El comprometido cantautor catalán Lluís Llach dejó la música y sus multitudinarios conciertos en 2007, desde entonces su voz no se oye, pero ésta no ha enmudecido y prueba de ello es Memoria de unos ojos pintados, su primera novela que estará en la calle en septiembre en castellano.
Así, Memorias de un unos ojos pintados, que ya salió en catalán en enero de este año y que en castellano publicará Seix Barral, constituye la primera incursión en la narrativa de Lluís Llach (Vergés Gerona, 1948), una de las figuras más representativas de la "nova canço" catalana y uno de los artistas que más contribuyó a que se reconociese fuera de Cataluña la figura del poeta Martí i Pol.
Autor de algunas de las canciones más emblemáticas del franquismo y posfranquismo, comoL'Estaca, El Bandoler, Itaca o La Gallineta, entre otras muchas, y referente intelectual, Llach fue un luchador antifranquista, una posición que le llevó a tener que exiliarse a París durante una temporada.
"Yo no vivo para cantar, sino que cantar me ayuda a vivir", decía el creador hace unos años en la presentación de su disco Nou/9, y ahora parece que, tras dejar los escenarios, a los que se dedicó más de cuatro décadas, ha encontrado esa ayuda en la intimida de la hoja en blanco.
Así, Memoria de unos ojos pintados narra la historia de cuatro amigos, dos chicos y dos chicas nacidos en 1920, que crecen juntos y empiezan a descubrir el mundo en el barrio obrero de la Barceloneta.
Una convivencia en un mundo humilde y libertario, donde la proclamación de la República les abre un horizonte de esperanza, y en el que el descubrimiento del amor, la amistad, la política y la guerra son cuestiones centrales en la narración.
Cuando el libro salió en catalán, editado por Empuries, el pasado mes de enero, con el título Memòria d'un ulls pintats, Lluis Llac señaló a Efe que la escritura de esta novela, quecomenzó por azar y en la que ha invertido más de tres años, fue "un proceso maravilloso".
El músico reveló entonces que, a finales de 2008 un amigo le propuso realizar un guión y que "medio en coña" dijo que sí. "Un día empiezas a escribir -matizó- y de golpe te entran muchas ganas de contar cosas. Y empecé así, sin darme cuenta. Luego una vez explicado el qué, viene la experiencia de intentar refinar el cómo. Y eso ha sido un proceso maravilloso", recalcó.
La novela según Luís Llach también es "un libro de amor" hacia todos aquellos que vivieron la guerra.
De momento, cuando la novela salió en catalán las críticas fueron muy buenas y el libro fue muy celebrado. Su publicación se convirtió en todo un acontecimiento literario en Cataluña.
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