Hace tiempo ya que se inició esta legislatura, y con ella vinieron cambios respecto a la anterior, entre ellos actitudes distintas en relación a la política de memoria histórica y, más en concreto, en la forma de tratarnos a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado. Sí, víctimas del terrorismo de Estado, término éste que parece no existir en el vocabulario de la mayoría de los políticos, ni en el de ninguna institución oficial, disimulándolo con expresiones como "hechos luctuosos" o "trágicos sucesos" y, en el mejor de los casos, como "víctimas de la violencia política".
Asistimos últimamente a una serie de intervenciones y artículos en prensa en las que, personas que no han sufrido lo que nosotras, parece ser que son capaces de saber y de categorizar el dolor de unas y otras y afirmar que unas sufrieron más que otras, o de poner cifras encima de la mesa. Afortunadamente, también hay otras personas que, como sucedió en un encuentro que tuvo lugar en el Parlamento de Navarra entre un familiar de una víctima de la violencia del Estado y una víctima del atentado de Hipercor, promovido por el Foro Social, nos abre una puerta al entendimiento y a la solidaridad entre todo tipo de víctimas. Porque todas hemos sufrido, y todas lo hemos hecho de una forma injusta y cruel, aunque algunas hayan sido merecidamente reconocidas y otras todavía esperamos ese reconocimiento que también merecemos.
A día de hoy no hemos tenido ningún contacto oficial con la nueva Dirección de la oficina de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra, por lo que podemos afirmar, sin ninguna duda, que cuando en comisión parlamentaria al Sr. Martín Zabalza se le preguntó por parte de la representante de EH Bildu "si había habido alguna interlocución con las víctimas sin reconocimiento" y contestó afirmativamente, estaba faltando a la verdad porque, sr. Zabalza, saludarse durante el último homenaje a Mikel Zabaltza en Orbaizeta no es tener una interlocución.
No es nuestra intención pedirle explicaciones por lo sucedido en esa comisión. Nosotras no estábamos allí. Si tiene que dar explicaciones tendrá que ser a los representantes políticos del pueblo de Navarra, si es que así se lo exigen. Lo que queremos saber es si es su intención mantener contactos con nosotras, qué política tiene intención de llevar la Dirección de Paz, Convivencia y Derechos Humanos en esta legislatura con las y los familiares de la violencia del Estado, y si vamos a poder ver algo de luz en este negro túnel por el que caminamos.
Somos personas pacientes Sr. Zabalza. Algunas llevamos más de cuarenta años exigiendo verdad y justicia y continuaremos haciéndolo. El silencio institucional y las actitudes excluyentes son algo que no nos merecemos y que no aportan nada a la convivencia. Todo lo contrario, son sal en las heridas. Está en su mano revertir esta situación, mirar hacia adelante y obrar en consecuencia. Para ello contará con todo nuestro apoyo.
Firman este escrito: Txaro Arregi Marín (Hermana de Mikel Arregi Marín), Aitziber Berrueta Mañas (Hija de Angel Berrueta Legaz), Aingeru Cano Perez (Hermano de José Luis Cano Perez), Eneko Etxeberria Álvarez (Hermano de José Miguel Etxeberria Alvarez 'Naparra'), Fermín Rodriguez Saiz (Hermano de Germán Rodriguez Saiz), Begoña e Idoia Zabaltza Gárate (Hermanas de Mikel Zabaltza Gárate)
No hay comentarios:
Publicar un comentario