30 años y siete generaciones después, el grupo de danzas Makaia de Falces puede presumir de ser un consolidado conjunto y un referente cultural. Tres décadas han pasado desde que en el año 1988 seis vecinas, encargadas por aquel entonces de preparar el Día del Muete, se plantearan la posibilidad de impulsar un grupo de danzas tras observar que poco a poco se iba perdiendo la tradición de bailar.
Txus Etxarri, Mª Nieves Armendáriz, Elena Pejenaute, Nieves Mendívil, Mª Jesús Bailos y Mª José Cortés fueron las encargadas de impulsar este conjunto cuyos requisitos, explicaba Cortés, eran potenciar un grupo de txikis para tener garantizado el futuro, que estuviese abierto a todos, que fomentara la cultura y que no tuviese tintes políticos.
30 pequeños de entre 11 y 14 años formaron el primer grupo que, de la mano de Miguel Ángel Lasarte, comenzaron a ensayar en el gimnasio del colegio. “Costó mucho arrancar pero poco a poco fuimos tirando hacia adelante. Nosotras nos aprendíamos los bailes para después ensayar con los niños y las niñas”, insistía Cortes, que, junto con Bailos, sigue hoy al pie del cañón con la misma ilusión que el primer día.
Tras el gimnasio del colegio, Mari Armendáriz les dejó una bajera, allá por los años 90, y hasta la sede actual han pasado por diferentes lugares de ensayo. Además, en los inicios también tuvieron la ayuda de las Hermanas Armendáriz, que regentaban una tienda de telas y que les apoyaron con los primeros trajes.
El esperado debut en público fue en junio de 1988, coincidiendo con el cierre del club infantil, y desde entonces, apuntaban, por el grupo ya han pasado más de 400 dantzaris y tiene en su haber hasta 400 trajes.
En primer lugar están los mayores, unos 36 vecinos y vecinas que ensayan todos los viernes a las 20.00 horas y después están los pequeños, unos 34, de entre 6 y 14 años, que ensayan en tres grupos de la mano de Asier Ochoa, Edurne Aranda, Iosune Aranda, Laura Sanz y Paula Mendívil. Además, hay un taller de los más pequeños, de entre 3 y 5 años, en el que están 22 y a los que enseñan Paula Mendívil y Mª José Cortés. Y por último, hay otro grupo de diversas edades que ensaya solo un sábado al mes puesto que se trata de personas que no residen en Falces.
De los primeros 30 peques que arrancaron en el grupo hoy en día continúan bailando Matías Echarri, Laura Sanz y Joaquín Olcoz. “Makaia es un pilar fundamental en mi vida y no la concibo sin el grupo. Es algo que te enriquece, que te hace conocer a personas que de otra forma pasarían desapercibidas. Para mí es una satisfacción personal y emocional. Hemos formado un grupo humano con muchos y grandes valores;nos escuchamos, nos respetamos y nos tenemos mucho cariño. Pasan los años y te llena de orgullo ver que en Falces, en un pueblo tan pequeño, haya tanta tradición”, aseguraba Cortés.
El culmen del aniversario tuvo lugar el pasado viernes 28 en el centro cívico. Todos los dantzaris participaron en un gran espectáculo que llenó el salón en dos sesiones consecutivas. Bajo un hilo argumental que narraba la historia del propio grupo, los dantzaris de Falces fueron bailando algunas de las danzas más características, representativas o significativas para ellos.
“Solo puedo dar las gracias a todos los que nos ayudan de forma desinteresada, desde el alcalde, al párroco Pablo Amorena o los txistularis. No quiero dejarme a nadie, pero ellos ya saben quiénes son. Esa gente que en la sombra siempre nos ha apoyado. Creo que este año ha sido un homenaje para todos ellos”, recalcaba la coordinadora del grupo falcesino.
Los vecinos de la localidad ribera ya no pueden concebir el año sin la presencia de los dantzaris y es que con su desparpajo y constancia le ponen color, alegría y ritmo a muchos de los actos más importantes del calendario local.
De hecho, a lo largo del año están presentes en Carnaval, en el día de la danza, el día del euskera, bailan antes de fiestas, el día de la patrona en agosto (este año con una espectacular y multitudinaria jota fandango), en fiestas del Salvador, en Navidad durante el olentzero y en el Mesias Sarritan. Además, este año bailaron en el Monasterio de San Salvador de Leire durante el acto institucional en el que se rindió homenaje a los Reyes y Reinas de Navarra.
“El grupo aporta a Falces riqueza, cultura y patrimonio. Le da algo que es muy nuestro y que sino caería en el olvido, el folclore. Creo que, por lo menos, vamos a ser capaces de llegar a los 35”, reía Mª José Cortés al tiempo que reiteraba que “estamos con ganas, con ilusión y lo disfrutamos. Si los txikis lo asimilan, le auguro un gran futuro al grupo”.
María San Gil, en La Voz de la Merindad
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