domingo, 27 de enero de 2019

EN EL DESPACHO DE AL LADO

Para quienes no estamos en la primera línea de la política pública, no es habitual que dos exconsejeros del Gobierno de Navarra, entre otros muchos cargos que atesoran los parlamentarios de UPN Alberto Catalán y Juan Luis Sánchez de Muniain, nos nombren en público en la misma semana: nada menos que en una rueda de prensa convocada al efecto, en el primer caso, y en sesión plenaria del Parlamento, en el segundo. Menos todavía, que lo hagan para acusar a todo un Gobierno de Navarra de “nombramientos a dedo” (Sánchez de Muniain) o de “adoctrinamiento”, “comportamiento sectario” o “poca seriedad” (Catalán). Este último, además, añadió que el Departamento de Educación “debería haber actuado con más seriedad y haber contratado a personas competentes que no generen ninguna duda”. Por supuesto, enseguida se sumó a la fiesta difamadora la señora Beltrán, portavoz del transparente e incorrupto Partido Popular.

Todo ello, a cuenta de la participación de varias personas alejadas de la ideología de UPN, entre las que me encuentro, en el equipo de tutorías del programa de coeducación Skolae, del Gobierno de Navarra.

El susto inicial vino acompañado de una mezcla de rabia por la injusticia que suponen esas acusaciones y de estupefacción por el ridículo que estos representantes políticos estaban haciendo. ¿De verdad, señores de UPN, no tienen nada más sólido que reprochar al Gobierno de Navarra? ¿El hecho de pertenecer a un partido político nos inhabilita para impartir formación en igualdad? ¿Tan nerviosos están ante la inminencia de las próximas elecciones? ¿Todo vale para sumar unos pocos votos? Sinceramente, esperaba más elegancia y menos barriobajerismo por parte del señor Catalán, al que suelo seguir con atención en los debates parlamentarios.

A día de hoy, he de admitir que estoy muy agradecido a todos los portavoces anteriormente citados, por la oportunidad múltiple que me han brindado. Lo digo sin ironía, aunque al mismo tiempo sea irónico. En primer lugar, porque estas injustas acusaciones me han permitido recibir muestras de apoyo y simpatía de personas cercanas y de otras respecto de las cuales últimamente he estado más desconectado. Y recibir cariño siempre es agradable, especialmente cuando sabes que enfrente hay alguien poderoso.

Por otra parte, porque sus acusaciones me han permitido echar la vista atrás y hacer un breve balance del trabajo realizado en pro de la igualdad;balance del que me siento muy orgulloso. En los últimos cinco años he acudido a más de treinta localidades y organizaciones navarras a ofrecer charlas o talleres relacionados con la igualdad de género y el trabajo de los hombres en pro de dicha igualdad. No ha sido fácil, porque este trabajo se ha llevado a cabo fuera de mi horario laboral (anteriormente como profesor de instituto, en la actualidad en el Parlamento de Navarra), en fin de semana en muchas ocasiones, pero siempre ha sido satisfactorio y grato, tanto para mí como (creo) para quien me ha llamado.

Entre estas localidades y organizaciones, la variedad ideológica es enorme, como no puede ser de otra manera en nuestra tierra: he recibido llamadas desde ayuntamientos gobernados por grupos políticos de todos los colores ideológicos, y lo mismo puedo decir de los colectivos que se han puesto en contacto conmigo o con las asociaciones a las que pertenezco. No puedo más que agradecer que estas personas, incluidos cargos públicos de UPN, hayan confiado en mí para llevar adelante proyectos por la igualdad. Y, por supuesto, la ideología de quien estaba al otro lado del teléfono nunca ha sido un aspecto a tener en cuenta a la hora de aceptar o rechazar un encargo: creo que la igualdad de género debe estar por encima de esto, ya que entiendo que el trabajo por la igualdad -si bien es muy “político”, en el sentido amplio del término- nunca debe entrar dentro del juego “partidista”.

Cuando supe de la posibilidad de participar como tutor del programa de coeducación Skolae, no lo dudé. Navarra necesitaba, hace muchos años, un programa que se ofertara a todos los centros educativos y trabajara la educación en igualdad de manera planificada, integral, con materiales y formaciones de calidad y con sostenibilidad en el tiempo. Esto es algo que he echado en falta durante muchos años, más aún durante los cinco cursos académicos que he dedicado a la docencia en institutos públicos de nuestra comunidad. Así que, sin dudarlo, envié mi currículum al Departamento, deseando ser una de las personas elegidas para trabajar en tan esperanzador programa, con la enorme alegría y orgullo de haber sido elegido para formar parte del magnífico equipo que compone Skolae. Equipo que, estoy seguro, ustedes han investigado mejor que yo. No tengo ninguna duda de que conocen más que yo de las afinidades políticas de mis compañeras de Skolae, así como de su historia profesional;sin embargo, les puedo asegurar que no tienen ni idea de la enorme valía personal, de la calidad humana de cada una de las personas que lo forman. Dudo mucho que hayan investigado esto... No da votos.

Señores portavoces de UPN y señora portavoz del PP, me gustaría que probasen sus acusaciones de “contratación a dedo” o irregular, así como de adoctrinamiento, y si no lo pueden hacer, que se disculpen. Nunca he tenido ninguna duda, y menos después de trabajar junto a ellas, de que todo el equipo que formamos Skolae ha sido elegido en base a parámetros de profesionalidad, pero si su contratación se va a poner en duda por motivos electoralistas, que al menos sea con algo más que elucubraciones. ¿O no tienen nada más que macartismo y manipulación? ¿Hasta dónde piensan llegar, en esta caza de brujas? ¿En base a qué criterios realizaban sus contrataciones, cuando ocupaban cargos de poder? ¿Preguntaban por la identificación partidista de las personas entrevistadas? Qué miedo...

Sinceramente, no espero una petición pública de disculpa por parte de estos miembros de UPN, ni de su partido, aunque creo que el equipo de Skolae, y especialmente quienes hemos sido difamadas esta semana, la merecemos. Si bien esto sería lo que más les honrase, probablemente sea demasiado pedir, después de lo lejos que han ido y a escasos cinco meses de las elecciones. En cualquier caso, si estuvieran dispuestos a rectificar y, por qué no, a hablar sobre lo importante que es para la igualdad que los hombres trabajemos aquellos aspectos tóxicos de nuestra masculinidad, por mi parte les recibiré encantado. Estaré en el Parlamento, en el mismo sitio al que podían haber acudido hace unos días a preguntar por mi currículum y por la forma en la que se realizó mi contratación para Skolae: en el despacho de al lado.

Jabi Arakama Urtiaga, asistente de Geroa Bai en el Parlamento de Navarra (publicado en Diario de Noticias)

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