Lapurdi, Nafarroa Behera y Zuberoa se unirán en unos meses para conformar una Mancomunidad única propuesta por el Gobierno francés. Desde hace unos días, Iparralde cumple con las dos condiciones fundamentales planteadas por París ya que más de la mitad de los ayuntamientos, que representan a más de un 56% de la población, han votado ha favor del plan. Las votaciones continúan hasta finales de mayo en unos cincuenta municipios que todavía no se han posicionado. La nueva institución, que plantea la unión de las actuales diez mancomunidades, verá la luz el próximo 1 de enero.
La nueva entidad contará con fiscalidad propia, un presupuesto de cien millones de euros y competencias directas como el desarrollo económico, la gestión de los transportes, el medio ambiente, la cultura y la promoción del euskera. Aunque con competencias limitadas, la institución tendrá un foro para desarrollar políticas propias ya que el consejo de municipios dirigirá la Mancomunidad.
La creación de la nueva institución no equivale a la formación de un departamento vasco, de una colectividad territorial especifica o de una región, ni se acerca remotamente al concepto de estatuto de autonomía. Sin embargo, esta propuesta que contempla por primera vez los límites históricos de los territorios vascos ha provocado serias discrepancias y un estado palpable de nerviosismo entre los sectores más conservadores.
Los cargos electos contrarios al cambio temen una subida de impuestos tanto para los ciudadanos como para las empresas. Lamentan que no haya un referéndum sobre esta cuestión y el hecho de que los ciudadanos no puedan elegir directamente a sus representantes. Aseguran, además, que se quiere imponer una nueva entidad que no respeta la igualdad entre hombres y mujeres. Algunos detractores lamentan que la nueva entidad se base en un antiguo concepto cultural y no en la realidad económica actual que tendría que englobar también el sur de las Landas.
El debate, que ocupa desde hace varios meses un lugar destacado entre los cargos electos y en la prensa de Iparralde, también está presente en la calle. La falta de interés de numerosos ciudadanos contrasta con el entusiasmo de otros que no dudan en hablar de una oportunidad histórica para el territorio que reclama una institución propia desde la revolución francesa.
El portavoz de la plataforma Batera, Nikolas Blain, afirma que la ciudadanía notará muy pronto mejorías en los transportes. Según Blain, la mancomunidad única permitirá conectar mejor las diferentes líneas de autobuses ya que en la actualidad estos servicios están gestionados por entidades distintas. Los miembros de la plataforma han llevado a cabo recientemente una campaña de información con un autobús que ha recorrido los 158 municipios de Euskadi Norte. Batera ha explicado que una institución común permitirá llevar a cabo políticas públicas más solidarias entre las zonas urbanas de la costa labortana donde se concentra un 80% de la población y las zonas rurales del interior de Nafarroa Behera y Zuberoa. Según Nikolas Blain una visión global permitirá mejorar de forma notable la gestión de la vivienda, el agua, la cultura y la construcción de nuevas instalaciones deportivas.
La Cámara de Comercio e Industria de Baiona fue la primera entidad en reclamar la creación de una institución vasca mucho antes que los partidos políticos. Su presidente, André Garreta, explica que la Mancomunidad única permitirá llevar a cabo proyectos más ambiciosos a favor del desarrollo económico. Garreta se alegra de que se plantee más coherencia en los ámbitos de la ordenación del territorio, de la vivienda y de los transportes.
El alcalde conservador de Donibane Lohizune, Peyuco Duhart, agrega que los impuestos no aumentarán ya que el plan permite una armonización durante doce años. Y su compañera de partido y primera edil de Urruña, Odile de Coral, añade que una institución única permite ofrecer unos servicios que un ayuntamiento solo no podría dar. En los últimos años las mancomunidades han creado numerosos puestos de técnicos de urbanismo, saneamiento o euskara y su contratación hubiera resultado imposible sin la colaboración de varios municipios. Los alcaldes esperan ahora mejorar los servicios que se ofrecen a los ciudadanos con la creación de un nuevo ente que agrupe a las 158 localidades de los tres territorios de Iparralde, con una población global de 308.000 personas, según el último censo.
La cámara agrícola alternativa Euskal Herriko Laborantza Ganbera también valora positivamente el que, por primera vez, se gestione el sector primario en el conjunto del territorio. La nueva entidad permitirá crear redes entre los consumidores que residen principalmente en la costa y los productores implantados en el interior de Iparralde. AEK y el Instituto Cultural Vasco están convencidos, por su parte, de que la Mancomunidad permitirá llevar a cabo políticas más ambiciosas a favor del euskara y de la cultura.
El presidente del Ipar Buru Batzar de EAJ-PNB, Pako Arizmendi, se congratula de que Iparralde haya conseguido por primera vez un reconocimiento oficial dentro de la República francesa. Según Arizmendi, “este logro ha sido posible gracias al trabajo de numerosos militantes durante muchos años”. La formación nacionalista apuesta por escribir una nueva página de la historia con “ambición” y “pragmatismo”. Los jeltzales de Iparralde consideran que la mancomunidad será una plataforma para conseguir nuevas competencias de cara al futuro.
Desde Sortu Anita Lopepe señala que con el voto mayoritario a favor del cambio Iparralde ha apostado por su futuro. Numerosos cargos electos socialistas, conservadores, centristas y ecologistas, que también apoyan el cambio, han celebrado esta semana el hecho de haber logrado cumplir con las dos condiciones planteadas por París para crear la primera institución en Euskadi Norte.
Franck Dolosor, para DEIA
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