domingo, 3 de noviembre de 2013

LAS SICAV Y EUSKALERRIA IRRATIA

Durante los últimos dos años, el diputado de UPN Carlos Salvador ha votado al menos en cuatro ocasiones en contra de acabar con los privilegios fiscales de las SICAV, siendo accionista de una de ellas. Según la declaración de bienes presentada por el propio Salvador en el Congreso, posee más de 260.000 euros en acciones de la SICAV Maturity Inversiones. Según el diario de sesiones del Congreso, el diputado regionalista se ha opuesto con su voto reiteradamente a diferentes iniciativas de PSOE, Izquierda Plural y Amaiur que buscaban acabar con el más que generoso trato fiscal que se dispensa a las SICAV. Concretamente, lo ha hecho el 6 de marzo de 2012, el 30 octubre de 2012, el 16 de febrero de 2013 y el 17 de septiembre de 2013. Como mucha gente sabrá, la SICAV es una herramienta utilizada habitualmente por los grandes capitales. Se trata de una sociedad de inversión de capital variable supuestamente colectiva, que en muchas ocasiones está bajo el control de una única persona o grupo familiar -se da la curiosa circunstancia de que dos de los seis directivos de Maturity Inversiones comparten los dos primeros apellidos con el diputado regionalista; y otros dos, el segundo- que utiliza esta figura subrepticiamente para que sus inversiones financieras tributen al 1%. Los rendimientos del trabajo tributan en una horquilla que va del 24% al 43%. Por lo tanto, utilizando su cargo público, Salvador ha votado sistemáticamente en un sentido que beneficia sus intereses privados. Se trata de una actuación legal pero ética y estéticamente dudosa. Sorprendentemente, desde esa delicada posición, Salvador se permite atacar a la diputada de Geroa Bai, Uxue Barkos, por pedir en el Congreso ayudas para Euskalerria Irratia -emisora en la que trabaja un servidor- siendo accionista de la empresa que edita esa radio. Ya lo hizo el año pasado, y quedó claro que mientras las acciones no le rindan dividendos, Barkos puede pedir esas ayudas. Aclaradas las formas, vayamos al fondo: Barkos pone dinero de su bolsillo -como otras muchas personas- y trabaja en el Congreso a favor de la comunicación en un idioma minorizado como el euskera. Salvador se llena los bolsillos y trabaja en el Congreso para que tanto él como otros pocos privilegiados puedan seguir llenándose los bolsillos escamoteando dinero a Hacienda. Y -como decían los clásicos- Hacienda somos todos.
Juan Kruz Lakasta, en Diario de Noticias

No hay comentarios: