jueves, 31 de enero de 2019

LA FORENSE TUMBA LA VERSIÓN POLICIAL: ZUDAIRE QUEDÓ TUERTO DE UN PELOTAZO

Seis años después, se celebró la primera jornada del juicio de Aingeru Zudaire contra el agente de la Policía española que, presuntamente, le dejó tuerto. El mando de la VI Unidad de la UIP negó que los suyos dispararan munición y dijo que, por el humo, fueron salvas. La forense, sin embargo, no deja dudas. Confirmó que una pelota le destrozó el ojo.

Solo llegar al juicio de ayer ha supuesto una larga batalla judicial. La resistencia del juez instructor, Fermín Otamendi, a ver a un agente en el banquillo de los acusados motivó que el caso acabara en el Telediario de TVE en el año 2014. Llegó a decir que la culpa de que Aingeru Zudaire perdiera la visión del ojo izquierdo el 26 de septiembre de 2012 no puede achacarse a la Policía española, sino a los convocantes de aquella huelga general y le indicó que denunciara a los sindicatos si es que quería tener una indemnización. Varios recursos levantaron el interés del juez en dar carpetazo al caso y, finalmente, la investigación continuó hasta sentar ante el tribunal al agente 85.615.

La vista transcurrió de forma extraña. La fiscal Ana Marcotegui, que pide absolver al agente, fue particularmente agresiva con Zudaire durante su interrogatorio, como si además de perder un ojo hubiera que reprocharle algo. La víctima del pelotazo se mostró creíble, si bien reconoció que se confundió en el momento de ubicar el lugar exacto del suceso.

Zudaire citó en su día la bocacalle de García Castañón con Sarasate y el suceso transcurrió casi en la siguiente, tal y como se recoge en un vídeo cuyo visionado centró buena parte de la sesión de un juicio que terminará hoy con el interrogatorio del acusado y las conclusiones de las partes. Este error motivó que no valgan las mediciones sobre las distancias que en su día se hicieron. Pese a todo, existen otras estimaciones a partir de las imágenes que ponen en duda que se respetara el protocolo (que marca una distancia superior a los 30 metros).

Mientras la fiscal y el abogado del Estado trataron de sembrar dudas sobre que la herida fuese causada por una pelota lanzada en ese momento, la forense certificó que fue una pelota de goma la que impactó contra el ojo de Zudaire. Aseguró que tuvo que ser un «objeto romo» lanzado con «alta energía». Descartó cualquier otra posibilidad: ni codazo, ni botella, ni piedra. La fiscal lanzó un último intento: «¿Y si fuera el culo de una botella pequeña que no se rompiera en el impacto?». La forense sostuvo que tampoco, que esos daños internos en el globo ocular necesitan de una potencia de impacto superior. Solo la pelota era compatible con la lesión.

La especialista fue tajante, resquebrajando todo el relato de hechos que acababan de hacer los mandos de aquel operativo. Ellos aseguraron que no se lanzaron pelotas hacia el lugar donde se encontraba Zudaire, cuya ubicación concreta certificó otro testigo. Se trata de otro manifestante que lo recogió cuando retrocedía tapándose el ojo, semiagachado y mirando al suelo. Contó que el herido le dijo: «Sácame de aquí. No veo nada. Me han dado en el ojo».

Este testigo abrazó a Zudaire y le fue guiando hacia afuera de la muchedumbre, gritando para que alguien les prestara un teléfono móvil. «Me lo dejó una chica a la que no conocía de nada. Llamé al 112 y vino la ambulancia». Alguien que se identificó cómo médico les conminó a que fueran corriendo a Urgencias.

El mando actual de la VI Unidad de la UIP, de número 89159, aseguró que en las imágenes no se ven pelotazos, sino salvas sin munición. Dice que lo distingue por el humo blanco y que eso es lo que justifica que apunten directamente al público y no al suelo. Si bien, se ven dos disparos y se escuchan siete tiros en el momento concreto. También se aprecia cómo uno de los agentes carga una pelota de goma por el cañón del lanzapelotas, tal y como remarcó otro testigo, Iñigo Orduña, que fue quien grabó la escena.

Aritz Intxusta, en GARA

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