domingo, 11 de febrero de 2018

VÍCTIMAS DEL TERRORISMO

“Nunca en Navarra, en 40 años de gobiernos que sucedieron a las estructuras del franquismo, nunca existió una estructura de Gobierno que impulsara políticas públicas de paz y convivencia, ni programas de promoción de una cultura de paz, respeto y convivencia, ni -todavía más grave- nunca ha existido una estructura institucional que promoviera políticas públicas de atención a las víctimas”. Son palabras de Uxue Barkos, presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, en su discurso en el debate del Estado de la Comunidad en 2017.
La prudencia en el tratamiento de los temas delicados y la contundencia en las declaraciones de principios en respuestas a las continuas provocaciones son cualidades que cultiva la presidenta Barkos en sus intervenciones institucionales. Pero ese es el dato, tan contundente como las propias declaraciones. Que Navarra fuera hasta 2015 la única comunidad con víctimas del terrorismo sin ninguna estructura institucional era una de esas cosas anormales que pasaban en Navarra, y que nuestra sociedad acababa asumiendo como normal.
No vamos a negar -todo lo contrario- la posición de UPN contra el terrorismo y su propia condición de víctima en la vida de militantes y sus familiares. Pero no podemos dejar de valorar políticamente el hecho de que la ausencia de “una estructura institucional que promoviera políticas públicas de atención a las víctimas” en los gobiernos de UPN no era fruto del olvido, sino toda una decisión política. Esa decisión política de los gobiernos UPN ha tenido todos estos años consecuencias directas: la ausencia de una estructura institucional ha privado a muchas víctimas navarras del terrorismo de ayudas y exenciones legales.
Y efectivamente, por primera vez y al cabo de tantísimos años de olvido por parte de gobiernos de UPN, este Gobierno de Navarra daba la importancia institucional que merecen las políticas públicas de paz y convivencia, creaba la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos con cuatro oficinas dirigidas a Memoria y Convivencia, Atención a Víctimas, Memoria Histórica y Convivencia.
Los objetivos marcados de cultura de paz, políticas públicas de memoria histórica y memoria reciente, solidaridad y reconocimiento de víctimas de terrorismo, policial o guerra civil, recogen lo que constituye el ADN de Geroa Bai para todas las víctimas de violencia ilegítima. Sin equidistancias, con un relato mayoritario, que no único;y, a diferencia de otras fuerzas que tienen dificultades para asumir las consecuencias del terrorismo de ETA, exigimos a ésta su disolución y que se asuma su responsabilidad en el daño causado.
En opinión de Geroa Bai, las premisas mencionadas contribuyen a desarrollar el fundamental concepto de Memoria Integral, entendida en todo el arco temporal de las actuales generaciones vivas;memoria que exige no ponerse de perfil ante las víctimas, y que busca asumir el reconocimiento del daño, la reparación del mismo, la petición de perdón a las víctimas por parte de los victimarios, y el establecimiento de prácticas que contribuyan a la restauración de la calidad de las relaciones entre iguales.
El pasado lunes, 5 de febrero, se celebró en Pamplona la primera Jornada de Víctimas de Terrorismo organizada por la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT), con la colaboración y participación del Gobierno de Navarra que quiso así trasladar su solidaridad a quienes sufrieron la violencia ilegítima de ETA. Lamentablemente, UPN y PP, con su ausencia, volvieron a dar muestras de su parcialidad ética (porque la ética exige universalidad en los posicionamientos) y del uso partidista de la memoria que estigmatiza a unas víctimas, entre ellas a los responsables de la AVT, asociación que representa a la mayoría de víctimas del Estado, y jalea a otras víctimas para utilizarlas como simples herramientas partidistas para oponerse a lo que este Gobierno está haciendo en el campo de la Memoria, la Paz y la Convivencia.
Y en esta locura, UPN y PP han preferido ver las jornadas de la AVT como un “blanqueo” del gobierno, han preferido ausentarse de las mismas, acusar también de blanqueo al PSN por acudir, y llegar a impulsar la creación de una asociación navarra de víctimas 40 años tarde.
La Oficina de Atención a Víctimas del Gobierno de Navarra, creada por este Gobierno, pone fin a la desatención que durante años han padecido por parte de UPN y PP las víctimas de terrorismo de ETA y sus familias en Navarra y pone a disposición de las mismas todos los mecanismos administrativos para garantizar que todas ellas puedan acogerse a las compensaciones que les correspondan, solventando así la deficiente atención por parte del Estado y de anteriores gobiernos de UPN, en cuestiones importantes como garantizar el 100% de las indemnizaciones (que el Estado no compensa al 100%) tal y como ordenan las leyes, garantizar el acceso a exenciones de tasas, reserva de 3% de suelo de VPO… Es decir, dando a las víctimas el respaldo y apoyo que a las administraciones públicas corresponde.
También desde la Dirección de Paz y Convivencia se han llevado a cabo acciones mostrando el apoyo institucional, asistiendo tanto en Iruña como en otras localidades de Nafarroa a cuantos actos de homenaje se han organizado, se han impulsado las relaciones institucionales con las asociaciones de víctimas, se han organizado jornadas dándoles voz así como encuentros entre víctimas y victimarios en una denuncia permanente de las consecuencias de la violencia ilegítima del terrorismo de ETA y de la ilegitimidad en el uso de la violencia por parte de algunos miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, reconocidas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Este esfuerzo ingente cuenta con no pocas dificultades por parte de la derecha más reaccionaria pero ha puesto en valor la apuesta de este Gobierno y de Geroa Bai por dar voz y escuchar a las víctimas, a todas y cada una de ellas en su singularidad victimológica, acompañarlas en el dolor, apoyarles y mostrar nuestra solidaridad con ellas, buscar la verdad y sobre ella hacer justicia y reparar el sufrimiento causado y aplicar la Ley Foral de 2015 de Memoria Histórica, recurrida y suspendida parcialmente por el Estado, y superar las trabas a los proyectos del Gobierno Foral que sobre vulneración de DDHH, en especial sobre la tortura, también ha recurrido la Delegación del Gobierno del Estado del PP en Navarra.
Hacemos nuestras las palabras y reflexiones del presidente de la AVT. No podemos usar las víctimas y el terrorismo como arma arrojadiza. Desde Geroa Bai siempre hemos asistido a los actos a favor de las víctimas del terrorismo, y lo vamos a seguir haciendo;también por supuesto a aquellos actos organizados por personas u organizaciones que políticamente están lejos de nuestros postulados. Porque por encima de las discrepancias ideológicas está el respeto a la dignidad y la memoria de las víctimas.

Esther Cremaes, Ana Ansa, Armando Redondo, Jabi Arakama, Martintxo Arbilla, y Juana García Miembros de Zabaltzen (asociación integrada en Geroa Bai)

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