miércoles, 20 de marzo de 2019

ASÍ MANIPULA INSTITUCIÓN FUTURO

No hay nada más falso que un dato si se ofrece de forma sesgada y distorsionada. Lo sabe bien Institución Futuro, una asociación ideológicamente de derechas que aboga por una bajada general de impuestos a costa de reducir la administración pública, y que en los últimos años se ha destacado por su crítica sistemática al Gobierno foral. Una posición legítima que realiza con la fachada de una organización sin ánimo de lucro dedicada al estudio objetivo de los datos de la gestión. Pero que destaca sin embargo por el sesgo de unos informes plagados de falsedades, equívocos interesados e información omitida que la derecha utiliza después como si tuvieran rango de oficialidad.

La dinámica generalmente es la misma. Ya sea mediante estudios de elaboración propia, o de algún otra entidad pública o privada, Institución Futuro difunde periódicamente informes que cuestionan la gestión económica y administrativa del Gobierno de Navarra con el objetivo de dibujar una ficticia realidad que contribuya a los intereses electorales de los partidos afines y, en consecuencia, a unos claros intereses económicos.

Para ello, se bucea constantemente en el largo centenar de indicadores y encuestas económicas que ofrecen organismos públicos o privados en busca de una encuesta o dato, puntual o casual, en el que Navarra salga mal parada.

Un ejemplo. La asociación viene publicando durante los dos últimos años lo que denomina “el gráfico de la semana”, en el que de forma habitual aparece Navarra en una situación peor o en desventaja respecto al resto de territorios y de la media estatal. Siempre con una curva descendente. Muchas veces en el ámbito tributario, tema central y casi exclusivo de una asociación que tiene como objetivo principal reducir la carga impositiva de las empresas y grandes contribuyentes.

Y ahí, la supuesta fuga de empresas ha sido una proclama habitual. Según sus tesis, la reforma fiscal aprobada en 2015 iba a suponer una pérdida de tejido empresarial que traería consigo una caída del empleo y de la economía. Algo que han venido corroborando sus informes pese a que en este tiempo se ha reducido el desempleo y Navarra ha crecido por encima de la media estatal. Para ello, Institución Futuro ha ido seleccionando interesadamente estudios y estadísticas parciales para ofrecer un dato concreto en el momento interesado.

En 2015 y 2016, por ejemplo, la asociación se dedicó a subrayar que el flujo de empresas que cambiaba su domicilio fiscal era negativo en Navarra. Se iban más de las que venían. No explicaban, claro, que era una tendencia que venía ya de años anteriores, por lo que no era atribuible a la acción del nuevo gobierno, y que además no tenía repercusión ni en el empleo ni en la recaudación fiscal puesto que la actividad se mantenía en el territorio. Pero era suficiente para generar una alarma social en un tema tan importante.

La tendencia cambió en 2017. Desde entonces, son menos las empresas que se van que las que vienen. Un saldo positivo de 33 sociedades en 2017 y de 45 en 2018. A partir de entonces, la institución empezó a cuestionar el volumen económico de las empresas porque, casualidad, el dato sí era negativo. Pero ahí también Navarra cerró con un dato positivo en 2018. Así que su último análisis sobre el flujo de empresas se ha centrado solo en el volumen de facturación de las compañías que han abandonado Catalunya. Un cruce de datos en el que Navarra queda en penúltimo lugar.

Lo que el análisis no explica es que el 96% de esa facturación ha ido a Madrid, Valencia y Baleares por razones lógicas de capitalidad, la primera, y cercanía las dos segundas. Institución Futuro también oculta de forma deliberada que el mismo estudio revela que durante el pasado año Navarra tuvo un saldo positivo tanto en el flujo de empresas como en cuanto a facturación total. De hecho, en lo que a cambios de domicilio social se refiere (eje central de la crítica al inicio de la legislatura) Navarra fue tras Madrid, Valencia, Baleares y Aragón la comunidad que mejor saldo de empresas tuvo en 2018.

Algo similar ocurre con la creación de sociedades mercantiles, otro de los argumentos reiterados por Institución Futuro y que ha servido a la oposición para cuestionar la acción del Gobierno foral. Basándose en un estudio del INE, la asociación denuncia que “con un -50%” Navarra es la comunidad con peor dato “anual” en la variación de sociedades mercantiles creadas. Para ello, cita como referencia el periodo “diciembre 2017-diciembre 2018”, dando a entender que durante 2018 en Navarra se crearon la mitad de empresas que el año anterior.

El dato sin embargo se refiere en exclusiva al mes de diciembre, que el INE compara con el mismo mes del año anterior. Una información que podría ser relevante si forma parte de una tendencia sostenida en el tiempo y sin oscilaciones. Pero resulta que la realidad es bien distinta. El informe del INE al que hace referencia Institución Futuro no solo analiza diciembre, sino que ofrece un balance global de todo el 2018. La entidad sin embargo omite cualquier referencia al dato. ¿Por qué? Porque resulta que la creación de empresas (-0,6%) y la disolución (2,2%) fue muy similar a la del año anterior. Pero sobre todo porque el territorio con mayor capital medio suscrito por sociedades mercantiles fue la Comunidad Foral. A mucha distancia del resto. 272.150 euros, por delante de los La Rioja (98.854 euros) y de la CAV (83.646 euros).

Dando un paso más en su dinámica, Institución Futuro ha dedicado las últimas semanas a presentar distintos estudios que pretenden analizar pormenorizadamente lo que ha sido la inversión pública en la presente legislatura. En todos llega a la misma conclusión, que la gestión del Gobierno ha sido “ineficiente” pese a haber contado con mayor financiación. “El mayor gasto se ha realizado de forma ineficiente, con una mala gestión en un momento de bonanza”, concluye un presunto estudio que afirma que la política ha sido “cortoplacista”. Sin embargo no incluye datos que avalen una afirmación que está más cerca de ser un artículo de opinión que un análisis riguroso de la eficiencia en el gasto.

De hecho, el único argumento para concluir la “ineficiencia” es que “se ha registrado un empeoramiento notable en la percepción que la ciudadanía tiene del sistema sanitario público en Navarra”. Conclusión contundente que se extrae del barómetro sanitario del CIS, con una muestra de apenas 103 personas, y en la que la Comunidad Foral bajó del puesto 3 al 7 en 2017. Suficiente para que Institución Futuro cuestione todo el gasto presupuestario.

En la última actualización de la encuesta, referente a 2018, Navarra mejoró la nota pasando del puesto 7 al 3. Volviendo al puesto habitual y desnudando todo el informe de Institución Futuro.

Los servicios públicos básicos son el foco central de la crítica de este colectivo. Son las áreas que más gasto reclaman y, por lo tanto, mayor esfuerzo fiscal exigen. Por eso Institución Futuro ha centrado sus críticas en cuestionar una ineficacia que, como consecuencia lógica, justifique un recorte de gasto.

Es el caso de la sanidad pública. Recientemente hizo público un informe en el que advertía del “deterioro” que ha sufrido el Sistema Navarro de Salud fruto de la “mala gestión de los recursos”, lo que ha provocado una “caída en la calidad”. Unas conclusiones realmente llamativas porque Institución Futuro evitó cualquier mención cuando se aplicaron los recortes en la pasada legislatura, y que propiciaron un empeoramiento tanto del servicio (cocinas hospitalarias, por ejemplo) como en las retribuciones del personal (rebajas salariales). Pero que Institución Futuro subraya ahora fijando la crítica en el esfuerzo presupuestario.

Pero al igual que el resto, el estudio sobre el gasto en Salud también rebela errores de metodología y falta de rigor. En la mayoría de las ocasiones realizados además de forma deliberada. Se confunde por ejemplo el aumento del gasto anual con el gasto acumulado los tres últimos años;se manipulan las escalas de los gráficos para exagerar las diferencias, y se comparan años diferentes de forma sesgada, evitando una equiparación en el tiempo (diez años, por ejemplo) que permita observar la tendencia de los últimos ejercicios.

De esta forma, para subrayar la sensación de derroche, se omite el gasto real entre el periodo 2008-2014, insinuando que el gasto actual es excesivo y no una vuelta a la etapa previa a los recortes que de forma paulatina se han venido revirtiendo los últimos años. Y a cuya reversión se ha dedicado la mayor parte del esfuerzo presupuestario en la actual legislatura.

El estudio se limita así a emitir consideraciones generales, omitiendo aspectos lógicos en cualquier análisis sanitario como el aumento en inversiones, la mejora en la equipación de los centros sanitarios o la puesta en marcha de nuevos equipos y programas. Y centra su argumentación en una encuesta sin apenas muestra en Navarra, y en un ranking de reputación del que se recoge la posición final del Complejo Hospitalario, omitiendo la puntuación final, que mejora respecto a 2015,

La tergiversación de los datos es clara también en el análisis de las listas de espera. El estudio oculta una reducción del 40% en primera consulta respecto a 2015, y pone el foco en que la lista de espera quirúrgica “se ha reducido en tan sólo 566 personas” desde principio de la legislatura pese al incremento presupuestario, atribuyendo a las “mejoras organizativas y de gestión” del gobierno anterior la reducción que, asegura fue mayor, la pasada legislatura.

Más allá de que la reducción real es de 866 (cabe suponer que el error es fruto de una errata del informe), Institución Futuro esconde un hecho clave, como es la evolución de la actividad en consultas. La pasada legislatura hubo menos gente en lista de espera para una operación porque no pasaba de la consulta, donde se llegó a triplicar la lista de espera en apenas cuatro años. De hecho, el número de intervenciones quirúrgicas anuales ha pasado de 36.692 en 2014 a 50.257 en 2017. Personas que han pasado de lista de espera de consultas a la de intervención, lo que ha hecho que la lista en este segundo momento haya tenido que absorber lo acumulado en años anteriores y no se haya reducido de forma tan destacada.

Pese a la aparente oficialidad con la que Institución Futuro presenta sus informes, éstos habitualmente presentan manifiestos errores metodológicos. Generalmente con datos inconexos e inexactos que nada tienen que ver con la realidad. Así ha quedado en evidencia en el informe con el que cuestiona la inversión realizada en renta garantizada.

El estudio parte de la premisa de que en esta legislatura se ha invertido más en el departamento de Políticas Sociales, que la mayor parte de esa financiación ha ido a financiar la nueva renta garantizada y que no se ha reducido la pobreza. Por lo tanto, concluye Institución Futuro, hay una “ineficiencia” en la gestión.

Una lectura rápida del informe permite sin embargo detectar errores de bulto. Más allá de los gráficos desproporcionados para enfatizar el gasto y de los datos ofrecidos de forma sesgada, el estudio confunde cuestiones básicas de la gestión presupuestaria. Afirma por ejemplo que el gasto “adicional” con el que ha contado el departamento ha sido de 221 millones, cuando en realidad ha sido de 141, lo que de partida supone ya un error de cálculo de 80 millones.

La segunda pata que sustenta el análisis, la que vincula un mala gestión con la caída en algunos indicadores sociales (índice DEC y Arope), también cae cuando se constata que estos informes, si bien se han publicado en 2017, han sido elaborados con datos de 2015 y 2016. Y la nueva ley de renta garantizada no entró en vigor hasta diciembre de 2016. Por lo tanto, determinar que el aumento del gasto en renta garantizada durante los ejercicios de 2017 y 2018 ha sido ineficaz porque no ha provocado una disminución de la pobreza en el año 2016 es una evidente falacia.

Matices importantes que se omiten deliberadamente en este tipo de informes, en los que las conclusiones están previamente definidas. Simplemente se buscan datos que, forma aislada o puntual, parezcan corroborar una percepción negativa sobre la situación socio económica de Navarra. El apoyo político y mediático posterior se encarga de difundirlo con el rango de autoridad de un organismo oficial con un evidente interés electoral.

Ibai Fernández, en Diario de Noticias

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