El Grupo Sólido ultima un curso a distancia con el que fijar un argumentario en favor de la abstinencia sexual como mejor método anticonceptivo y para evitar las enfermedades, así como promover la familia tradicional. Este colectivo propagandístico, crítico con el uso del preservativo y militante contra de los derechos de las familias de homosexuales, desarrolla su labor fundamentalmente en Sudamérica, ya que nació en Argentina. Aun así, cuenta con el apoyo del eurodiputado Jaime Mayor Oreja, que será el profesor estrella de la «Diplomatura de Sexualidad en el de Debate Público», y que lo apoya a través de una fundación que preside.
Vendido pomposamente como una diplomatura, se trata en realidad de un curso que se hace a través de internet y que consta de 60 horas de vídeo, de las que Mayor Oreja imparte diez. El curso es relativamente barato, cuesta cien dólares, pero no está abierto a todo el mundo. Para ser admitido como alumno hay que mandar un correo con el currículum. En concreto, va dirigido a «líderes políticos hispanoamericanos», educadores y estudiantes universitarios.
«La diplomatura tiene por objetivo incitar y dar herramientas a sus alumnos para que estos asuman con profundidad y profesionalismo liderazgo social y político en temas de sexualidad», dice la propaganda del citado curso. Posteriormente se añade que quien lo realice podrá unirse a la red del Grupo Sólido -que también se autodefine como «La rebelión del amor Sólido»- y cuyo fin principal es detener el «declive» de la hegemonía de la familia tradicional cristiana.
Resultan particularmente llamativas las consecuencias que, según ellos, han tenido los nuevos modelos de familia, a saber, «aumento de la pobreza, la deserción escolar y la inseguridad». Y más llamativo que todo eso -y más demostrativo también de su trasfondo neoliberal- es que el Grupo Sólido culpa a los matrimonios de personas del mismo sexo de incrementar «el gasto estatal».
En realidad, el supuesto curso solo está avalado por los propios promotores del mismo: El Grupo Sólido, dos lobbys estadounidenses (el republicano Whiterspoon Institute y el ultracatólico Centro Notre Damme de Ética y Cultura) y la Fundación Valores y Sociedad (presididida por el propio Mayor Oreja). Valores y Sociedad está financiada por BBVA, ACS, Banco Santander, Telefónica y la Fundación Areces.
Dentro del temario -basado en criticar al feminismo, clamar contra la identidad de género (eufemismo bajo el que los ultras católicos esconden sus teorías homófobas) y arremeter contra Mayo del 68-, a Mayor Oreja le ha tocado lo que más le gusta: teorizar sobre cómo debe de ser la familia, qué es una familia y qué no. El político vasco figura como el profesor principal, pero será el último del curso. Entre sus clases, encuadradas como «La familia en el debate político occidental», destaca una sobre «la tolerancia y la corrección política».
Mayor Oreja figura entre los firmantes del recurso al Constitucional del derecho de los homosexuales a contraer matrimonio porque, en su opinión, «choca frontalmente contra lo que es el sentido común, la propia historia de España y el sentir de muchas familias españolas». Y la cosa no queda ahí, puesto que en 2011 también votó en contra de una resolución europea con motivo del Día Mundial del Sida. Estas actitudes le valieron que una institución denominada Círculo Balear decidiera el año pasado entregarle el premio «El homófobo más homófobo de España».
Pese a ello, el verdadero ideólogo sobre la enfermedad del sida y de la feroz crítica al empleo del preservativo desde parámetros seudocientíficos es el catedrático de la Universidad de Navarra Jokin de Irala. El Grupo Sólido recoge dentro de su argumentario un artículo de De Irala publicado en «Diario de Navarra», en el que pretende probar que el fomento del uso del preservativo ayuda a propagar el sida y el único modo de combatir la enfermedad es la abstinencia. Según De Irala, el condón falla una de cada cinco veces.
Hay muchos rumores sobre que el Opus Dei intenta «curar» a los homosexuales. Y en este caso se trata de rumores bien fundados. Jokin de Irala ocupa la cátedra de la Universidad de Navarra en Medicina Preventiva y Salud Pública y es vicedecano de la Facultad de Medicina. Sin embargo, lo que le hace verdaderamente famoso es su tesis de que la homosexualidad constituye una enfermedad curable. En marzo pasado se vio inmerso en una enorme polémica en Costa Rica, cuando acudió a un Congreso de Bioética. El Ministerio de Salud del país había considerado su charla como «de interés público» y hubo tal revuelta entre los colectivos en favor de los derechos de los homosexuales que tuvieron que intervenir los tribunales. Finalmente, el Ministerio debió retractarse y anular esa calificación de charla «de interés». De entre el veredicto de los jueces se destaca que «la charla de De Irala revierte en una estigmatización de un sector de la población y un potencial daño a su salud, amén que su base científica es altamente cuestionada por su falta de sustento». El congreso se celebró, pero el movimiento LGBT de Costa Rica se manifestó y pidió explicaciones
Aritz Intxusta, en GARA
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