domingo, 12 de marzo de 2017

ARTESANÍAS JIMAN SE VA DE ALFARO Y RECIBE OFERTAS DE NAVARRA Y SORIA

La empresa Artesanías Jiman S. L. de Alfaro está dispuesta a trasladar su fábrica fuera de La Rioja. En un anuncio radiofónico, la firma ha hecho pública su intención de encontrar urgentemente 10.000 metros cuadrados «en Aragón, Navarra o Soria» en respuesta a las dificultades que encuentra en su localidad para ampliar sus instalaciones. Y la respuesta, inmediata, no ha podido ser más contundente: cinco municipios navarros (Cintruénigo, Marcilla, Cascante, Olite y Pamplona) y dos sorianos (Ágreda y Ólvega) han ofrecido suelo gratuito para la industria, en alguno de los casos acompañado de la cesión de naves ya construidas.
Jiman cuenta con una plantilla superior a los 50 trabajadores y es propietario de las marcas reconocidas a nivel mundial Panel Piedra y Kretta Bath. La firma se dedica a la fabricación de revestimientos, alta decoración y todo lo relacionado con el baño. Su planteamiento de ampliación responde a la necesidad empresarial de ampliar sus actuales líneas de trabajo con nuevos productos con los que mantener una línea competitiva.
Según el testimonio de sus responsables, tras año y medio de negociaciones «infructuosas» con las administraciones local y regional para ampliar sus instalaciones en el término alfareño de La Senda, la dirección de la empresa ha decidido optar por otras localizaciones, bien sean en Navarra, Soria o Aragón. «Hemos agotado las posibilidades en Alfaro y hemos encontrado palos en las ruedas por parte del gobierno municipal y de la oposición», explica Santiago Jiménez, gerente de Jiman. «Estamos creciendo entre el 20% y el 25% al año en estos tiempos tan difíciles, y en las actuales instalaciones nos sentimos ahogados. La empresa no puede esperar más para seguir siendo competitiva a nivel mundial», añade.
Con resignación, el gerente de esta empresa familiar surgida en 1974 cuenta que tiene máquinas guardadas en bajos y garajes de amigos y familiares, sin que puedan entrar en funcionamiento y sin que puedan crear e implantar nuevos productos. «No se puede competir. De estar a la cabeza del sector, esta situación nos está arrastrando al vagón de cola», lamenta. La empresa cuenta hoy con una red de diez oficinas comerciales y veinte comerciales que trabajan en 45 países, desde Irak a Japón pasando por Estados Unidos, Canadá y toda Europa, y trabaja con más de un centenar de franquicias, entre las que figuran varias de las primeras marcas del mundo.
El espacio en sus instalaciones no da más de sí, ni en la zona de almacenaje ni en los espacios donde apuesta por instalar la última tecnología y el diseño para dar salida a los productos surgidos de sus dieciséis patentes mundiales. Su única salida es la ampliación.
Por ello, tras año y medio de contactos y tras avanzar en febrero la solicitud de licencia ambiental, la pasada semana comenzó las obras para acondicionar un nuevo almacén. En veinte días va a llegar una nave prefabricada de 2.000 metros cuadrados. Pero tras preguntas lanzadas por el PSOE en el último pleno municipal sobre la obtención de licencias de ampliación, el Ayuntamiento de Alfaro ha paralizado la obra.
La dificultad de cara a las licencias radica en la ubicación donde se encuentra Jiman y otras empresas vecinas. Las instalaciones se hallan en la salida de Alfaro hacia Tudela, en los márgenes de la carretera N-232, en el paraje denominado La Senda, que da nombre al vecino parque industrial inaugurado en marzo del 2011. Como otras empresas aledañas, Jiman se ubicó en esta zona que nunca se ha llegado a desarrollar como polígono industrial. Y una vez que el parque industrial La Senda entró en servicio, los requisitos para construir y urbanizar en la zona se han restringido.
La sensación de falta de apoyos y la urgencia de contar con un terreno para esa nueva nave-almacén han llevado a la decisión de trasladarse a otra localidad. «Hacía años que no pasaba un trago tan amargo, pero intentas luchar por tu pueblo y por tu comunidad y te ponen palos en las ruedas... Ahora, mi empresa y las 50 familias que comen de ella no pueden más», suspira Santiago Jiménez.

Ernesto Pascual, en larioja.com

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