Cada vez se abandonan más tierras, hay más zona boscosa, más maleza y también más espacios protegidos, en los que está prohibido cazar. Además, con el Canal de Navarra se están ampliando las zonas de regadío y hay grandes extensiones de maizales en la Zona Media y Erribera, donde los jabalíes disponen de abundante alimento. En noviembre del pasado año fue abatido en Jurramendi un jabalí de 140 kilos de peso, y este mismo año ha sido cazado otro de 150 kilos en la zona de Irunberri. Son casos excepcionales, pero es muy habitual cazar ejemplares de entre 70 y 110 kilos de peso.
Es en esos enclaves protegidos, incluidos los sotos de los ríos, donde los jabalíes suelen pasar el día encamados. Allí se sienten tranquilos. Cuando llega la noche salen en busca de alimento, y al amanecer regresan de nuevo a sus refugios. Las escopetas son sus únicos predadores. En Nafarroa hay unas 200 sociedades cinegéticas, que agrupan a casi 27.000 cazadores, pero no pueden utilizar sus armas en los espacios protegidos salvo que obtengan una autorización especial.
La consecuencia de todo ello es que en Nafarroa cada vez hay más jabalíes, al igual que en todo el norte de la Península Ibérica. Su hábitat natural son los bosques caducifolios, donde se alimentan de bellotas, hayucos, raíces y todo lo que encuentran. De hecho, son grandes predadores de huevos, tanto de especies cinegéticas como protegidas, porque su impresionante olfato les permite detectar los nidos con facilidad.
En los últimos años estos animales se han expandido por todo el territorio navarro, como lo demuestran los accidentes de tráfico que provocan. A finales de setiembre del pasado año hubo atropellos en Santacara, Pitillas, Arguedas, Aranguren y Legarda; el siguiente fin de semana se produjeron en Tulebras, Azedo, Cascante, San Martín de Unx, Ribaforada, Ororbia y Lodosa, y dos semanas después hubo otros ocho atropellos en Murillo del Fruto, Mendibil-Oloritz, Oibar, Artze, Taxoare, Arroitz y Santacara.
Según datos del Gobierno, cada año se registran entre 500 y 600 atropellos de animales silvestres en las carreteras, autovías y autopistas navarras, a los que hay que añadir los atropellos sin consecuencias graves, de los que no queda constancia oficial, y los casos en que los animales son esquivados por los conductores.
En general, se trata de fauna con hábitos nocturnos, porque es entonces cuando se mueven en busca de alimento. Los jabalíes son los que más accidentes provocan, pero también los corzos, tejones, ciervos, zorros y especies de fauna menor, además de buitres que suelen posarse en la carretera para comer animales muertos.
Al igual que los jabalíes, los corzos se han expandido prácticamente a todo el territorio navarro. Apenas alcanzan 25 kilos de peso, pero sus atropellos suelen ser muy espectaculares porque tienden a saltar en el momento del impacto y chocan contra el cristal del vehículo. Los tejones, pese a su pequeño tamaño y peso, son muy duros y causan daños sobre todo en los radiadores y en las partes bajas de los coches, como ocurre con los jabalíes. En cuanto a los ciervos, el número de accidentes es menor, porque sus zonas de campeo son mucho más reducidas, pero su atropello suele ser muy peligroso porque también tienden a saltar, al igual que los corzos. Debido a su mayor tamaño y peso, en ocasiones dejan los coches totalmente destrozados.
Los daños causados por la fauna suelen oscilar entre los 1.000 y los 3.000 euros por vehículo, pero también se han dado casos de 15.000 euros e incluso de siniestros totales, al margen de las lesiones y heridas que puedan sufrir los conductores y ocupantes.
¿Y quién corre con los gastos de los accidentes? Para saberlo, acudimos a Carlos Irujo Beruete, una de las personas que mejor conoce el tema. Este abogado de Iruñea preside desde hace siete años ADECANA (Asociación de Cazadores de Navarra), integrada por unas 140 sociedades de cazadores que agrupan a cerca de 15.000 socios. Ha asesorado a muchos de ellos y ha realizado multitud de gestiones ante la Administración para que tengan en cuenta sus opiniones. Al igual que otros muchos conductores, también ha sufrido accidentes con animales que atravesaban la carretera: un ciervo, un jabalí y un zorro.
¿Quién paga los daños causados?
Hasta el año 2005, en Navarra lo pagaban las sociedades de cazadores. Las tasas de los seguros empezaron a subir mucho, y bastantes sociedades amenazaron con cerrar porque no podían soportar el coste económico. En 2005 se modificó la ley. Cuando había una reclamación por daños provocados por animales, el Gobierno tenía que abrir un expediente, tal como establecía el artículo 86 de la Ley de Caza y Pesca, y determinaba si el responsable era el conductor, la sociedad que gestiona el coto o la propia Administración por no mantener la vía en condiciones o no colocar señales indicativas. La mayoría de los daños los pagaba el Gobierno, y los cotos respondían cuando había cacerías.
¿Ya no sigue siendo así?
No. La Ley de Presupuestos para 2016 introdujo una modificación a escondidas, sin pasar por la Comisión Asesora de Caza ni por el Consejo Navarro de Medio Ambiente. Eliminaron el artículo 86 de la Ley de Caza y Pesca de Navarra y aplicaron la normativa española sobre seguridad vial. En esta se dice que el conductor del vehículo será el responsable de los accidentes ocasionados por la actividad cinegética, y que será responsable el propietario del terreno cuando el accidente sea consecuencia de una acción de caza colectiva realizada el mismo día o doce horas antes. Hay que tener en cuenta que el jabalí se caza entre setiembre y febrero, y se hacen batidas casi todos los jueves, sábados y domingos. Los fines de semana es cuando más accidentes hay con animales, porque el tráfico se multiplica, pero si doce horas antes ha habido cacería, debe responder la sociedad de cazadores de la zona.
¿Y qué dicen los cazadores?
Decimos que es un contrasentido. Estamos eliminando jabalíes, la Administración dice que tenemos que eliminar más, pero luego nos echan la culpa de los accidentes que puedan provocar. Si se trata de una zona con alto índice de accidentes, las aseguradoras no quiere asegurar. Aquí hay un follón espantoso con esto. En Huesca, por ejemplo, el Gobierno de Aragón sí paga los daños. Intentó aplicar la normativa estatal, pero los cazadores de 65 cotos del norte de la provincia, donde hay muchísimos jabalíes, advirtieron de que iban a cerrar los cotos si no modificaban la ley en un plazo determinado. Y el Gobierno lo tuvo que hacer.
¿Qué ocurriría si se deja de matar jabalíes?
Sería la guerra. Es importante transmitir que los cazadores son parte de la solución. Si no cazaran, la población de jabalíes aumentaría exponencialmente y llegaría hasta unas cifras impresionantes. Nosotros también estamos solicitando continuamente al Gobierno navarro que modifique la ley, pero no quieren hacerlo porque es una cuestión económica. Cuesta dinero.
¿Van a tomar alguna medida similar a la de los cazadores de Huesca?
No, porque todavía no ha habido demandas. Pero sí lo hemos comentado, y algunas sociedades están valorando dejar de cazar por el tema de la responsabilidad. Si un día hay tres muertos en un accidente y la sociedad de cazadores se tiene que hacer cargo de los gastos, esa sociedad desaparece. Hay que establecer un sistema para que los cazadores tengan que responder sólo cuando son responsables. Las batidas se suelen hacer entre las nueve de la mañana y las tres de la tarde, y a esas horas no suele haber accidentes. Lo normal es que sean por la noche, o al amanecer, cuando regresan a los lugares protegidos después de salir a buscar alimento. Se mueven por la comida, por el agua y en época de celo, y tampoco realizan desplazamientos muy largos. Pero si cazadores de Baztan hacen una batida en Belate y ocurre un accidente en el otro extremo del valle, a 30 kilómetros de distancia, les pueden responsabilizar de ello. Si el problema lo generamos nosotros, entonces dejaremos de cazar.
Cerca de Loiti hay un paso elevado para que la fauna pueda pasar sobre la Autovía del Pirineo. ¿Puede ser una solución?
El paso de Loiti es el único que hay en Navarra de ese tipo. Llevamos mucho tiempo pidiendo que hagan más pasos, pero dicen que no hay dinero. También les hemos propuesto que pongan pasos canadienses, pero solo han puesto uno o dos. La actual legislación también hace responsable al titular de la vía pública en la que se produzca el accidente si no ha puesto señales de peligro de animales sueltos. El Gobierno está llenando las carreteras navarras de ese tipo de señales, pero esa no es la solución. Han puesto una señal incluso en la Autovía del Camino, pero eso no sirve cuando vas a 120 kilómetros por hora. Aunque en toda la autovía hay una valla de metro y medio de alto, los corzos la saltan con facilidad. También se podrían hacer pasos subterráneos, pero no los hacen. Hay que buscar una solución a este problema. Desde ADECANA vamos a presentar una propuesta para que se haga cargo de los gastos el Consorcio de Seguros, tal como se hace en otros países europeos.
Iñaki Vigor, en GARA
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