Europa, nuevo patio trasero de EE.UU
En febrero del 2014, Victoria Nuland, responsable de Asuntos Europeos del Departamento de Estado, en una conversación telefónica con el embajador de EEUU en Ucrania, Geoffrey Pyatt, y hablando de los acontecimientos que estaban ocurriendo en ese país, entre otras cosas, y al final de la conversación le dijo:”…y ya sabes…fuck the EU (que se joda la UE)”. ¡Y vaya si se ha jodido! A los pocos días ocurrió el golpe de estado, (en el que tuvieron un papel destacado los elementos neonazis armados e infiltrados en la plaza del Maidán), la situación continuó deteriorándose con el levantamiento contra el nuevo gobierno de las provincias fronterizas con Rusia de Donetsk y Lugansk, y la posterior incorporación de Crimea a Rusia, hasta llegar a la situación actual que no presagia nada bueno, pues los principales actores involucrados: Ucrania, Rusia, la UE y EEUU no parecen muy dispuestos a llegar a un acuerdo de mínimos que paren la guerra, e intenten solucionar el contencioso actual, que al menos, lleva arrastrándose desde hace 8 años.
Según palabras de Jack F. Matlok, último embajador de EEUU en la Union Soviética: “We face an avoidable crisis that was predictable, willfully precipitated but easily resolved by common sense”. (Nos enfrentamos a una crisis evitable pero que era predecible, precipitada deliberadamente, pero fácilmente resuelta por el sentido común)
Este sentimiento ha sido machaconamente repetido por muchos analistas occidentales, nada afines a Rusia, pero eso sí, con sentido común. Aunque como se suele decir socarronamente: el sentido común es el menos común de los sentidos, sobre todo si detrás hay intereses bastardos (que por supuesto se intentan camuflar con vacías e hipócritas ideas altruistas).
La expansión de la OTAN (EEUU) hacia el este a partir de 1997 ha sido continua e imparable a pesar de las promesas (obviamente incumplidas), de que no se expandiría ni un milímetro más allá de las fronteras de la extinta RDA (República Democrática Alemana), y todo ello a pesar de las continuas protestas de Rusia que estaba viendo cómo la cercaban cada vez más. En el 2008, en la reunión de la OTAN (EEUU) en Bucarest, se planteó la futura incorporación de Ucrania y Georgia, y cada vez estaba más claro que era cuestión de tiempo que la crisis estallara. Para colmo en el 2014, y después de una serie de manifestaciones, al principio pacíficas pero que terminaron en una orgía de violencia y muerte, en la plaza del Maidán (Kiev, Ucrania), se produjo un golpe de estado contra el gobierno legítimo, acabando con la, más o menos, alternancia de gobiernos pro-rusos y pro-occidentales (en realidad la mayoría de la población era contraria a la entrada en la OTAN).
Después de una descarada ingerencia de la UE (Unión Europea) en los asuntos internos de Ucrania, los dirigentes pro-rusos fueron encarcelados e incluso asesinados (en Odessa más de 60 fueron quemados vivos en la casa de los sindicatos), el idioma ruso (mayoritario en el país) poco menos que prohibido, y como consecuencia de ello las dos provincias más al este, de Lugansk y Donetsk se rebelaron contra el gobierno central. Lo mismo ocurrió con Crimea, que después de un cuestionado referéndum se volvió a integrar en Rusia de donde había sido separada en 1954 por Kruschev que la regaló a Ucrania. La situación, a pesar de los acuerdos de Minsk, ha ido empeorando hasta llegar al 24 de febrero del 2022, en el que Rusia ha invadido Ucrania, cometiendo el mayor de los errores.
La culpable de iniciar esta guerra ha sido Rusia, pero la OTAN, EEUU y la UE que ha estado amenazando, hostigando, cercando y provocando a Rusia es culpable también. (Rusia ha iniciado la invasión, pero lo que no se puede decir es que no hubo provocaciónes!)
Por desgracia en estos momentos en el mundo hay bastantes guerras declaradas tan crueles o más que la de Ucrania: el pueblo palestino lleva décadas siendo masacrado y exterminado sin que nadie se preocupe por él, sobre Yemen siguen cayendo las bombas occidentales transportadas por aviones Saudíes, Siria sigue en ruinas al igual que Libia, Irak, muchas partes de África son una bomba de relojería, en Myanmar los militares hacen y deshacen a su antojo etc. Pero parece solo existiese el problema de Ucrania. Y ciertamente Ucrania merece nuestra ayuda y se deben de hacer todos los esfuerzos posibles para parar esa guerra, pero la obsesión mediática que hay de mandar armas, que lo único que van a hacer es prolongar el conflicto y producir más muerte y destrucción, da la impresión que a Ucrania se la está “utilizando” como carne de cañón para una guerra proxy entre EEUU (OTAN) y Rusia, a la que hay que destruir por los medios que sean. Y el presidente ucraniano, Zelensky, haciendo honor a su profesión de comediante, se está dedicando a echar más leña al fuego, y con sus soflamas precisamente de comediante en las que parece no tener mucho aprecio por la vida de sus ciudadanos, poco menos (no sé si consciente o inconscientemente) que está llamando a la 3ª guerra mundial que nadie sabe como acabaría. Todo vale en esta guerra, y una vez más la verdad está siendo la primera víctima de ella.
Son varios los actores de esta macabra historia que no ha empezado el 24 de febrero del 2022, sino mucho antes. Con la desintegración de la URSS en 1991 Ucrania se independizó, y hasta finales del año 2013 la multiculturalidad y multilingüismo de Ucrania fue respetado, pero a partir de entonces el sector pro-occidental (con el apoyo descarado e ingerencista de la UE y EEUU) rompió la baraja, dio el golpe de estado y decidió que Ucrania, sí o sí, debía de entrar en la OTAN y en la UE. Según analistas este golpe de estado no se habría podido consolidar sin el apoyo de los neo-nazis, armados, financiados y entrenados por la UE y EEUU. Desde entonces la situación no ha hecho más que empeorar, hasta llegar al momento actual donde cualquier cosa puede ocurrir, incluso una guerra nuclear que no tendría vencedores. Hasta este extremo está llegando la estupidez humana!
La Mass-Media
.- La mass-media no es ya el cuarto poder: “es el poder”. Su poder de manipulación, sobre todo ahora con las nuevas tecnologías, es muy grande, y en un porcentaje abrumador está/sigue controlado por Occidente (EEUU). Por desgracia, una vez más estamos comprobando en esta desgraciada guerra, cómo manipula, miente, tergiversa, cuenta las verdades de una manera tan sesgada que a veces son peor que una mentira, y ya el colmo es que, por supuesto en nombre de la libertad de prensa y la democracia, están prohibiendo en toda Europa publicaciones o bien directamente pro-rusas (Sputnik, Russia Today), o con orientaciones más objetivas y neutrales.
Joseph Borrel, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (una especie de ministro de Asuntos Exteriores nombrado a dedo), dijo hace poco (al estilo de Vargas Llosa) que: ”… La información es el combustible de la democracia, y si la información es mala y está contaminada por la mentira, los ciudadanos no pueden tener cabal conocimiento de la realidad, y su juicio político estará sesgado”, y en otras recientes declaraciones añadió:”…Este asalto evidencia por qué hay que prestar atención a la injerencia y la desinformación por agentes extranjeros. Representan una amenaza contra la democracia; la manipulación y las interferencias son algo que usa Rusia".
Es decir hay que leer-ver aquello que el “censor” quiere: ¡que cinismo y caradura! Estas declaraciones las firmaría cualquier dictador (hasta puede que a alguno de ellos les parecieran demasiado fuertes).
Seguramente el ejército ruso ha cometido (y por desgracia seguirá cometiendo asesinatos y barbaridades), de la misma manera que se están cometiendo del lado ucraniano (aunque de estas apenas se dice nada pese a haber constancia de ellas), pero sobre algunas historias que nos cuentan apenas hay certezas, y destilan un tufillo rusofóbico. Rusia ya cayó en la trampa de invadir Ucrania, pero hay que añadir que por desgracia, muy poco o casi nada se hizo, y se está haciendo, primero por evitar esta guerra y ahora por pararla, ya que hay evidencias que a algún contendiente (EEUU en concreto) le interesa que el conflicto se alargue y que europeos (en este caso ucranianos y rusos) se sigan desangrando y matando entre sí.
Según informes de la CIA, hasta primeros de febrero de este año Rusia no tomó la determinación de invadir, siendo la concentración de tropas un aviso de lo que podía venir. Por otra parte conviene no olvidar que en el Dombass Ucrania tenía unos 80000 soldados, bombardeando la zona.
Personajes como Borrel, que parece no tener demasiada empatía por las vidas ajenas, ya ha dicho que “esta guerra se ganará o perderá en el campo de batalla”, al parecer arrinconando definitivamente la diplomacia.
Al respecto, el ministro de exteriores de Rusia (Sergi Laurov) le ha respondido que “es un giro muy grave, y que hasta ahora nunca la UE se había proyectado como una organización militar”, añadiendo que “esa política refleja amargura y rabia, y que no tiene que ver solo con Ucrania, sino con el hecho de que trataron de convertir a ese país en una cabeza de playa para el aplastamiento definitivo de Rusia”.
En general, el comportamiento de la prensa, radio, TV es de lo más sesgado y sectario, y después de haber “apartado” (expulsado) de eso que llaman “tertulias políticas” a las personas más objetivas y neutrales, han acabado por convertir dichas tertulias en una especie de monólogos entre el bien (Occidente) y el mal (fundamentalmente Rusia), donde parece que su objetivo fuera azuzar el conflicto echando más leña al fuego: “más guerra (más armas) para parar la guerra”, en lugar de más diálogo.
Incluso el feroz ataque y la discriminación contra cualquier expresión de la cultura rusa, la música, el deporte es algo que sonroja y resulta de lo más inquietante. En la misma línea resulta sorprendente y escandaloso que al presidente de EEUU, Joe Biden, (cuyo país, con la ayuda especial de varias de sus “democracias vasallas europeas” e incluso grupos afines yihadistas), que solo en lo que va de este siglo, ha causado en sus guerras no declaradas varios cientos de miles de asesinados en el mundo, arrasado países enteros como Serbia, Libia, Irak, Siria, Afganistán, Yemen etc., se le dé la cobertura mediática que recibe, y tenga el cinismo de querer convertirse en juez de lo que está ocurriendo. En este mundo revuelto que nos está tocando vivir Putin será un criminal de guerra, pero la obsesión (claramente dirigida) con la que la mass-media Occidental está machaconamente diciendo que debería ser juzgado como criminal de guerra, mientras guarda silencio sobre los numerosos crímenes de tanto y tanto dirigente Occidental (y de otras partes del mundo), en absoluto ayuda al progreso moral y ético de la humanidad, pues el mensaje a transmitir sería que, según quién sea el criminal no lo tenemos en cuenta (siguiendo la famosa frase de un dirigente de los EEUU sobre el dictador nicaragüense Somoza: “si es un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta”). En este punto los medios de comunicación tendrían un gran papel a cumplir aclarando estas cosas, pero…tal vez sea pedir peras al olmo.
Mi impresión es que nuestra civilización Occidental (y la mass-media es un reflejo de ella) es bastante amoral: todo lo supedita al beneficio pecuniario, y si salvando vidas le da beneficio lo hace, pero…a su vez si matando tiene beneficios no duda en matar: y en esta guerra hay sectores que se están forrando.
Sirva como botón de muestra de cómo se manipula la información el tema de la supuesta utilización de armas químicas por parte de Rusia. A principios de marzo Rusia encontró en territorio ucraniano laboratorios biológicos financiados por EEUU, para experimentar con patógenos y tal vez armas biológicas. Enseguida (posiblemente para hace olvidar este incidente-hallazgo), se empezó a filtrar la noticia de que Rusia podría utilizar armas químicas, y ¡qué causalidad!, a principios de abril soldados del batallón Azov (neonazis) en Mariupol, dijeron que los rusos “habían arrojado una sustancia con un olor raro y que podría ser un arma química”. Por unos días la prensa, TV etc. se hicieron eco de la noticia poniendo delante la palabra “supuesto”. Pero ya el “supuesto” ha desaparecido, y ahora la noticia es que Rusia está utilizando armas químicas. Tal cual! Y así sucesivamente.
Maidan
Probablemente el episodio ocurrido en Kiev que más se ha tergiversado, para construir sobre él toda una postverdad que justificase actuaciones futuras, cuyas desgraciadas consecuencias se están padeciendo ahora.
El 25 de enero del 2010 Yanukovich fue elegido presidente de Ucrania con el 52% de los votos, hasta su destitución por la Rada Suprema el 22 de febrero del 2014, por supuesto “abandono de sus funciones”, forma eufemística de decir que sufrió un golpe de estado. (La misma frase se le aplicó al presidente en funciones de Bolivia Evo Morales, cuando el 10 de noviembre del 2019 debió de abandonar precipitadamente el país ante un golpe de estado, bajo la acusación de fraude electoral (acusación que ya se sabía y se demostró era falsa). Afortunadamente, en este caso, la misma coalición del MAS, y a pesar de la represión, volvió a ganar las elecciones al cabo de un año, y con un porcentaje de votos mucho mayor, 55%).
Yanukovich previamente había sido gobernador del oblast (provincia) de Donetsk, y 2 veces primer ministro de Ucrania en dos periodos distintos. Aunque era partidario de mantener los contactos políticos, sociales y económicos con Rusia (lo que se llama un ucraniano pro-ruso como más o menos era la mitad de la población), su gobierno continuó en conversaciones con la UE de cara a una futura entrada en ella. El 28 de noviembre del 2013, en la reunión en Vilna (Lituania) con los representantes de Bruselas, el presidente Yanukovich exigió a la UE (Unión Europea) 100000 millones de euros para firmar el acuerdo de asociación, por las pérdidas que iba a sufrir Ucrania debido a la adaptación a la normativa europea, además de los perjuicios de Ucrania por el coste que supondría en dinero y empleo la pérdida del mercado ruso, al que estaba, y está, muy ligada. La UE no aceptó estas exigencias (quería un tratado bilateral, sin dar cabida a Rusia) y Ucrania no firmó. Posteriormente Rusia le ofreció 30000 millones y un trato más favorable en los precios del gas, pero obviamente después del golpe de estado nunca más se habló de ese posible pacto con Rusia.
Algunos pro-UE empezaron a manifestarse en la plaza del Maiden de Kiev (sobre todo estudiantes), y en un principio las manifestaciones eran heterogéneas, con sectores diversos, sin ninguna connotación anti-rusa y de carácter pacífico. Como decía un manifestante-estudiante: “Estamos en contra de todo el sistema político que hay en Ucrania. Queremos cambiar las reglas de juego y sabemos que estos líderes de la oposición no traerán nada nuevo cuando lleguen al poder. No quieren cambiar nada, solo quieren ocupar el lugar de los que están ahora"
Sin embargo esto no duró mucho tiempo: pronto se fueron añadiendo al Maidán elementos fascistas y neo-nazis que se hicieron con el control del movimiento en un principio espontáneo y reivindicativo, y probablemente en ese momento EEUU vió la gran oportunidad para cambiar radicalmente el presente y futuro alineamiento de Ucrania. La UE se limitó a aceptar la decisión del amo, dándose un tiro en el pie, como los hechos están demostrando.
La, más o menos alternancia en el gobierno, de las dos tendencias (pro-rusa y pro-UE), y hasta ese momento respetada, fue radicalmente alterada por la determinación de eliminar no solo políticamente sino incluso físicamente a los principales dirigentes de una de las partes: la pro-rusa.
A finales del 2013 empezaron a aparecer violentos grupos paramilitares, equipados con equipo militar, organizados y financiados tanto desde el interior de Ucrania como internacionalmente. En diciembre de 2013, casi simultáneas en el tiempo, empezaron a desfilar por la Plaza de la Independencia de Kiev multitud de personalidades destacadas dentro del panorama de la diplomacia occidental. El senador ultra derechista de EEUU Jhon MaCain, Catherine Ashton, alta representante de la unión Europea para asuntos exteriores, la ya citada Victoria Nuland, y primeros ministros de gobiernos de la UE. Se configuró el batallón Azov, fuerza paramilitar integrada mayoritariamente por militantes de las organizaciones de extrema derecha como Pravy Sector y Svoboda, que tanto protagonismo tuvieron en el derrocamiento del gobierno de Yanukovich. Estos días estamos viendo en los medios de comunicación un intento de blanquear-justificar la existencia de elementos neonazis, diciendo que en todos los países los hay en mayor o menor cantidad, pero lo que no dicen es que en Ucrania, y después del golpe de estado del 2014, el batallón Azov y otros han llegado a ser incorporados al ejército ucraniano como dependientes del Ministerio de Asuntos Interiores (el único país europeo que lo ha hecho).
La situación continuó deteriorándose, y ya en enero empezaron a ocurrir las primeras víctimas mortales. El 20 de febrero hubo más de 60 muertes entre manifestantes y policías (Berkuts-antidisturbios), y el 21 llegaron a una tregua entre el gobierno y la oposición acordándose: elecciones anticipadas, formar un gobierno de coalición, vuelta a la constitución del 2004, y terminar con la violencia. Sin embargo la tregua no fue respetada, y el presidente Yanukovich huyó del país el 22 de febrero.
Sobre el día 20 de febrero (llamado jueves negro) se montó una gran controversia, tergiversación e intentando culpar al gobierno de la brutalidad y las muertes. Sin embargo los testimonios de aquel fatídico día no dejan lugar a la duda de quienes fueron los culpables de esta matanza (y de otras).
Según el politólogo canadiense de origen ucraniano Ivan Katchanovskiy, el mito de que fueron las fuerzas Berkut las que dispararon contra los manifestantes pro-europeos en la calle Institutskaya se inventó para dirigir la investigación a un callejón sin salida. El 20 de febrero de 2014, a las 5:30 de la mañana, los primeros disparos se produjeron contra las tropas Berkut y manifestantes desde los edificios ocupados por los pro-europeos, y no al revés. Los disparos se produjeron desde el lado del hotel Ukraina, el Palacio de Octubre, Correos (todos ellos en manos de militantes opositores armados). Los francotiradores, para crear mayor confusión, dispararon indiscriminadamente a manifestantes del Maidán (es decir de los suyos), policías, y transeúntes. Esa tarde, 60 policías y activistas habían muerto. Hay bastantes testimonios que corroboran esto, y con seguridad esta es la razón de que la investigación prometida por el nuevo gobierno nunca se llegó a terminar: ya sabían bien quién había promovido la matanza.
El ministro de Exteriores estonio, Urmas Paet (nada sospechoso de ser pro-ruso), en una conversación telefónica le comentó a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que los francotiradores que actuaron en Kiev contra los manifestantes del Maidán en los días más violentos de la protesta fueron contratados por la oposición. "Se hace cada vez más evidente que detrás de los francotiradores no estaba el presidente Víctor Yanukóvich, sino alguien de la nueva coalición",
Según expertos, sin las provocaciones y matanzas de los francotiradores neonazis en el Maidán el gobierno legítimo no habría sido derribado, aunque había un factor clave para que así ocurriese: el apoyo decidido de la UE (que demostró una vez más que la democracia para ellos es un medio para gobernar, no un fin a conseguir, y que en este caso, para derribar al gobierno ucraniano pro-ruso, no le importó apoyarse en elementos neonazis). A los pocos días del golpe se nombró un gobierno provisional, con varios elementos de los partidos de extrema derecha, y entre las decisiones tomadas prohibieron el partido comunista (14% de apoyo en las última elecciones que participaron) y el partido de las regiones (el de Yanukóvich). El actual presidente Zelensky ya cerró 2 canales de TV por ser pro-rusos y hace poco ha prohibido 11 partidos por considerarlos también pro-rusos.
Los dos gobiernos que ha habido después, el de Poroshenko y el actual de Zelensky, son hijos de aquél golpe de estado, y hay que ser muy cínico para utilizar el argumento de que Ucrania tiene el derecho (en realidad no es así pues habría que considerar también el derecho de Rusia a su seguridad) a decidir lo que quiere ser y donde se integra, pues los dirigentes de, más o menos la mitad del país, (los pro-rusos), o están encarcelados, o han sido asesinados, o sus partidos has sido prohibidos.
OTAN
La OTAN, Alianza Atlántica, es una alianza militar intergubernamental que se rige por el tratado de Washington, firmado el 4 de abril de 1949. En su origen eran 12 países, y en la actualidad son 30. En sus principios fundacionales se dice que: ”El objetivo primordial de esta organización es garantizar la libertad y la seguridad de sus estados miembros…”. Sin embargo uno de los estados fundacionales es Portugal, que en 1949 era una férrea dictadura. Por otra parte en el 2004 ingresaron en ella los 3 estados bálticos, y todavía en Letonia y Estonia muchos de sus ciudadanos de ascendencia rusa tienen negados bastantes de sus derechos cívicos y políticos, entre ellos el de votar en las elecciones. (Por cierto, una de las últimas decisiones que tomó el parlamento Soviético en 1991 fue aprobar la independencia de los 3 estados bálticos).
En 1955 fue creado el Pacto de Varsovia integrado por la URSS y los Países del Este socialistas, y a su disolución en julio de 1991 se pensó, por lógica, que también se disolvería la OTAN, pues su enemigo potencial había desaparecido. Pero no fue así. Desde entonces la OTAN anda como pollo sin cabeza buscando/montando guerras en las que inmiscuirse: (Ex Yugoslavia, Libia, Siria, Irak, Afganistán), dejando un rastro de muerte y destrucción a su paso. Muchos analistas (Putin ya lo predijo en su discurso de 2007 durante la conferencia de seguridad europea en Munich) occidentales ya dijeron que la expansión de la OTAN hacia el este traería problemas, pues si bien los países fronterizos con Rusia temen por su seguridad, Rusia también exige garantías para la suya, pues no está dispuesta a que le coloquen misiles (caso de entrar Ucrania en la OTAN) a 5 minutos de Moscu. Pero sistemáticamente se la están negando EEUU (OTAN), ahora utilizando a Ucrania como conejo de indias. No es casualidad que Francia y Alemania se opusiesen a esa expansión pues veían venir el más que probable conflicto, y hasta Henry Kissinger, ex secretario de estado de EEUU, se oponía a esa expansión, y en 2014 ya escribió: “…para que Ucrania sobreviva y prospere, no debe ser un puesto avanzado de ninguno de los lados contra el otro. Debe funcionar como un puente entre ellos”. Precisamente lo contrario de lo que la nefasta administración USA está haciendo: seguir mandando armas para avivar el fuego de la guerra, y a su vez (con una gran maldad), alimentar el ego de Zelenski (presidente ucraniano) que parece no darse cuenta que lo que tiene que hacer es dialogar con Rusia las condiciones para acaba con la guerra que está arrasando su país. Esta no es la guerra de la película que hizo: ¡es real!
Ucrania
De los 45 millones de ucranianos que había al disolverse la URSS, unos seis millones salieron a trabajar en el extranjero: tres millones hacia Rusia (ucranianos de Novorossia) y otros tres hacia Polonia y la Unión Europea, mayormente ucranianos occidentales.
Ucrania, desde el punto de vista socio-político y lingüístico, está conformada fundamentalmente por 3 regiones:
.- En primer lugar, Galitzia, zona occidental de claro dominio de la lengua ucraniana. De Galitzia partió, en el siglo XIX, el más fuerte impulso nacionalista, que es ahora mismo el que da cuerpo al nacionalismo “oficial”. Son los llamados “banderoski”, por el nombre de su principal líder, Stepan Bandera ( colaborador de los nazis). La revuelta del Maidán del invierno de 2014, y el golpe de Estado prooccidental en que desembocó, instalaron ese nacionalismo exclusivista del oeste de Ucrania en el centro del Estado.
.- En el sur y el este de Ucrania, la llamada Novorossia, siempre rechazó con toda claridad cualquier glorificación de los fascistas “banderovski”. Se trata de un arco que va desde Járkov, en el norte, hasta la región de Odesa en el sur-oeste, mayoritariamente ruso parlante y con gran población que se define como “rusa”. Es la parte más industrial, y conserva una fuerte memoria soviética de la Segunda Guerra Mundial.
.- Mención especial merece la península de Crimea, tierra ancestral rusa, poblada por rusos y ruso parlantes en un 80%, por donde llegó el primer cristianismo a la Rus de Kiev, y fue conquistada por Catalina II a los tártaros del janato de Crimea, el último vestigio de la Horda de Oro, heredero del imperio de Chingiz Jan. Kruschev la entregó a Ucrania en 1954, desgajándola de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR), pero en aquella época las diferencias entre repúblicas eran completamente irrelevantes, y dicha entrega tuvo un carácter simbólico, al menos mientras la URSS existiese.
A no olvidar que aquí, al sur, se encuentra la ciudad de Sebastopol, donde se ubicaba la gran flota del mar negro durante la URSS. Rusia se repartió dicha flota con Ucrania, y anualmente le pagaba un sustancioso canon por su utilización hasta 2014, en que Ucrania ha vuelto a manos rusas. Seguramente esta fue una de las razones para que Rusia se anexase Ucrania en 2014: conservar la base de Sebastopol (y ahora sin tener que pagar por ella) de la que con seguridad la habrían expulsado.
Dombass
El golpe de estado en Kiev contra el legítimo gobierno en 2014 tuvo sus consecuencias en el resto de Ucrania. Pasado el primer momento de miedo, la población pro-rusa, más o menos la mitad, empezó a reaccionar y a montar sus anti-maidán de protesta. Fueron duramente reprimidos (en Odesa más de 60 pro-rusos fueron quemados vivos en la casa de los sindicatos, con unas escenas de brutalidad que recuerdan a las que estamos viendo en la desdichada guerra actual), pero las rebeliones triunfaron en 3 zonas: Crimea, cuyo parlamento votó por la independencia para, casi de inmediato, votar en un referéndum por la anexión a Rusia, y las provincias de Donetsk y Lugansk que se rebelaron contra el gobierno y declararon su independencia, aunque sus nuevos gobiernos controlan menos de la mitad de ambas provincias.
Investigadores y periodistas han advertido de cómo la institucionalización del nazismo y el fascismo por parte del gobierno ucraniano como método para resolver esta crisis a lo largo de más de cinco años, ha derivado en un abuso sistemático de la población del Dombass, en una persecución a las minorías étnicas, en la destrucción de patrimonio histórico y cultural y en otra serie de crímenes que, más que derivados del conflicto bélico, guardan relación con las ideas supremacistas, antisemitas, racistas, xenófobas y autoritarias de estos grupos de extrema derecha.
Rusia-China
En los últimos tiempos de la URSS y principios de su desaparición en 1991, reinaba un cierto optimismo respecto al futuro de Europa. Se empezó a hablar de la “Europa desde Lisboa a Vladivostok”, la “Europa del Atlántico al Pacífico”, la “Casa Común Europea”, el llamado “Euroasianismo”.
El ex viceministro de Relaciones Exteriores de la URSS Anatoli Adamichin (1986-1990) recuerda que reinaba entonces un clima de euforia: “Pensábamos que estábamos en el mismo barco que Occidente”. Los dirigentes rusos no vieron inmediatamente la ampliación de la OTAN como una amenaza militar. La intervención de la OTAN en la ex Yugoslavia en 1999, sin mandato de las Naciones Unidas, hizo que Rusia tomara conciencia de su relegación. Los despiadados bombardeos sobre Serbia, Belgrado, les abrieron los ojos.
¿Qué había pasado? Pues que Washington no veía con buenos ojos ese proyecto de la Casa Común Europea, del que podía salir una Europa unida y con un proyecto propio que le podía hacer sombra, y obstaculizar su idea de seguir siendo el amo del mundo. Desaparecida la URSS solo podía existir su mundo unipolar, ejercido en Europa a través de la OTAN, y no tardó mucho en “convencer” (obligar) a los dirigentes europeos que así debía de ser.
Desde entonces USA ha ido decreciendo paulatinamente y, a excepción del poder militar donde, al menos en el convencional, no tiene rival, en el económico siente que China cada vez le disputa más el primer puesto.
Actualmente el gobierno Chino es consciente que: “Estados Unidos está llevando a cabo un doble cerco de China y de Rusia e intenta sembrar la discordia”
Esto es precisamente lo que los estrategas de USA querían evitar, pero los halcones de la administración es lo que están consiguiendo. Al parecer se sienten seguros como para enfrentarse a los dos países a la vez. Han empezado con Rusia, le exigen a la UE sumisión total a su estrategia de dominio (a través de la OTAN), y si les sale bien, después irían a por China, que sería el premio gordo de esta guerra.
Según el politólogo brasileño Boaventura de Sousa:
“Vistos con lentes no europeas, Europa y Estados Unidos están orgullosamente casi solos, quizás capaces de ganar una batalla, pero ciertamente en camino a la derrota en la guerra de la historia. Más de la mitad de la población mundial vive en países que han decidido no imponer sanciones a Rusia. Muchos de los que votaron (y bien) en la ONU contra la invasión ilegal de Ucrania lo hicieron con justificaciones de su experiencia histórica, que no fue la de ser invadidos por Rusia, sino por Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Israel.”
Cuando EEUU le reprochó a China por qué no ha condenado la invasión rusa le contestó: “Nunca olvidaremos el bombardeo de Yugoslavia, y de la embajada china en Belgrado, con el saldo de 3 periodistas muertos y 27 heridos”, y añadieron: “No necesitamos sermones sobre Justicia, de un abusador del derecho Internacional”. La historia es muy terca en recordar los hechos ocurridos.
En la región del pacífico, Occidente (EEUU) prepara sus alianzas: AUKUS, ANZUS, dependiendo cómo acabe la guerra de Ucrania OTAN. Ya el presidente Biden ha dicho: “Habrá un Nuevo Orden Mundial, y nosotros tenemos que dirigirlo”, como si fuese el pueblo elegido de Dios, en lo que ellos se han arrogado la “excepcionalidad del pueblo americano” No hay peor cosa que mezclar religión y armas.
Conclusiones
.- El lío que ha vuelto a crear la OTAN (EEUU) es monumental, hasta el punto de poner al mundo en peligro de una guerra que, de seguir así, terminará en nuclear. Las pérdidas humanas ya son muy grandes así como las materiales-económicas, pues las malditas sanciones están volviendo a demostrar que son moneda de ida y vuelta, y son los países pobres los que más las van a padecer (crisis alimentaria etc.). Después del conflicto (si es que seguimos vivos), la OTAN tendrá un cierto tiempo (esperemos que corto) de “euforia”, pero la única opción que le va a quedar, por el bien de la humanidad, va a ser su disolución, pues parece que su única misión actual es enfrentarse a los problemas que ella misma está creando!
.- La guerra la inició Rusia el 24 de febrero de este año (o ya había sido iniciada por sectores de Ucrania, OTAN (EEUU) en febrero del 2014, según criterios), pero es muy preocupante que en el momento actual, Occidente (el país dominante EEUU),no solo no esté haciendo el más mínimo esfuerzo por llegar a un acuerdo que pare la guerra, sino que sigue echando toda la leña que puede al fuego: más armas que significan que, sobre todo Ucrania, se seguirá desangrando. Según estimaciones el PIB ucraniano sufrirá una caída del 38%, el ruso del 9%, y el de la UE, aunque no se ha especificado, también retrocederá (ya lo está haciendo). Y todo para mayor gloria del complejo militar-industrial de EEUU (OTAN), que parece que el único lenguaje que entiende es el de hacer dinero a costa de la desgracia ajena.
.- La OTAN (EEUU) todavía no ha hecho ningún comentario diciendo que aceptaría que Ucrania fuese neutral, los acuerdos de Minsk II ya fueron rechazados por el gobierno ucraniano, y EEUU ya presionó a Ucrania para reanudar la guerra contra las provincias del Dombass. Ahora, sería garantía suficiente para Rusia que Ucrania acepte dicha neutralidad? ¿Se fiaría de un país que últimamente incumple los pactos que ha firmado? (Ha salido de todos los tratados sobre armas nucleares que firmó en su momento. Se salió del pacto con Irán, del pacto de Paris, aunque ha vuelto a entrar, etc.)
.- Ucrania debería renunciar a pertenecer a la OTAN (el mito de que es libre de elegir es falso, pues la seguridad tiene que ser compartida). En 1962 EEUU amenazó a la URSS con una guerra nuclear si ponía misiles en Cuba, que tenía derecho a ponerlos, pero eso afectaría a la seguridad de EEUU. A la nueva presidenta de Honduras, Xiomara, EEUU le ha obligado a desdecirse de una de sus promesas electorales: romper lazos con Taiwan y establecerlos con la República Popular de China.
.- La guerra terminará algún día (esperemos que pronto) y habrá que empezar a cerrar heridas, enterrar a los muertos, reconstruir Ucrania, levantar sanciones que están perjudicando a todos, boicots etc., abrir el North Stream II para proveer de más gas a Europa, y lo más importante (aparte de los muertos), y tal vez lo más difícil: Rusia es parte de Europa (incluso su parte asiática, al menos culturalmente), habrá que empezar a declarar una paz duradera y sincera, y EEUU debería empezar a admitirlo. ¿Lo hará, o se le obligará a hacerlo?
Desde hace tiempo está claro que no habrá estabilidad europea a largo plazo, en un esquema de seguridad que no implique a Rusia, y menos aún que se plantee contra Rusia.
.- Es inquietante la cortedad y ceguera de la intelligentsia actual europea (la de EEUU ya la conocemos: solo va a lo suyo), que es incapaz de defender lo más mínimo los intereses de su ciudadanía: Europa va a tener que comprar el gas a EEUU, mucho más caro que el ruso (porque así lo ha decidido su amo), y según expertos no está claro que pueda satisfacer las necesidades de la UE, pues el gas licuado tendría que venir en barco, y al parecer no existe la infraestructura adecuada.
.- La expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU deja una lectura muy curiosa: es expulsada por una mayoría del 79% de votos válidos, pero los habitantes de los países que votaron en contra o se abstuvieron suman el 60% del total mundial. La impresión es que la mayoría de la humanidad está ya cansa de ese Occidente que decide qué guerras son buenas y cuales malas (aunque en realidad todas son malas), pero todavía muchos países pequeños en la práctica no tienen elección de voto, ni pueden aguantar las presiones.
.- Putin no tiene nada de comunista (la oposición en la duma rusa la ejerce precisamente el partido comunista). Si tiene algunas simpatías en sectores de izquierda, es porque está enfrentándose a EEUU (OTAN). La geopolítica no tiene nada que ver con las ideologías.
.- En 2018 un avión Eurofighter del ejército español, haciendo maniobras en Estonia lanzó por error un misil que afortunadamente no produjo víctimas, pero las continuas provocaciones de la OTAN con patrullas de bombarderos cerca de las fronteras rusas son continuas (también las hay por parte del Rusia), y al final producirán algún fatal incidente. Por otra parte las intoxicaciones de los medios de in/comunicación son continuas: ¿Rusia invadirá Finlandia, Polonia, Occidente etc. etc.?
.- Se comenta que la 3ª guerra mundial ya habría comenzado, pues Rusia está enfrentándose al ejército ucraniano (además de los mercenarios) que luchan con armamento de la OTAN (EEUU), y Zelensky ha dicho que: “Si tuviéramos acceso a todas las armas que necesitamos, ya habríamos puesto fin a esta guerra”. En su megalomanía de actor le han hecho creer que puede ganar la guerra (a la que nunca se debiera de haber llegado), y continúa dispuesto a contribuir a la destrucción de su país (recuerda a Nerón incendiando Roma para su mayor gloria), mientras, a EEUU, menos a la UE, le interesa prolongar la guerra, en espera de que las sanciones hagan efecto. Esta escalada bélica solo nos puede traer más destrucción y muerte.
.- La táctica que está empleando Occidente para denigrar al enemigo (Rusia) es la misma que ya utilizó en otras guerras recientes: aprovechando su dominio casi absoluto de los medios de comunicación, demonizar a sus dirigentes, acusarles de todo tipo de aberraciones, aislarlos, y al final, si puede, eliminarlos físicamente. Zelensky se debiera de cubrir las espaldas, pues una vez que no les sea útil, cualquier cosa podría ocurrirle.
.- Al parecer entre las ruinas de la acería de Azovstal en Mariupol hay bastantes niños, que todo hace pensar los están utilizando como escudos humanos. No he oido-visto ningún comentario en los medios sobre esta barbaridad.
Josela