Una sentencia conocida el día de Navidad avala la decisión de la dirección del PSN de expulsar a su portavoz en Tafalla con la que, en la práctica, pretende acallar la voz disidente de una de sus agrupaciones locales más contestatarias. Un intento similar fracasó cuando María Chivite trató de anular a Albina Prieto.
El motivo de la expulsión de Juan José Martínez, entrar en la junta local del ayuntamiento presidido por EH Bildu, es una nimiedad si se conoce la tradición política local de Tafalla. En la capital administrativa de la Zona Media navarra han estado siempre presentes todas las formaciones políticas, a excepción de la última legislatura cuando la alcaldesa de UPN, Cristina Sota, expulsó a Bildu. Con la caída de Sota, el nuevo ayuntamiento quiso recuperar la costumbre y ofertó entrar a todos los grupos. Y Martínez aceptó.
El portavoz municipal del PSN recurrió ante los tribunales la decisión del partido de expulsarle, al igual que su compañera Albina Prieto –que también resultó expulsada por haber asumido la concejalía de Bienestar Social–. Sin embargo, los jueces han fallado de forma diferente en cada caso. Para Prieto determinaron la readmisión en el partido, cosa que el PSN se avino a aceptar. Pero para Martínez consideran que se saltó una directriz taxativa, por lo que ven su expulsión acorde a derecho.
El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha manifestado públicamente que, desde que se emitió la sentencia, Martínez ya no forma parte del partido en Nafarroa. «Se ha demostrado que incumplió las directrices sobre pactos y acuerdos municipales, lo cual es un acto de indisciplina, pero además un acto de calado ético, no solo político, por el hecho de acordar con EH Bildu».
Queda por ver ahora cómo se traslada esto al consistorio. Alzórriz apeló al alcalde de Tafalla, Arturo Goldarazena a «relegar a Martínez al grupo de no adscritos y a abandonar el Grupo Socialista». No obstante, el alcalde no tiene una decisión tomada sobre el caso. «Haré lo que tenga que hacer para que el concejal Martínez pueda desarrollar la labor para la que le votaron», adelanta a GARA Goldarazena. «A día de hoy, si alguien nos está dando caña en el Ayuntamiento es precisamente él. Pienso que su expulsión responde más a luchas de poder dentro del partido», añade el alcalde. Pese a esta rivalidad, Goldarazena considera que este es un episodio triste «pues se basa en una orden del partido para tratar a EH Bildu como unos apestados, cuando nos votó más del 40% de los tafalleses».
Martínez fue elegido para liderar la agrupación local del PSN en 2012 tras una reñida votación de 24 votos frente a 19. Desde su expulsión, la agrupación de Tafalla fue sustituida por una gestora al cargo de Santos Cerdán que prácticamente no ha pisado la localidad en todo este tiempo. En paralelo, el aparato del partido liderado por María Chivite ha ido aupando a otros afiliados tafalleses más cercanos a la corriente de Roberto Jiménez, como la propia parlamentaria Inma Jurío. Aun así, la figura de Martínez tiene tirón en la localidad y su sustitución resultó un tanto complicada. A la última asamblea en la que salió elegida Esther Iso apenas se acercaron media docena de militantes (y buena parte de ellos salieron con cargo de aquella reunión).
Aritz Intxusta, en GARA
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