lunes, 14 de enero de 2013

BARCINA LOGRA QUE CATALÁN SE RETIRE CON LA AMENAZA DE TIRAR EL GOBIERNO


Yolanda Barcina llegó a amenazar con la ruptura del Gobierno que preside para forzar un acuerdo con sus críticos en UPN de cara a la celebración del congreso de este partido, el 17 de marzo en el Baluarte de Iruñea.
La presidenta del Gobierno navarra y de UPN lanzó este órdago en la reunión que mantuvo en el Palacio de Nafarroa el pasado viernes con Alberto Catalán y Miguel Sanz, cabezas más visibles del sector descontento con la gestión de Barcina, especialmente por su acercamiento al PP, que provocó el distanciamiento con el PSN y su expulsión del Gobierno navarro, dejando a UPN en minoría en el Parlamento.
Según ha podido saber GARA, en el transcurso de esa reunión Barcina llegó a plantear que disolvería inmediatamente el Gobierno que preside -según el Amejoramiento, es la única persona que puede convocar elecciones anticipadas- con el objetivo de forzar un acuerdo con el sector crítico de Catalán y Sanz y acudir al congreso de marzo con una única lista.
La jugada le salió bien, según reveló «Diario de Navarra» el domingo, y en el congreso de UPN se votará una única lista en la que Barcina será la candidata a la reelección como presidenta y Catalán continuará como vicepresidente del partido, pero con muchas más funciones ejecutivas que las actuales.
Sanz, en una entrevista concedida ayer a Onda Cero, argumentó que «UPN necesita un nuevo impulso», ya que a su juicio la dirección del partido se ha alejado del contacto directo con los afiliados de base y con las agrupaciones locales. El expresidente, con gran predicamento entre las bases, adopta así el papel de vender el acuerdo interno después de que en las últimas semanas hubiese afirmado que no intervendría en la pugna.
A juicio de Sanz, es necesario que la nueva dirección del partido tenga «dedicación full time, con visitas a las localidades y atención a los militantes». En este sentido, subrayó que Barcina no ha podido atender a los afiliados de UPN con la intensidad requerida debido a que ha tenido que centrarse en la gestión del Gobierno. Según el pacto interno, Catalán será quien lidere en partido en la práctica.
Durante la entrevista radiofónica, Sanz tuvo serias dificultades para valorar positivamente la gestión de Barcina al frente del Gobierno, limitándose, tras varios giros dialécticos, a señalar que de su boca no saldrían críticas a la presidenta de UPN.
Los protagonistas de la reunión del viernes tenían otra cita ayer para ultimar los últimos flecos, aunque Sanz no quiso confirmar si se iba a celebrar o no. «No sé si va a haber reunión, no tengo nada que decir al respecto», dijo. Y añadió que le había molestado que los detalles del encuentro del viernes se hubieran filtrado.
«No tengo inconveniente en que Barcina sea la presidenta», señaló posteriormente, dando por hecho el acuerdo y recordando que UPN ha tenido modelos de organización diferentes. Así, rememoró que cuando Jesús Aizpún era presidente de UPN y Juan Cruz Alli estaba al frente del Gobierno, el propio Sanz era vicepresidente tanto del partido como del Ejecutivo.
En cualquier caso, Sanz destacó que el Gobierno navarro no puede actuar al margen de UPN, ya que «si quiere actuar con solvencia, eficacia y responsabilidad debe ser muy consciente de que ha tenido un instrumento, el partido, para estar ahí».
Acercamiento al PSN
Sanz insistió en que es necesario un acercamiento de UPN al PSN y se mostró dispuesto a realizar labores de mediación entre Yolanda Barcina y Roberto Jiménez «si el abismo entre ambos partidos se incrementa».
«Si se me requiere, haré labores de intermediación. Por el bien de Navarra. Y también por el de UPN, pero en primer lugar por el bien de Navarra. Pero yo no me voy a postular», indicó.
«Siempre es posible encontrar un punto en común cuando existe voluntad. Depende las personas, pero conociéndolas creo que si hay voluntad y capacidad de ceder podrán sacar adelante acuerdos que están demandando los ciudadanos», respondió Sanz al ser preguntado si para recomponer la alianza entre UPN y PSN sería necesario cambiar a sus dirigentes.
Sanz quiso matizar las palabras que pronunció durante una conversación informal en el Día del Partido, el 25 de noviembre pasado en Lizarra, cuando señaló que veía complicado que UPN pudiera agotar la legislatura apenas minutos después de que Barcina, desde el estrado, hubiera descartado categóricamente la convocatoria de elecciones.
Tras señalar que no sabía que sus palabras estaban siendo escuchadas por un redactor de «Diario de Noticias», Sanz destacó que Barcina no cierra la puerta a la convocatoria de elecciones anticipadas. En este sentido, destacó que unos comicios de este tipo no serían buenos ni para UPN ni para PSN.
«Otra cosa son las circunstancias. Si la oposición sigue empeñada en gobernar desde el Parlamento, yo no sé si UPN podrá aguantar», añadió. Se mostró muy crítico con la reforma fiscal; dijo que las rentas altas pagan más que en los territorios de fiscalidad común, «rompiendo un compromiso histórico».
Martxelo Díaz y Aritz Intxusta, en GARA

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