La doctora Ana Ansa, médico de la UPNA, alertó del aumento de casos de VIH entre los jóvenes durante los últimos años, una situación que explica en el acceso cada vez más temprano a las prácticas sexuales y a la pérdida del miedo entre la juventud a contraer una infección de transmisión sexual.
La principal causa del aumento de casos entre los jóvenes, explicó, es que estos no tienen presente las infecciones de transmisión sexual y, por ello, realizan más prácticas sexuales de riesgo. Según apuntó, el acceso cada vez más temprano al sexo hace que, además, se estén registrando también contagios en personas muy jóvenes. En este sentido hizo alusión a que, cuanto menor es la edad, menor es también el miedo a sufrir un contagio y mayores los riesgos a los que se exponen.
La doctora se refirió al preservativo como un método muy eficaz para prevenir esta enfermedad, aunque reconoció que los jóvenes lo usan no tanto para prevenir contagios sino para evitar embarazos. “Cuando les recalcas que es mejor usar preservativo que otro tipo de anticonceptivo porque los otros no te protegen de las infecciones se lo plantean, pero difícilmente realizan este razonamiento, más aún cuando se trata de sexo rápido o de una noche”.
Uno de los mitos que, aseguró, está presente en estos jóvenes es que no corren riesgo si practican sexo con una persona que conocen. “Puedes conocer a esa persona, pero no con quién ha estado antes. De hecho es posible que esté infectado y ni siquiera él lo sepa”, alertó. En esta línea, recordó que los síntomas tardan mucho en aparecer, lo que, junto con la falta de percepción de riesgo, hace que estos casos se detecten muy tarde. “Cuando una persona sabe que está infectada, por norma general, es muy precavida, pero cuando no lo saben no ven el peligro”, comentó.
El consumo de alcohol o drogas supone un factor de riesgo muy importante en la realización de estas prácticas. “Con estos consumos realizan prácticas de mucho más riesgo a las que harían si no hubiesen bebido alcohol o consumido drogas”, explicó. Por este motivo, desde la UPNA realizan especial énfasis en este aspecto los días previos a la carpa universitaria, con campañas dirigidas a prevenir estos comportamientos.
Según indicó, debe de tenerse muy en consideración este aumento de casos, pues aunque la calidad de vida de los infectados en Navarra ha mejorado notablemente, no deja de ser una enfermedad crónica que les acompañará toda su vida. Esto, apuntó, es otro de los motivos de que se le haya perdido el miedo. “Cuando empezó el sida hablábamos de enfermos terminales, pero en este momento es una enfermedad crónica y las medicaciones han conseguido que la gente viva mucho y muy bien, así que nos hemos olvidado de ella”, comentó.
Diario de Noticias
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