domingo, 20 de marzo de 2016

DAVID JAIME, REPUBLICANO DE IZQUIERDA VASQUISTA

La vida y obra de David Jaime Deán, todo un referente en el movimiento republicano navarro de izquierdas, en la defensa del euskera -lengua que utilizó toda su vida- y en el impulso del estatuto vasconavarro “como el mejor instrumento con el que republicanizar Navarra”, han sido rescatadas por el escritor Jose Mari Esparza Zabalegi. En este nuevo libro, Esparza quiere no solo que la figura del tafallés David Jaime no caiga en el olvido sino también abrir la puerta al conocimiento de una época fundamental en el devenir histórico de esta tierra. “He tomado la figura de David Jaime porque tiene una vida de novela, llena de viajes, empresas, desgracias, contrabandos, sueños y responsabilidades. También llena de humor e ironía”, señala Jose Mari Esparza. Y añade, “por medio de su vida se vislumbra cómo era la Tafalla y la Navarra de entonces, y se descubre a los muchos paisanos que lo trataron y convivieron con él: desde los paisanos de a pie a personalidades como Manuel Irujo, el obispo Mújica, el lehendakari José Antonio de Agirre o Indalecio Prieto. Es toda una generación retratada y un concepto de República. El libro tiene un triste final, pues David muere en el exilio, sin llegar a ver la ansiada caída de Franco”.
Nuestro pueblo despertará. David Jaime y la republica vasconavarra es el título de esta nueva publicación editada por Txalaparta en la serie de historia que dirige Emilio Majuelo. En sus 321 páginas, ilustradas con fotos que Esparza ha obtenido de diversas fuentes incluidas las familiares del protagonista, desgrana quien fue este republicano perseguido y exiliado. Adjunta cartas y escritos de este navarro singular, cuyo periplo le llevó incluso a Argentina en 1915.
Por su peso política e implicación social “fue una de las personas más buscadas tras el golpe militar de 1936. Habría sido fusilado como otros tantos de Izquierda Republicana o como lo fueron sus compañeros concejales, Perico Martinena, Saturio García y Cipriano Sola. Pero consiguió escapar, rehacer su vida y pelear desde el exilio de Iparralde”.
David Jaime Deán nació el 16 de mayo de 1887 en el seno de una familia de Tafalla, zona poco vascófona entonces, y aprendió euskera en su infancia en Eugi y posteriormente en Etxarri Arantz, donde vivió junto a su esposa. Se casó con Martina Larraza y, apunta Esparza, siempre hablaron en euskera entre ellos. “En Tafalla, el lugar donde estuvo escondido fue un secreto durante todo el franquismo·. Una vez en el otro lado de la muga, fue nombrado presidente del Consejo de Navarra, que venía a ser la Diputación Foral en el exilio, y desde allí siguió trabajando para ayudar a todos los escapados, combatir al franquismo y lograr la vuelta de la República”.
David Jaime pertenecía a Izquierda Republicana, “formación que entendía Navarra dentro de la España federal, reintegrados sus fueros y unida al resto de Euskal Herria”. “Llama la atención -añade Esparza- la saña con la que con la que sus miembros fueron perseguidos: su presidente, Ramón Bengaray, fusilado como Javier Izid, alcalde de Aibar; Aquiles Cuadra, alcalde de Tudela; el concejal Victorino García Enciso; el dirigente de las juventudes del partido, José Antonio Velasco y hasta republicanos históricos, como Leandro Villafranca, asesinado a los 65 años. Otros, como el escritor Félix Urabayen o Ambrosio Huici, fueron presos, y el resto, exiliados por el mundo como José Burgaleta, Javier Domezain, Mariano Ansó, García Larrache, Pepe Alfaro, Jesús Artola, Vicente Navarro o él mismo”. “La mayor parte -añade Esparza- eran industriales e intelectuales reconocidos, no pertenecían a la clase proletaria, ni habían participado en enfrentamientos, ni en ocupaciones de tierras, ni quemas de iglesias, ni eran separatistas. Incluso la mayoría era creyente. Simplemente intentaron democratizar Navarra, elevar la educación, librarla del caciquismo económico y espiritual, recuperar la esencia de los antiguos fueros”.
La relevancia de Jaime, destaca el autor del libro, obedece a su cargo de diputado, a haber sido uno de los impulsores del Estatuto Vasconavarro y haber presidido el Consejo de Navarra en el exilio. “Es curioso , porque siendo muy distante del PNV, tenía claro que la Navarra republicana solo podría progresar unida a las cuatro provincias, e hizo una enorme campaña entre los ayuntamientos de izquierda de la Ribera para que se adhirieran al mismo, lo cual lo consiguió por su discurso social, laico y republicano”.
Salpican la biografía de David Jaime otros hechos relevantes como conseguir que la Diputación aprobase por primera vez la oficialidad del euskera en Navarra. “A través de su vida y la de sus camaradas, vemos que el tema de la autonomía navarra y de la unidad vasca no fue en absoluto monopolio del nacionalismo vasco, sino que hubo muchos que, desde la izquierda, tenían asumido que la causa social y la nacional iban por la misma senda. Y pagaron alto precio por ello”, dice Esparza.
Detalles que dan cuenta de la personalidad, integridad y honestidad de este industrial son recogidos a lo largo del libro. “Era miembro de Euskeraren Adixkideak. El 13 de mayo de 1931, David tomó un taxi para ir a la primera sesión de la Diputación. Se lo pagó de su bolsillo, como lo hará durante toda la legislatura. No es el único: su amigo, el socialista Constantino Salinas, que preside la Diputación, acude en tren desde Alsasua viajando, como siempre, en vagón de tercera. La austeridad, seña de identidad de las izquierdas republicanas”.
En la sesión tratan la moción que ha redactado David, “con todo el entusiasmo de sus sentimientos democráticos y de amar al país que lo vio nacer”. Propone que se den los pasos legales necesarios para el reconocimiento del euskera y la implantación del bilingüismo en todo Navarra, “por ser una reivindicación del pueblo humilde, ya que las lenguas vernáculas fueron relegándose al olvido precisamente por las clases privilegiadas”. La propuesta es aceptada por unanimidad de republicanos, socialistas y el carlista Amadeo Marco.
“En representación de la Diputación -relata Esparza- acude a la Junta de Eusko Ikaskuntza, y es el primero en hablar en euskera. Siendo presidente del Consejo de Navarra, escribe cartas en correcto euskera al Gobierno Vasco, al lehendakari Agirre, a Leizaola, algo excepcional en la correspondencia oficial de aquellos años y más entre gente de izquierdas, navarros y de Tafalla”. En sus cartas reprochaba el poco interés del Gobierno Vasco hacia Navarra, representada en el Consejo que presidía. Y hay más, el 21 de diciembre de 1946 sale al aire Radio Euzkadi. La voz de la Resistencia Vasca. Depende del Gobierno Vasco y emite desde Mugerre. “David se encarga de las emisiones sobre Navarra, lo hace en castellano y euskera”, problemente la primera vez que el euskera salía a las ondas en Navarra”, recoge Esparza en este alarde de historia.

Diario de Noticias

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