domingo, 25 de septiembre de 2011

EL OSCURO CASO DEL CICLISTA VILLAVÉS MUERTO POR ATROPELLO EN LEÓN

"Doy a conocer mi caso después de que todos los estamentos estatales hayan falseado la verdad y los judiciales me hayan cerrado una a una todas las puertas", sentencia Rosa Uriz Ollo. "Mi hijo Luis murió atropellado por una furgoneta cuando hacía el Camino de Santiago en bici de montaña, entre las localidades de Reliegos y Mansilla de las Mulas, concretamente en la intersección del Camino de Santiago con la carretera nacional N-601 (Madrid-León), el sábado 21 de agosto de 2004".

La Guardia Civil informó esa noche a esta vecina de Villava del fallecimiento de su hijo en el Hospital de León como consecuencia del accidente. En dicha llamada "me explicaron que mi hijo Luis se confundió de camino y, en lugar de coger un puente nuevo que sobrepasa la carretera nacional y llega hasta Mansilla, fue por el antiguo Camino de Santiago situado al lado derecho de dicho puente, salió a la carretera nacional y fue atropellado en dicha vía".

Rosa recuerda que, tras conocer la noticia, se trasladó "inmediatamente a León con el fin de reconocer a Luis, despedirme de él y hacer todos los trámites necesarios. Al día siguiente del accidente, domingo 22 de agosto, acudí al espeluznante lugar del atropello, viendo el camino, las huellas del frenado de la furgoneta y los restos de accidente".

En el mes de septiembre, después de comprobar in situ la peligrosidad del Camino, Rosa llamó por teléfono a la Guardia Civil y pidió que se cortara el tramo del antiguo Camino, ya que "al existir el puente nuevo no tenía sentido que estuviera abierto" y constituía "un auténtico punto negro en el que podía repetirse lo que le pasó a mi hijo Luis. Me respondieron que ese tramo no se podía cortar porque era salida a la N-601 hacia León".

Dos meses después del accidente, Rosa recibió la citación para un juicio de faltas en León. "En ese momento tuve acceso a la documentación existente en el juzgado: Informes Técnicos del Atestado de la Guardia Civil, autopsia, datos del conductor de la furgoneta… Si ya la realidad de los hechos no podía ser mas dura y traumática, nos encontramos con un informe técnico que no concordaba con las observaciones que yo misma realicé en el lugar de los hechos. En el informe fotográfico del accidente, elaborado por la Guardia Civil, existían fotos realizadas en al menos tres días diferentes: el día del accidente, al día siguiente, y otro día, tras sobreelevar y asfaltar ese tramo del Camino de Santiago y colocar las señales verticales de stop y flecha de dirección obligatoria hacia la derecha (en la imagen), señales y asfaltado que el día del accidente no se encontraban, tal y como personalmente comprobé".

La conclusión del atestado era que "mi hijo era el culpable del accidente, ya que se saltó las señales (que Rosa insiste en que no existían) y el conductor no pudo hacer nada para evitarlo". "Ni se calculó la velocidad a la que circulaba la furgoneta, dando por válida la que manifestó su propio conductor de 80-90 km/h., ni se le realizó la prueba de alcoholemia, ni se valoró que no llevara gafas cuando era obligatorio en su permiso de conducir".

Al no mediar denunciar por parte de la madre de Luis, el conductor resultó absuelto y quedó únicamente pendiente la reclamación a la aseguradora del propietario de la furgoneta, una empresa de vehículos de alquiler. Esta compañía no solo se negó "a pagar la correspondiente indemnización, sino que al amparo del informe oficial de la Guardia Civil nos reclamó a mi hija menor de edad y a mí, los daños sufridos en la furgoneta por motivo del atropello".

Movida por la "rabia e impotencia que sentía", Rosa comenzó a recabar información y pruebas de lo sucedido, para tratar de comprender "por qué se había realizado un atestado contrario a la verdad". En primer lugar, "buscamos testigos lo más significativos posible, y para ello contactamos con la encargada del albergue de peregrinos de Mansilla de las Mulas, con el alcalde pedáneo de Reliegos, con el conductor del camión grúa y su novia que le acompañaba y que el mismo día del accidente recogieron del lugar de los hechos la furgoneta y la bicicleta, con el cámara de TVE que al día siguiente grabo las imágenes del lugar". Todos ellos corroboran que "no existían señales el día del accidente. Así lo manifestaron también a petición mía ante notario y en sede judicial", afirma Rosa.

Al mismo tiempo y gracias a los datos del propio atestado, Rosa comprobó "la identidad de quién atropello a Luis y de su madre. Él es José Manuel Vizcaíno Ordas, director de Gestión Deportiva del Ayuntamiento de Léon, y su madre, Manuela Natividad Ordas Díaz, diputada provincial del Partido Socialista de Léon, Secretaria de Igualdad, cabeza de lista de Villaquilambre. El abogado personado en nombre de la aseguradora es Juan Rodríguez Zapatero, hermano del presidente".

Ante "la gravedad de lo que nos estaba pasando", Rosa decidió poner los hechos en conocimiento de la Fiscalía "con la total esperanza de poder esclarecer la verdad. Le aportamos toda la documentación que habíamos ido consiguiendo, incluido un escrito que nos remitió el Ministerio de Fomento en el año 2006, en el que se hacía constar que las señales se habían colocado en el año 2001 y desde entonces no había existido modificación en las mismas".

Sin embargo, "adjuntamos un vídeo de la Vuelta Ciclista Castilla-Léon de 30 de abril de 2004 grabado por TVE donde se ve que en esa fecha no estaban las señales, así como fotografías de las señales realizadas tras el accidente en los años 2004 y 2005, y en las que se ve claramente que han sido modificadas: las de 2005 están bastante más altas y en diferente dirección". Después de llamar a declarar a los guardias civiles, la fiscal jefe de León llegó a la conclusión de que "estaba todo bien, que no es verdad lo que yo digo y que archiva la investigación".

El peregrinaje en busca de justicia llevó a Rosa "a interponer una denuncia en el Juzgado de Guardia de Pamplona, donde explicamos todos los pasos dados y la petición de la documentación que nos niega la fiscal. La Audiencia Provincial de Pamplona vio indicios de delito, por lo que mediante un exhorto hizo que la Audiencia Provincial de León tuviera que investigar el caso". A pesar de ello, tampoco así pudimos conseguir nuestro objetivo de conocer la realidad del accidente.

Los cuatro guardias civiles relacionados con el atestado y el Informe Técnico "mienten ante los jueces cuando declaran como testigos", sostiene la madre del ciclista fallecido. "La justicia da más validez a las mentiras de los guardias civiles y un Informe Fotográfico trucado, que a las declaraciones de nuestros testigos y la documentación disponible. Ningún juez ha ordenado que se nos entregue la documentación que requerimos, por lo que seguimos sin tener el soporte informático con el que peritos informáticos podrían demostrar el trucaje de dichas fotos", reivindica Rosa para que aflore la verdad.

Diario de Noticias

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