSASUNA Y EL CLERO ANTIFASCISTA

Navarra clerical, tradicionalista, meapilas, conservadora, carlista y sublevada con Franco contra la República, ¿Quién no ha escuchado nunca esto? Osasuna reducto de derechas del fútbol navarro. Y, sin embargo, seis personas vinculadas al club fueron fusiladas y otros muchos casos represaliados de distintas formas. Si recorremos las biografías de sus fundadores, vemos que no eran de derechas en su mayoría y, en algunos casos, aparecen clérigos vinculados al club que demostraron su antifascismo de manera decidida.

0 muertos en el bando sublevado en Navarra. Los rojos no quemaron iglesias, no mataron curas, tampoco militares, policías, carlistas ni falangistas. Los sublevados (militares, carlistas, falangistas y clero), por su parte, produjeron un reguero de sangre. Llama la atención que bajo la exaltación de la fe cristiana mandaran asesinar cinco sacerdotes: Victorino Aranguren, Santiago Lucus Aramendía, José Otano Miguelez, Eladio Celaya y Pedro Martínez Chasco. En total, una nómina de 2.700 fusilados en Navarra.

ESCOLAPIOS, CÁRCEL DE ROJOS Galo Vierge recuerda en sus memorias, tras abandonar la cárcel y en compañía de su mujer acuden a Escolapios, sede las Juntas de Guerra Carlistas. Allí daban las órdenes y realizaban las listas negras de detenidos. Entrar detenido significaba acabar en el pelotón de fusilamiento. Los falangistas habían regresado a su casa para detenerlo que, por precaución, se ausentaron. La pareja quería saber sobre su situación. Se dirigieron al jefe de los carlistas Benito Santesteban, éste llamó a un capellán militar de nombre Antonio y le indicó que los acompañara a comisaría. En el camino, el capellán les comentó su mal día: acababa de dar la extremaunción a 17 personas. Al llegar a comisaría: "Yo no he mandado detener a ningún Vierge", fue la respuesta. Antonio advirtió a la pareja: "Le aconsejo a usted que esta noche no duerma en casa".

Alejo Eleta era el sacerdote que bendijo el Campo de San Juan el día de su inauguración el 21 de mayo de 1922, se enfrentaban Osasuna y Arenas de Getxo (2-0). El fundador de ELA en Navarra, Benjamín Zilbeti, con motivo del centenario del sindicato abertzale, contó que fue Eleta quien le salvó la vida, lo escondió para evitar que lo fusilaran. Eleta fue uno de los máximos impulsores del cooperativismo agrario navarro, del Estatuto Vasco-navarro y participó en el Congreso de Estudios Vascos, "Bancos populares y Cajas de ahorro" fue el título de su conferencia.

Agosto de 1936, Olaechea ordena al sacerdote Añoveros una misión. "Auxiliar" en Valcaldera, 52 rojos listos para fusilar en nombre de Dios y sin juicio. Natalio Cayuela, expresidente de Osasuna, uno de los 52. Añoveros le dio la extremaunción. Olaechea exaltó el crimen y le llamaron cruzada y Añoveros fue testigo y protagonista de aquello. Parece que también participó en el diseño de las listas. 40 años después Antonio Añoveros Atáun, cuñado de Félix Azagra Noain, fundador y jugador de Osasuna, era el Obispo "rebelde" de Bilbao y en una homilía de su diócesis algún sacerdote dice " (€) El pueblo vasco tiene derecho a una organización socio-política que reconozca su propia libertad". Aquello desencadenó una crisis sin precedentes. Arrestado en su domicilio se negó a salir del país, al exilio. Si lo pedía Roma, entonce sí. Saltaban chispas en las relaciones entre Iglesia y Estado franquista. El momento más crítico durante 40 años de dictadura. El Ministerio de Asuntos Exteriores redactó una nota comunicando la ruptura de relaciones con el Vaticano y un avión esperaba en Sondika para que Añoveros abandonara el país. La crisis terminó cuando Franco intercedió y acabó cediendo. Con anterioridad, Añoveros había declarado: "La jerarquía, la Iglesia, ha de estar muy cerca de los oprimidos, de los que sufren". En Valcaldera él eligió el bando de los opresores.

Ramón Echarren Sanzmagaray fue fundador, jugador, primer capitán de Osasuna y duodécimo presidente Colegio de Árbitros (1947-48). Su hijo Ramón Echarren Ysturiz, Obispo en Canarias, en 1971, en plena dictadura, realizó una ponencia que solicitaba a la Iglesia una posición pública crítica con su papel y justificación del golpe y la guerra civil. La jerarquía se quedó de piedra. En un artículo de prensa publicado en 1997 lo volvería a recordar y exigía perdón. Recientemente falleció y en uno de los obituarios destacaban que su corazón estaba dividido entre Athletic Club y Osasuna.

LOS GOIBURU, SAGA DE FUTBOLISTAS Y CURAS Destacaba Seve Goiburu famoso jugador de Osasuna, delantero, internacional, lo fichó el FC Barcelona en 1929, se retiró y pasó a jugar a pelota vasca proclamándose en dos ocasiones campeón de España a sus 40 años. Cuatro hermanos Goiburu compartieron a la vez la camiseta de Osasuna y dos –Jesús y Estanis– le acompañaron en el Barça. Uno de ellos, Joaquín, además de futbolista acabaría siendo sacerdote, junto a Luis, otro hermano. Y testificaría en el caso de de Julio Larraya, soldado republicano hecho preso por los militares cuando huía a Francia en el barco Montseny. En el mismo barco se encontarba el diectivo de Osasuna Carmelo Monzón. Al caer Gijón, no quedaba otra que huir o entregarse. Julio había cambiado de bando y se exponía a una condena de muerte bajo la acusación de ser izquierdista. En juicio militar celebrado en julio de 1938, los hermanos Goiburu Joaquín y Luis, testificaron en su favor ante los falangistas que pedían su condena a muerte. Finalmente, salvó la vida, fue indultado pero condenado a cadena perpetua.

Guillermo Múgica es un sacerdote navarro adscrito a la Teología de la Liberación. Perteneciente a una generación conocida como curas "obreros" donde encontramos los Larrainzar, Ekiza, Lezáun, Erdozain y otros muchos. De haber vivido la guerra, pasarían a ser conocidos como rojos. De familia carlista guipuzcoana, su abuelo era el músico Remigio Múgica, fundador del Orfeón Pamplonés. Pedro Múgica, su padre, jugó en La Deportiva pero enseguida pasó a formar parte de Osasuna en aquellos primeros años. Jugó dos o tres temporadas con lo rojos. Políticamente se desmarcó de la tradición familiar. Inculcó los valores humanos y la entrega hacia los más débiles. Guillermo es reconocido teólogo cuyo relato va más allá de su origen católico. "Su persona enlaza con cierta parte del clero situada al margen de la jerarquía, cuya trayectoria les hace trascender su origen y fundirse y enganchar con la sabiduría más universal sobre la vida y la comunidad humana", es la definición de un amigo de su familia.

Osasunaren Memoria

sábado, 25 de abril de 2020

EL CAMPO BUSCA TRABAJADORES. "LOS ESPAÑOLES VIENEN UN DÍA Y NO VUELVEN"

La agricultura, a pesar de ser un servicio esencial que no ha parado ni durante la etapa más dura del confinamiento, no atraviesa su mejor momento. La crisis de los precios ha dejado paso a otra crisis: la de la mano de obra, ya que los agricultores de muchos puntos del país no encuentran quien le ayude a recoger sus frutos. Y os agricultores lo tienen claro: "Los españoles vienen a trabajar un día y no vuelven".
La agricultura que tiene dos dificultades: la falta de mano de obra y los problemas que hay para colocar los productos en los mercados. Ahora mismo es temporada de distintos productos en varias zonas del país. En Huelva se solapan la recogida de fresas y frutos rojos. En Extremadura hay falta de mano de obra para esquilar, y con el ajo, en Castilla la-Mancha también hacen falta jornaleros, tal y como relata el periodista Nicolás Castellano en Cadena SER.
Falta mano de obra, los llamamientos de las asociaciones de agricultores reclamando más de 150.000 jornaleros para las distintas temporadas no se han cubierto en lugares por ejemplo, como Guadalajara. Nos calzamos las botas de agua y les pedimos que nos acompañen hasta Torre del Burgo, donde cuando sale el sol, comienza una nueva jornada.
Este municipio tiene la mayor tasa de población extranjera de España, el 90% son europeos del este, atraídos por el empleo abundante del campo, pero que a causa del coronavirus muchos de ellos no han podido llegar a la temporada del espárrago. Las consecuencias para las cosechas son demoledoras.
En estos terrenos de los hermanos Urbina, que están entre los empresarios del espárrago verde más importantes de España y que exportan a media Europa, no pueden contar con los más de 200 trabajadores procedentes de Bulgaria que suelen contratar para la temporada. Para intentar paliar este efecto, lo han intentado con los españoles en paro, activando el plan del ministerio de Agricultura. Pero no ha funcionado en la mayoría de los casos.

Arquitecta en el campo
Sin la mano de obra extranjera de los temporeros búlgaros las pérdidas son considerables, como explica Basilio, que empezó de jornalero y que desde hace años es el encargado de una explotación. "Estamos esperando que venga gente de Bulgaria, los españoles vienen un día y no vuelven", comenta.
De los 50 contratos que han hecho a españoles en paro en esta crisis de coronavirus solo 10 han aguantado. Entre ellos se encuentra Esther, una aparejadora que, de soñar con un puesto en el ayuntamiento de Madrid, ha acabado de momento en el campo. "Estaba opositando, terminé en febrero el examen y aún no sé la nota", explica.
De los libros y la ciudad a este almacén de empaquetado de espárragos, un cambio radical que lleva con la filosofía de pagar impuestos para que haya dinero para la sanidad pública. "Siento que es la parte que puedo contribuir, con los impuestos que muevo ahora mismo", añade, Esther.

Pérdidas del 50% si no se toman medidas
Salimos del almacén y nos encontramos con Sergio. "Vengo buscando este trabajo porque tengo una niña de 11 meses y es lo que tengo para poder tirar", añade. Después de hablar con Jaime Urbina unos minutos, inmediatamente lo contrata.
Urbina, que lleva desde los 17 años dedicándose al espárrago y, ahora que está al frente de esta explotación, teme pérdidas históricas. Pérdidas del 50 por ciento como señala este empresario que pide que el gobierno permita que esa mano de obra extranjera llegue lo antes posible para salvar la campaña.
Seguimos al tractor hasta las fincas para comprobar qué capacidad tienen de recoger tantas y tantas hectáreas plantadas y nada. La mitad de las parcelas presentan espárragos de casi medio metro de altura que no se van a recoger. Por eso, Urbina pide al Gobierno otras medidas: "Que trajeramos a la gente que ya tiene vivienda aquí y que tiene contrato con nosotros".
En un paraje que le llaman 'La isla', junto al río Henares que baja desde la sierra encontramos a otro primerizo, Antonio. "El cuerpo aguanta hasta que dice basta", asegura.  Este contable no había trabajado jamás en el campo, es de los pocos españoles en paro que ha resistido y que, curiosamente, no echa de menos la oficina. "Yo en la oficina estaba bien, pero es muy distinto", añade.
Y al contrario de lo que muchos han manifestado durante este estado de alarma, él no tienen ningún problema para dormir después de estas palizas en el campo. "Yo llego por la tarde, saco a los perros, ceno y me echo a dormir, descanso con una paz", explica.
A Urbina le molesta que hayamos tenido que llegar a este punto para que se vuelva a valorar el campo y concluye de manera gráfica las secuelas del coronavirus en sus cultivos y en España. "Va a ocurrir que Alemania nos va a exportar espárragos cuando lo normal es que ocurra al revés", comenta.
Con los cuchillos bien afilados , en unos minutos, volverán a cortar espárrago, pero otras muchas fincas quedarán abandonados por las otras secuelas del coronavirus.

La Voz de Almería

viernes, 24 de abril de 2020

TODO (O CASI) POR LA PATRIA

Más de cuarenta días confinados, nos acercamos al inicio de una incierta “desescalada” en busca de esa “nueva normalidad” con la sensación de que ni es nuevo ni es normal el clima político y mediático que rodea y condiciona la salida de la peor crisis que hemos conocido las generaciones vivas de españoles. Esta maldita obsesión por mantener la existencia de dos Españas desde arriba, al margen de lo que se transmita desde abajo, produce un hartazgo infinito entre quienes simplemente aspiramos a una convivencia sana, solidaria, pacífica, respetuosa con quienes piensan distinto y siempre en busca de un “nosotros” que nos acoja sin insultos ni desprecios. Uno defiende un lema personal y profesional: “me equivoco, pero no miento”. No hay forma: lo que triunfa es el uso de la mentira para demostrar las equivocaciones del prójimo y sacar de ellas el máximo provecho. “¡Que se hunda España, que ya la levantaremos nosotros!”. Patriotismo castizo en estado puro, desde finales del XIX hasta hoy.
Discúlpenme la vehemencia, pero cada cual levanta el ánimo en este encierro con mayor o menor dificultad, según los días. Y hoy me enfrento al teclado con la necesidad imperiosa de describir sin rodeos lo que me provoca una combinación irritante entre la indignación y la preocupación:
1.- No estoy dispuesto a caer ni un minuto más en la trampa del “más o menos todos somos iguales”. No es verdad. Ni en la política ni en el periodismo ni en la vida. En lo que me concierne, nunca he vivido del presupuesto público, ni en las covachas de la burocracia ni de las subvenciones publicitarias opacas, ni tengo nada que agradecer a ningún gobierno, ni nacional ni autonómico ni municipal. Para bien o para mal, lo poco que soy o significo me lo he ganado a pulso. Si cada tarde a las ocho aplaudo al personal de servicios básicos es porque creo firmemente en el servicio público y he comprobado el daño que le han hecho los gobiernos neoliberales que han intentado aprovechar los recursos de todos y todas para beneficios particulares en un capitalismo de amiguetes que ha marcado la historia de España desde antes de Cánovas hasta después de Zapatero.
2.- Me niego a aceptar el inaceptable debate maniqueo que decide que uno sólo puede estar al servicio adulador del gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias o en esa acera incendiada que acusa a ambos de “criminales”, “mataviejas”, “incompetentes”, “mentirosos”, “traidores” y hasta “cerdos sinvergüenzas”. ¿En serio pretenden justificar esta cacería como “oposición responsable” o ejercicio constitucional de la libertad de expresión? En esto, como en tantos principios fundamentales, me parece injustificable la cómoda equidistancia: en esta durísima y compleja batalla contra una pandemia desconocida estoy y estaré del lado de quienes hacen todo lo posible y hasta lo imposible por sacarnos a todos del agujero, aunque se equivoquen de vez en cuando. Quienes gobiernan tienen que someterse al control parlamentario y su gestión debe ser examinada con lupa. Ambos dirigentes han reconocido también equivocaciones. Pero torpedear sin pudor cada paso que dan, y exagerar con desparpajo cada error que cometen es simplemente miserable. A la vista de la actitud, por ejemplo, de la oposición conservadora lusa, a uno le entran ganas de “hacerse portugués”.
3.- Se equivoca a mi juicio Pedro Sánchez cuando traslada cierta autocomplacencia por la gestión realizada. Ni ha sido España el país que ha reaccionado antes y mejor que cualquier otro frente al covid-19, ni tampoco este gobierno ha sido el más torpe del mundo, como proclaman Casado y Abascal en un ejercicio de cinismo político que sólo evidencia su frívola disputa por la corona de la derecha más radical y, de paso, echar tierra sobre la clamorosa responsabilidad de los gobiernos autonómicos que comparten en algunas de las comunidades más castigadas por el virus y especialmente Madrid. ¿No es Díaz Ayuso el referente, ejemplo y laboratorio de las políticas que Casado propone para España? ¡Pues llévesela lejos, por favor!. O pregunte al personal sanitario, a los cuidadores de las residencias o a los familiares de víctimas abandonadas, olvidadas y desatendidas en un modelo de asistencia a la tercera edad cuya prioridad en demasiados casos (no en todos) es el negocio rápido y no la salud pública. Si alguien quiere de verdad valorar en su justa medida el alcance de la pandemia en España y los aciertos y errores de la gestión del Gobierno puede empezar leyendo el análisis de Ignacio Sánchez-Cuenca en Ctxttiremos a la papelera los argumentarios y prestemos más atención a los datos comparados .
4.- No hay otra opción racional, sensata y responsable que la unidad política para minimizar los enormes daños de la crisis del covid-19. Lo perciben así nueve de cada diez ciudadanos y ciudadanas en cualquier encuesta mínimamente rigurosa. Ya se encargan esos adalides de la “libertad de expresión” de dar pábulo a falsos sondeos en los que una abrumadora mayoría califica de “desastre” la gestión gubernamental . Si esa fuera la realidad sociológica, obviamente no necesitarían burdos montajes. Casado lo sabe, y por eso no cerró la puerta a la Mesa por la Reconstrucción que proponía Sánchez sino que la reconvirtió en comisión parlamentaria, con la obvia pretensión de restar protagonismo y liderazgo al Gobierno de izquierdas y dilatar las decisiones que puedan tomarse por consenso. En realidad lo que quiere el PP es una comisión de investigación y no de reconstrucción. Los tiempos de Casado o de Abascal son ajenos a la realidad de la ciudadanía. Se llenan la boca con las reivindicaciones de empresas, autónomos, pymes, parados, sanitarios… pero prefieren alargar durante semanas las durísimas críticas y reproches al Gobierno que acelerar medidas que saquen de la oscuridad a tantos necesitados de luz.
5.- Sin que Arrimadas lo hubiera siquiera soñado, Ciudadanos vuelve a manejar la llave del escenario político. Tiene en su mano ejercer en España el papel de oposición responsable que se percibe en la inmensa mayoría de los países democráticos. Pescar votos en plena pandemia es un ejercicio miserable que una ciudadanía bien informada podría terminar castigando en las urnas. Arrimadas puede romper con esa foto de Colón que expulsó a Albert Rivera de la política. ¿Aceptará Casado que Ciudadanos presida esa comisión parlamentaria que él mismo propone? ¿O pretende el líder del PP seguir jugando a la vez con la radicalidad de Faes y la moderación de Feijóo o de Almeida? ¿Estamos en las salvajadas que suelta Cayetana Álvarez de Toledo o en ese “arrimar el hombro” que sostiene el alcalde de Madrid?
6.- Sánchez ha abierto la disposición de pactos para la reconstrucción a escala autonómica y municipal, “gobierne quien gobierne”. Hay no pocos socialistas que se disponen a tragarse el sapo de pactar con los mismos que les están echando a las espaldas miles de muertos. Hay dirigentes de Unidas Podemos que contienen el aliento ante esa oferta de consenso que acoge a quienes día sí día también los tachan de “comunistas bolivarianos estalinistas criminales” cuyo único objetivo sería un “cambio de régimen”. (Como si entre los efectos secundarios del coronavirus figurara el de convertir a un republicano en monárquico o viceversa). Pues bien: tanto los principales barones socialistas como la dirección de Unidas Podemos comparten esa “mano tendida” al resto del arco parlamentario. Cuanto más gritan e insultan PP y Vox más sellan la unidad entre Sánchez e Iglesias. Y cuanto más aticen ese patriotismo de hojalata que ofende a la inteligencia, más fácil lo tendrá Ciudadanos para representar la función de bisagra que despreció de forma autodestructiva desde la aparición de Vox.
7.- La salida lenta y gradual de este túnel depende en lo sanitario de los test y la gestión de la información que aporten y en lo económico de la implicación de la Unión Europea. Cuanto más se acerque la decisión final de Alemania y los Países Bajos a la propuesta de Sánchez, menos lesivo será el coste de esta megacrisis para los españoles. Cuanto más factible sea el consenso a escala europea más difícil tendrá la ultraderecha sacar réditos políticos a la frustración que alimenta la eurofobia o, como mínimo, la eurodecepción. Sea vía deuda perpetua avalada por la UE o vía presupuestos a través de un fondo común billonario de reconstrucción económica y social, la cuestión es si alemanes y holandeses asumen que arruinar al sur es hundir a Europa 
8.- Uno está convencido, al margen de sondeos rigurosos o inventados, de que la prioridad absoluta de la ciudadanía es superar la crisis de salud. Cada cifra diaria de fallecidos es un mazazo en todas las familias confinadas. Sin distinción partidista. Dudo mucho que quienes parten de esa bonhomía y se emocionan cada tarde aplaudiendo a los trabajadores de servicios básicos asistan plácidamente a la utilización política de su dolor. Me sobran uniformes y me faltan batas blancas en muchas ruedas de prensa. Pero no por eso puedo admitir que se usen las palabras de un general de la Guardia Civil o una orden interna desacertada para concluir que las Fuerzas de Seguridad se dedican a perseguir la crítica al Gobierno. ¿En serio? ¿Puede alguien citarme a alguna víctima concreta de esa supuesta persecución? Porque uno no se cansa de leer y escuchar verdaderas diatribas contra unos gobernantes tachados en el mejor de los casos de “incapaces”, cuando no de “asesinos en potencia". No caigamos en esa burda trampa: la Constitución no protege mentir a sabiendas o jalear bulos. Y es ofensivo que los mismos que defendían y jaleaban el encarcelamiento de titiriteros o tuiteros con mal gusto pretendan ahora enmarcar bulos e intoxicaciones en el derecho a la libertad de expresión.
No me canso de citar al profesor Emilio LLedó o al añorado José Luis Sampedro cuando, cada cual a su modo, se preguntaban “¿para qué me sirve la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades?”. La libertad de expresión sólo tiene sentido si conduce y sirve a la libertad de pensamiento, y para eso es necesaria una información fiable y contrastada, que nos permita alimentar una conciencia crítica y unos valores comunes. ¿Todo por la patria? No nos pongamos estupendos. Cada cual es dueño de sus silencios, de su valentía o de sus miedos. Y la patria, para algunos al menos, no es un trozo de tierra que defender a tiros o a gritos sino un espacio de convivencia, una memoria compartida, una lengua que nos permite entendernos, unos objetivos que pueden hacernos mejores… En este punto de nuestra historia, defender la patria es no tirarnos los muertos a la cabeza.
Jesús Maraña, en InfoLibre