El exdirector de CAN, Lorenzo Riezu, aseguró en su tercera y última comparecencia que Miguel Sanz logró que el consejo le diera poderes especiales para poner al foráneo Enrique Goñi como presidente de la Corporación CAN, pese a que había gente mejor preparada «en la casa».
Riezu recordó las maniobras de Sanz (que presidía a su vez el Gobierno y Caja Navarra) para colocar a un desconocido Goñi para entrar primero a dirigir la Corporación CAN y, después, sustituir al propio Riezu al frente de la entidad. El exdirector recordó que había gente mucho mejor preparada que Goñi dentro de la entidad para desempeñar esas funciones. Concretamente, apuntó a la figura de José Manuel Arlabán y su equipo. Según detalló, Sanz logró que el consejo le diera plenos poderes para fichar a Goñi, aunque el Consejo sí que luego tuvo que refrendar el nombramiento.
Riezu asegura que no tuvo animadversión hacia su sucesor. «Si lo hubiera tenido, hubiera hablado en 2003 ó 2004, y no lo hice», manifestó. Sin embargo, las críticas a la deriva de lo que fue la CAN no llegaron hasta mucho tiempo después.
Es ya en el año 2009 cuando Riezu, según fue detallando, comienza a temer por la viabilidad de la entidad. Entonces decidió elaborar un informe propio, demostrando con números la falta de solvencia del proyecto que ya estaba encima de la mesa. Ayer, lamentó no haberse puesto antes manos a la obra. «Si hubiera empezado a ser crítico antes en 2004, 2005 ó 2006, a lo mejor hubiera tenido más eco en algunas de las personas que me escucharon». Riezu movió ese trabajo entre la élite de influencia de UPN y Yolanda Barcina llegó a tenerlo en sus manos. Ayer, Riezu no quería dar nombres, pero sí que lamentó que aquello «no tuvo interés para nadie, prácticamente».
Una caja que era de todos
Pese a reconocer que cuando tuvo su informe listo «las cosas estaban mucho más encauzadas en un camino difícil de retomar», asegura que no hubiera sido imposible hacerlo.
Riezu está muy poco satisfecho del final que tuvo la entidad que a él le cedió Juan Luis Uranga. «La caja era de todos los navarros, independientemente de su identidad», apuntó. Y, a su entender, esta perdida es mucho más que sentimental: «Ahora hay entidades con mayor acento navarro que Caixabank». Reconoció que el nuevo banco que se ha hecho con las cuentas bancarias y las deudas de más de la mitad de los navarros genera confianza, pero entiende que «no es lo mismo». Y además, considera que construir una nueva entidad que cubra el vacío resulta muy complejo.
Por otro lado, quedó acreditado que Goñi mintió sobre los emolumentos de Riezu para desacreditarle. En su comparecencia, aseguró que su sueldo saltó hasta los 563.000 euros porque se unificaron salarios de otras empresas. Sin embargo, Riezu afirmó que su salario no alcanzada ni de lejos esas cifras. Además, recordó que a él no se le renovaban continuamente los contratos como ocurrió con Goñi, que acabó cobrando 1,9 millones. Frente a ello, Riezu permaneció los ocho primeros años con el mismo contrato.
Aritz Intxusta, en GARA
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