La polilla invasora "Cydalima perspectalis" penetro en Navarra en el 2015 por la zona norte de Baztan-Bidasoa procedente de Alemania a donde llegó en 2007. Parece ser que unas importaciones de plantones de bojes contaminados procedente de Asia fueron la causa.
A partir de ese momento su presencia se fue extendiendo con una rapidez inusitada. Al día de hoy se puede observar dicha "mariposa nocturna" en media Navarra y se han encontrado ejemplares en Madrid y en la Comunidad Autónoma Vasca. Ahora la plaga amenaza seriamente los bojedales del Pirineo, muchos de ellos hábitats prioritarios y de interés comunitario”. Algunos expertos afirman que en un futuro próximo esa especie invasora podría colonizar el resto de Europa.
Los problemas que causan las larvas de esa polilla son la defoliación de las diferentes especies de boj, llegando a comerse sus hojas, las ramas tiernas y la corteza del arbusto. En algunos casos puede suponer la muerte del arbusto, aunque puedan durar más de un año al ataque.
¿Pero qué se puede hacer para erradicar o por lo menos limitar esa plaga? Por lo que cuentan los técnicos bastante poco. Sí se puede actuar por diferentes medios a nivel de jardines y parques, pero es imposible hacerlo en las zonas boscosas por su tamaño y magnitud. Por tanto, dados por perdidos los bojedales y en espera de que a su vez desaparezca la polilla invasora, lo que queda es recolectar semillas para su posterior siembra.
Además del cangrejo americano Señal, el mejillón Cebra, el Visón americano, el Siluro, la Avispa asiática... instalados ya por estos lares, otras plagas recientes a las que tendremos que hacerles frente son: el "Mosquito Tigre"; una de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo, transmisor de enfermedades muy peligrosas. Llegó a Cataluña en el 2004 en camiones de transporte de neumáticos. La "chinche americana" del pino, que afecta a algunas coníferas y ha ido paulatinamente mermando la cosecha del piñón. El Picudo rojo, un gorgojo aterrizado en España desde Asia a través de la madera importada, que en relativamente poco tiempo mata a las palmeras. También tenemos la "Cucaracha Aamericana", la "Chinche de Cama, la "Hormiguita de Fuego... son algunas de las plagas que han llegado a España de la mano de la globalización y el Cambio Climático.
Las especies exóticas invasoras se consideran una auténtica amenaza para la diversidad biológica autóctona. Así las mascotas, que una vez abandonadas, a veces se establecen aquí desplazando a las especies autóctonas y creando graves problemas de proliferación como en el caso de los cerdos enanos tailandeses que se han hibridado con los jabalíes. La lista de errores del ser humano respecto a estas especies es larga y encuentra ejemplos tanto en fauna como en flora.
Las consideraciones que se pueden hacer ante estas plagas son varias:
- Nuestra forma de vida con el comercio globalizado y el tránsito del transporte internacional, las emigraciones y el turismo... propagan las plagas y las enfermedades transfronterizas de personas, animales, flora y otros bienes.
- Que deberíamos asumir que aun existiendo normas internacionales que intentan limitar este tipo de plagas, su expansión incontrolada se da y se darán en el futuro, pudiendo tener terribles consecuencias tanto económicas como para el medio ambiente y la salud.
- Que como se viene comprobando, los Estados no están preparados para defendernos, ni defender los ecosistemas. Por una parte porque no dedican la atención al problema con controles rigurosos y por otra porque no aportan las inversiones necesarias para la prevención, la investigación y concienciación de lo que nos viene encima. Aun con todo, sería casi imposible defenderse de este fenómeno, ya que de cada 15 días llega a España una nueva plaga a través de las importaciones de frutas y hortalizas.
- Que el tener en las compras múltiples y variadas posibilidades de elección de productos, tiene un coste ambiental y para la salud. A veces lo barato sale caro...
La Economía Circular nos habla de comer "del tiempo y del lugar", como lo han hecho siempre nuestros antepasados, que han transmitido sus genes en buenas condiciones hasta nuestros días. También el que nuestras compras no hagan miles de kilómetros antes de llegar a nuestros hogares. Pero, ¿por qué sale más barato comprar lo importado que lo producido en casa? Sencillamente porque esos productos no pagan los costes ambientales del transporte, ni tampoco, como ya está explicado, los costes de sus consecuencias.
El comercio internacional es una locura económica y ambiental; cuando ocurrió el terrible incendio en el túnel de los Alpes en el año 2001, la investigación descubrió que camiones italianos subían hacia Francia agua de San Pelegrino y que otros franceses bajaban a Italia agua de Evian. También que otros camiones cargados con de rollos de papel higiénico se cruzaban en ambas direcciones.
Todo esto requiere replantearnos seriamente nuestra forma de vida y hacerle frente los problemas que genera. Para defendernos es necesario restringir el comercio internacional de personas, animales, flora y otros, implantando medidas rigurosas limitantes tales como aumentar los aranceles del trasporte de todo tipo, tanto en la importación como en la exportación, haciéndoles pagar así los costos ambientales que generan.
Juan del Barrio, miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente
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