La semana pasada leí con estupefacción un artículo de un conocido político vasco muy vinculado a Venezuela, en el cual entre otras lindezas acusaba al gobierno de ese país de ser una: “dictadura militar”. Tal cual y sin despeinarse. Y todo esto a pesar de que, por ejemplo, en Venezuela uno puede enterarse de la situación del país y sacar sus propias conclusiones leyendo los periódicos o viendo y escuchando las televisiones y radios tanto favorables como contrarias al gobierno, mientras que en el estado español, salvo alguna excepción, la intoxicación mediática en contra del gobierno es tan grande que no queda más recurso que acudir a internet para intentar saber lo que realmente está pasando allá. Mantras que se repiten machaconamente hasta que se queden grabados a fuego en el subconsciente del lector:
.- Las manifestaciones en contra del gobierno son pacíficas, y se nos toma a los lectores por idiotas, pues desde el primer día (hace 4 meses) hemos podido ver fotografías de gente enmascarada con cascos, cámaras de televisión en ellos, escudos, cócteles molotov, armas caseras que han provocados bastantes muertos incluso entre sus filas (seguramente muchas de ellas provocadas a propósito), y como consecuencia de estos grupos actuando perfectamente organizados en plan de guerrilla urbana, has sido quemadas personas acusadas de ser chavistas (al más puro estilo yihadista), destruidas propiedades tanto particulares como centros públicos, y hasta guarderías y hospitales. Y en un país con los problemas que está teniendo de desabastecimiento no han tenido ni siquiera reparo para quemar y destruir camiones llenos de alimentos. El plan de los grupos más radicales y fascistas de la MUD (que son los que la están controlando en estos momentos) no es otro sino sembrar el terror entre la población y hacer el país ingobernable para justificar un golpe de estado o una intervención extranjera. Por supuesto que en las manifestaciones antigubernamentales ha habido miles de pacíficos manifestantes, pero estos han sido eclipsados por los grupos violentos.
.- La comunidad internacional , palabras que se repiten hasta la saciedad para hacernos creer que todos los países están en contra del actual gobierno de Venezuela, aunque en realidad se reduce a EEUU y los países de su órbita, incluida cómo no La Unión Europea, que cada vez parece más un apéndice de EEUU.
.- Toda la culpa es de Maduro, con lo que se intenta personalizar todo un proceso revolucionario en una sola persona, y hacer creer que todos los males de Venezuela poco menos que desaparecerían con su cese (o asesinato al igual que ya se ha hecho últimamente en otros países), cuando lo que tratan de hacer es desmantelar todas las conquistas sociales conseguidas e intentar volver a la situación anterior a 1.999, si hace falta con nuevos “caracazos” incluidos.
.-En las elecciones va a haber pucherazo. Supongo se referirán al nivel de participación pues si fuese bajo dejaría en entredicho al gobierno, y son tan cortos de miras que ni siquiera se dan cuenta que de ser posible manipular los resultados (el sistema de votación es electrónico y reconocido como uno de los más fiables del mundo) el gobierno habría maquillado los resultados a la Asamblea Nacional. En realidad nunca han reconocido los resultados adversos, pero curiosamente el del 2.015 (favorable) ese sí.
.-El pueblo en el plebiscito del 16 de Julio votó por el cambio de gobierno, y si la situación no fuese tan dramática, este argumento produciría risa. Una votación sin padrón electoral, con lo que se podía votar más de una vez (una persona lo hizo hasta 17 veces y otras se hicieron fotos votando en distintos lugares), y ya para el día siguiente tenían el número de votantes: unos 7 millones y medio que nadie sabe cómo salen pues enseguida quemaron las urnas de cartón, según ellos para que no cayesen en manos del gobierno (que no se inmiscuyó en nada), pero en realidad para que no se hiciese ninguna auditoria. Y ya con todo este show nos dicen que Maduro está derrocado.
Y no se trata de sacarle la cara al gobierno actual que ha cometido y esta cometiendo muchos fallos (entre ellos tal vez este llamado a conformar una Asamblea Nacional Constituyente aunque esto el tiempo lo dirá según como se use y para qué), y que está siendo incapaz (tampoco se lo ponen fácil) de superar la grave crisis de abastecimiento que hay en el país, que aunque según todos los indicios tiene mucho de inducida (boicots, acaparamiento, especulación etc.) pues entre otras cosas Venezuela debe de importar un porcentaje muy alto de alimentos, medicinas bienes de consumo etc., y las empresas importadoras están en su mayoría en manos privadas que se han dedicado y dedican a especular con los dólares subvencionados que reciben del gobierno (todo hay que decirlo cada vez menos por su escasez debido a los bajos precios del petróleo) para importar productos. Pero el gobierno ha sido incapaz de dar con la tecla que le permita remontar la actual coyuntura, y seguramente en este desastre tenga también bastante que ver esa llamada nueva “boliburguesía” que ha nacido y se ha enriquecido al abrigo de la revolución, y que poco o nada hace para revertir la actual situación.
Pero dicho esto el presidente actual tiene todo el derecho del mundo a terminar su mandato en el 2.019, y es una auténtica farsa cargada de hipocresía esos llamados a elecciones, que si mal está se hagan en el interior del país, suenan a ingerencia descarada e inadmisible en labios de dignatarios de otros países.
Los medios de comunicación
Y en este contexto para los que controlan los medios de comunicación la verdad ya no importa, no interesa. El relato se hace acorde con lo que se quiere conseguir, en este caso el desmantelamiento del proceso bolivariano con sus luces y sus sombras, y a través del monopolio de los medios de comunicación se crea esa llamada “postverdad”, que no es sino un cúmulo de verdades a medias y mentiras descaradas.
Esto se ha utilizado muchas veces en la historia, pero ahora está llegando a unos límites que produce pavor. Goebbels, el famoso ministro nazi sería un aprendiz. Porque la persona que dice que Venezuela es una dictadura militar pasa por alto (adrede, claro) que hay un presidente elegido democráticamente, que la oposición (mejor sería decir las oposiciones) tienen sus medios de comunicación, que se manifiestan cuando les da la gana aunque no tengan permiso (en Europa muchos de ellos habrían ido a la cárcel por desacato y desorden público), que cortan calles y autopistas cuando les da la gana y si se lo impiden dicen que no hay libertad, ¡que cara más dura!, y ya lo peor es que llevan 18 años (desde la llegada de Chavez al poder) organizando sus guarimbas destructivas que le han costado al país decenas de miles de millones de dólares, golpe de estado del 2.002 que ahora lo está desempolvando el sector más radical de la MUD como preludio del que (de manera casi continua) están intentando dar de nuevo . Por supuesto que el gobierno últimamente está haciendo también sus trampas, aunque en un mundo cada vez más judicializado supongo que estas cosas no van a ser sólo privilegio de las derechas.
Pero este nuevo relato que pretende justificar cualquier exceso está lleno de contradicciones (como no podía ser de otra manera), sobre las que se pasa de puntillas y sin querer darle mayor importancia, ante el que la gente (debido sobre todo a la existencia de internet) cada vez se encuentra más perpleja y confusa.
Se nos sigue restregando por la cara los resultados ficticios del plebiscito del 16 de julio con sus 7,5 millones de votos que nadie sabe de donde salen pero que se esgrimen como prueba de la voluntad popular, y ante cuya convocatoria el gobierno venezolano (dictatorial) no tomó ninguna represalia, pero los catalanes no pueden ni siquiera expresar su opinión en un referéndum, pues el gobierno (democrático) les intenta chantajear con todo tipo de amenazas, incluida la cárcel y el uso de la fuerza.
Hace poco salió en la prensa que el político preso Leopoldo López había gritado desde la celda (vaya chorro de voz para oirlo desde el exterior) que lo estaban torturando, pero al cabo de una semana el gobierno le conmutó la pena a arresto domiciliario y por el buen aspecto que tenía más parecía que volvía de una gira por el caribe que de una prisión. Por último el nuevo relato ante la tragedia de los creo 114 muertos desde abril por la violencia gratuita y demencial desatada por el sector más radical de la MUD (fundamentalmente el partido Voluntad Popular de Leopoldo López), intenta hacernos creer que todas estas muertes son debidas a la represión de la guardia nacional, y ciertamente hay, creo que 14 guardias en prisión por excesos durante las manifestaciones, pero muchas muertes son debidas a disparos (la guardia nacional no usa armas de fuego) tanto de armas caseras de los manifestantes (está comprobado) como de francotiradores, a manipulación de explosivos caseros, a atropellos en las barricadas, guardias asesinados mientras quitaban las barricadas etc. Ese relato de las 114 víctimas de la represión de la guardia nacional es insostenible, pero se sigue repitiendo hasta convertirlo en la postverdad (mentira) que interesa, a ver si cuela.
Hace unos años nos decían que tan terrorista era el que apretaba el gatillo como el autor intelectual y el que según ellos señalaba la diana, y siguiendo el mismo argumento podríamos entonces decir que tan terroristas son esos jóvenes, e incluso niños, que andan destrozando e incendiando propiedades para sembrar el terror (muchas veces previo pago como ya han confesado algunos) como los que desde los medios de comunicación les jalean llamándoles poco menos que luchadores por la libertad (al estilo de cómo hacía Reagan con la tristemente célebre Contra nicaragüense cuyo único objetivo era sembrar el caos).
Algunos periodistas ya han encendido la señal de alarma avisando del papel funesto y trágico que esta postura tan permisiva poco menos que jaleando a estos grupúsculos con comportamientos de tipo terrorista está teniendo (y ante los que controlan la MUD no está diciendo nada pues parece le sirven a su estrategia de contra peor mejor). Esa actitud de que todo vale con tal de tirar al gobierno actual está creando un caldo de cultivo de ingobernabilidad del que al final todos saldrán perdiendo.
Probablemente el mayor culpable sea USA, pues en su afán de controlar la mayor reserva de petróleo del mundo, Venezuela, está apoyando al sector más radical y derechoso (Leopoldo López)., pues parece que su apuesta es un golpe de estado (como ya lo intentó en el 2.002) con un baño de sangre al estilo de Chile en 1.973, que les quite a los venezolanos las ganas de querer ser dueños de su destino. Produce pavor escuchar las arengas de Voluntad Popular en mítines dados en USA y Miami, llamando poco menos que a un golpe militar. Las conversaciones telefónicas intervenidas aún son mas terroríficas, y en cierto modo admira la paciencia del gobierno de Venezuela con todos ellos. Esperemos que nada de eso ocurra nunca jamás, y que esas personas que están utilizando todo tipo de exabruptos al estilo de a ver quien escupe más alto sean conscientes de su responsabilidad.
En 1.936 la República española con la excusa de la neutralidad fue abandonada a su suerte por las llamadas democracias (fundamentalmente Gran Bretaña, Francia y EEUU), pues en el fondo y en su hipocresía no declarada temían más a un gobierno en manos del pueblo que a un fascista como Franco. Da la impresión que con Venezuela está pasando algo parecido, y que las llamadas democracias occidentales temen más a la incipiente revolución bolivariana con todas sus imperfecciones pero que ya ha conseguido muchas conquistas sociales para el pueblo, que a los tipos tan impresentables que controlan la MUD, que de llegar al poder no solo harán tabla rasa de todo lo conseguido sino que no tendrán escrúpulos en quitar de en medio a todo el que les moleste.
Gernika fue destruida por los aliados nazis de Franco y debieron de pasar 40 años para que oficialmente se reconociese que fue bombardeada por las tropas de Franco. Espero que la postverdad (mentira) sobre Venezuela no se siga abriendo paso, y si hay que dejar a Maduro en el camino que se quede, pero que el proceso ya iniciado hace 18 años siga adelante. El pueblo de Venezuela lo necesita y se lo merece, y nunca olvidaré cuando estuve en Venezuela por primera vez el año 2.005 lo que me dijo un profesor de la universidad, también de ascendencia vasca:
“Yo no le voto a Chávez pues no estoy de acuerdo con él en muchas cosas, pero con la oposición que tenemos nunca!” e hizo hincapié en esta última palabra.
José Eladio Santacara
1 comentario:
Ederra artikulua, Eladio!
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