Los vecinos de Olleta, localidad situada en pleno corazón de la Valdorba, están hartos de esperar una reparación que nunca llega. En concreto la de su puente medieval, el mismo que el concejo (dependiente del Ayuntamiento de Leoz) se vio obligado a cerrar hace ahora cuatro años porque “amenazaba ruina”, confirman Ángel Larrasoaña Y Pedro Alfaro, presidente y miembro del concejo, respectivamente.
El puente, que conecta los dos barrios del pueblo y por el que han llegado a circular incluso vehículos, lleva al menos tres décadas presentando desperfectos. Su situación, sin embargo, ha ido empeorando de forma progresiva de un tiempo a esta parte, precisamente, por la falta de mantenimiento. Según relatan Larrasoaña y Alfaro, a principios de los años 90, coincidiendo con la elaboración de un proyecto de reparación del tejado de la iglesia local (del siglo XII), se estudió el estado del puente. “Ya entonces desde Príncipe de Viana (institución que forma parte del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra) nos dijeron que no había dinero”, lamentan.
Hace cuatro años, a consecuencia de la inacción de las autoridades competentes en la materia, el concejo tuvo que impedir el tránsito de peatones debido a su mal estado. “Un ingeniero, mientras se hacía la renovación de redes y pavimentación del pueblo nos aconsejó su cierre. Ahora los peatones se ven obligados a cruzar la carretera”, explican.
Así las cosas, el pueblo tuvo que asumir los costes derivados del refuerzo de la cimentación del puente para evitar su hundimiento, obra que ascendió a más 10.000 euros. Además tuvo que limpiar la estructura del mismo y desbrozar la zona adyacente ante la promesa de que se iba a hacer otro estudio de valoración una vez acabada la obra del tejado de la iglesia. “De todo esto hace ya dos años”, recuerdan. “Pensábamos que aprovechando la obra de la iglesia lo repararían, pero no fue así. Por si fuera poco, durante su ejecución talaron ocho chopos situados alrededor del edificio, para mejorar la visibilidad del templo, con la promesa de que iban a reforestar la zona, pero seguimos esperando”.
Cansados de la situación, “escribimos cartas al Arzobispado y a Príncipe de Viana y de palabra, porque nunca nos contestan por escrito, nos dicen que es el concejo el que debe sufragar la obra , pero nosotros no tenemos dinero”, critican, no sin antes recordar que Olleta tiene menos de 40 habitantes censados.
En definitiva, creen que llevan décadas dándoles “largas”. Y es que “en 1992 la obra del puente estaba en el puesto número 25 en cuanto a prioridad se refiere y me parece que desde entonces no hemos avanzado ni un solo puesto”, critican. En este sentido, dicen sentirse “ciudadanos de segunda o tercera” porque “para los grandes monumentos sí hay dinero, pero no para los pequeños”. Recuerdan, por último, que sus impuestos “valen lo mismo que el de los vecinos de Pamplona o de Tudela”, de ahí que soliciten la implicación del Ejecutivo foral.
Diario de Noticias
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