sábado, 20 de noviembre de 2010

ZUTIK CAMINA HACIA SU AUTODISOLUCIÓN

Zutik podría desaparecer en los próximos meses del atomizado mapa político vasco. En realidad esta pequeño partido, que surgió en 1991 de la convergencia de LKI (Liga Comunista Revolucionaria) y EMK (Movimiento Comunista de Euskadi), ya decidió en su última Conferencia Nacional celebrada en junio de 2008, renunciar a su actividad pública y centrar sus esfuerzos en apoyar a los movimientos sociales que trabajan en su misma órbita. Desde aquel momento, Zutik -que se autodefine como "un partido vasco, de izquierda radical y revolucionario"- dejó de existir orgánicamente como partido y sus más de 300 miembros, salvo los que están agrupados en las corrientes Gorripidea y Zutik-Batzarre, comenzaron a trabajar a título individual, evolucionando en distintas direcciones. Una evolución que ha dado lugar a tal "pluralidad" ideológica en esta pequeña familia política, que sus miembros se plantean hoy su "autodisolución".

La propuesta por escrito está sobre la mesa y en circulación, y se baraja el 26 de noviembre como fecha para convocar la Conferencia Nacional. No obstante, fuentes de este partido insistían ayer a este periódico, que todavía "no hay ningún proceso de disolución oficialmente en marcha". El debate interno sobre el futuro de Zutik arrancará a partir del citado cónclave.

En cualquier caso, esta reflexión no ha cogido a ningún miembro de Zutik por sorpresa, "está en la mente de la mayoría de los militantes", "el debate está latente", explican las mismas fuentes, que insisten en desvincular este proceso reflexivo del actual panorama político, marcado por los últimos movimientos de la izquierda abertzale oficial y la incipiente colaboración entre las fuerzas soberanistas vascas (Batasuna, EA, Aralar, Abertzaleen Batasuna, y Alternatiba).

El motivo de esta más que probable disolución es la "pluralidad extrema" a la que se ha llegado en el seno de Zutik. Pluralidad que si bien hasta ahora se traducía en divergencias "de matiz", hoy por hoy son diferencias insalvables hasta tal punto que dentro de la misma formación hay miembros que pidieron el voto para el actual lehendakari socialista Patxi López en la última campaña electoral, mientras que otros se solidarizaban con la ilegalizada izquierda abertzale. En otras materias, como el tratamiento de las víctimas y de los presos de ETA, los miembros y las corrientes de Zutik también mantienen posiciones totalmente contrapuestas.

"El partido como tal a nivel nacional no funcionaba. Ésa es la razón fundamental, que Zutik no funciona, no realiza actividad política como grupo desde hace dos años, aunque ha habido y hay gente de Zutik muy activa en temas políticos y sociales", afirman las fuentes consultadas, al tiempo que reiteran que la evolución ideológica de sus miembros a nivel individual ha dado como resultado divergencias en puntos tan esenciales como "la cuestión vasca y los contenidos de izquierda radical o más light".

Pese a todo, el clima actual en el seno de Zutik es "bueno". Las personas y corrientes que la integran abogan por "autodisolverse" de manera civilizada, "por consenso, de buenas maneras y sin follones". En definitiva, "como amigos".

Pero en cuestión de divorcios, rupturas y, en este caso, de desaparición de siglas, los problemas o las discusiones suelen aparecer cuando aparece la palabra patrimonio.

En este sentido, fuentes del partido aseguran que esa cuestión no se ha puesto sobre la mesa y de disolverse esta coalición de izquierdas sólo entonces se abordaría. En cualquier caso, confian en que no haya problemas. Zutik tiene en propiedad sedes en las cuatro capitales vascas, pero no las destina a la actividad orgánica del partido, "no son típicas sedes políticas", sino que se han utilizado como ateneos y puntos de encuentro de movimientos sociales, ONGs, etc. De hecho, si se disuelve Zutik en los próximos meses, la utilidad de las sedes podría seguir siendo la misma. Este extremo no se ha sometido aún a debate, pero las fuentes consultadas señalan la posibilidad de "donarlas o crear una asociación patrimonial interna abierta a otros movimientos".

En cuanto a la representación institucional de Zutik, se puede decir que es mínima. Tan sólo tiene concejales en tres municipios guipuzcoanos; Arrasate, Antzuola y Oñati. En el caso de Errenteria, pese a no contar con grupo municipal, los miembros de Zutik han realizado una labor muy activa en la localidad.

La escasa representación municipal de Zutik tiene su explicación en la propia filosofía del partido. "Aun siendo un partido pequeño, centramos nuestros esfuerzos en el ámbito de los movimientos sociales, restando importancia a la participación institucional, ya que analizando otros ejemplos de la historia de la izquierda de nuestro entorno, vemos que en muchos casos supone un freno al progresismo y genera conformismo", recoge Zutik en su blog.

Otras plazas públicas impulsadas por este pequeño partido ha sido la revista Hika, que a lo largo de los últimos años ha recogido esa "pluralidad" de opiniones que hoy ha llevado a los miembros de Zutik ha plantearse su disolución.

"El cemento que unifica a Zutik empieza a quebrarse desde Lizarra-Garazi en 1998". Éste es el análisis que realizan algunos miembros de Zutik, que insisten en que aquel pacto supuso un punto de inflexión en la historia de este pequeño partido vasco de izquierda radical, que surgió de la unión de LKI y EMK motivada por mera supervivencia y proximidad ideológica y política.

"Una parte de Zutik empezó a despegarse de los principios fundacionales a partir de Lizarra-Garazi", explican fuentes consultadas por este periódico.

Lo cierto es que en Zutik se pueden distinguir, al menos, dos corrientes claras. Una que estaría representada por Zutik-Batzarre, movimiento con representación en Navarra, pero no en la Comunidad Autónoma Vasca, y que actualmente se acaba de desvincular de la coalición abertzale NaBai para unirse a IU, formación con la que mantiene negociaciones avanzadas. Y la segunda corriente sería Gorripidea, integrada, entre otros, por antiguos militantes de LKI con un perfil más abertzale y con mayor presencia en Gipuzkoa.

Además de estas corrientes, otros miembros de Zutik han evolucionado hacia posiciones cercanas al PSE-EE. Muestra de ello es la petición de voto por parte de algunos militantes de Zutik para el socialista Patxi López en las últimas elecciones al Parlamento Vasco. Aquí se dio, sin duda, el segundo punto de inflexión. Aunque cabe recordar que en la campaña electoral, Zutik ya había decidido "paralizar" su actividad política públicamente.

La pregunta es ¿cuál será el futuro de los militantes de Zutik una vez desaparezcan sus siglas? "Si se disuelve, las partes que han conformado Zutik, sean personas o sean corrientes, tendrán que decidir si irse a casa, montarse otro grupo político o reorganizarse y buscar esa reorganización", explican miembros del partido. En este sentido, admiten la posibilidad de que militantes de Zutik se sumen al denominado polo soberanista, aunque siempre sería "a título individual", porque "como Zutik" esa opción la descartan de plano. "Luego cada uno será libre de hacer lo que quiera", señalan.

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