Al hilo del último Pleno Monográfico que tuvo lugar en el Parlamento de Navarra, donde se abordó la “situación económica, educativa y social de la Ribera de Navarra”, y de la posterior rueda de prensa que Geroa Bai dio en Tudela, nuestra formación ha sido interpelada de diversas formas por las fuerzas políticas de la derecha. Frente a nuestra propuesta sincera de diálogo entre diferentes, que lleve a que la oposición abandone el victimismo irresponsable que puede abocar al enfrentamiento entre navarros, hemos vuelto a comprobar cómo estas fuerzas siguen con su estrategia centrada en la crispación y la división. Desde UPN, Javier Esparza ha acusado al cuatripartito de rechazar sus propuestas “única y simplemente porque provenían de dicha formación”. Nuevamente, la realidad vuelve a desmentir al señor Esparza, que prefiere abrazarse al victimismo antes que hacer autocrítica sobre su escasa capacidad de dialogar y de llegar a acuerdos con quienes no piensan como él. ¿Cómo, si no, se entiende, que el Partido Popular, nada sospechoso de cercanía ideológica al cuatripartito, viera aprobadas tres de sus cinco propuestas de resolución? ¿O que el Partido Socialista de Navarra, al igual que Geroa Bai, recibiera apoyo suficiente para todas sus propuestas por parte del resto de fuerzas del arco parlamentario? Propuestas, en el caso de nuestra formación, que abordaban temas tan importantes para la Ribera de Navarra como la gestión integral del agua y el medioambiente, la mejora de la Sanidad, el desarrollo del sector agroalimentario, el fomento del turismo en la Ribera o las políticas públicas destinadas a fomentar la convivencia.
El señor Esparza presentó a la opinión pública el contenido de las propuestas de resolución que UPN registró, citando sus supuestas bondades y lamentando que el cuatripartito las hubiera rechazado. La conclusión lógica que pretende difundir, claro, es que el cuatripartito desea olvidar y marginar a la Ribera. Lo que el portavoz de UPN olvida explicar es, a nuestro entender, un aspecto fundamental. En un Pleno Monográfico, los partidos no podemos presentar enmiendas a las propuestas de resolución presentadas por los demás grupos, que tienen que ser votadas en su literalidad e integridad. Por todo ello, a veces se hace muy difícil votar a favor de una propuesta de resolución que, aun contemplando aspectos positivos, contenga otros inasumibles para cada formación.
Y esto es exactamente lo que sucede, sistemáticamente, con las propuestas de UPN, acostumbrado a lanzar sus “trágala”, sus “tómalo o déjalo”, que hace muy difícil el entendimiento y el acuerdo con dicha fuerza. Porque en Geroa Bai vimos aspectos positivos en la mayoría de propuestas que la formación del señor Esparza registró, pero al mismo tiempo todas ellas contenían puntos inasumibles para nosotros y nosotras. En unos casos, porque discrepamos abiertamente de su visión de la realidad, como cuando afirmaban que el euskera se está imponiendo en la Ribera (animamos a quien nos esté leyendo a que cite una sola persona obligada a dirigirse a la Administración Pública en dicha lengua, o un solo escolar al que se le haya impuesto la matriculación en la misma) y en otros porque tras aparentes bondades se escondían peticiones o postulados imposibles de cumplir o que van contra las ideas que nuestra formación defiende. A modo de ejemplo, ¿cómo vamos a oponernos a instar al Gobierno de Navarra a realizar un estudio sobre las necesidades de actuación en los cauces de los ríos, para minimizar los efectos de las riadas? ¡Si Geroa Bai presentó esa petición en una de sus propuestas! La única manera de que no votemos a favor de esta solicitud es presentarla junto a otra propuesta no compartida por las fuerzas del cambio, como es continuar con la actual obra del Canal de Navarra –sí, la que UPN paralizó en 2013- hasta las 21.500 hectáreas. Cantidad fijada unilateral y arbitrariamente, sin diálogo ni negociación con los regantes y sin estudio alguno que la corrobore. ¿Pudo UPN haber negociado dicha propuesta, para que el Parlamento de Navarra se comprometiera a llevar a la Ribera TODA el agua disponible según argumentos técnicos y de manera negociada con todas las partes interesadas, algo que sí concita unanimidad? Sí, pero no quiso. Ello hubiera dificultado el victimismo posterior de UPN.
Desde Geroa Bai seguiremos insistiendo en la importancia del diálogo como herramienta fundamental del ejercicio de la política y del acuerdo entre diferentes, así como realizando un esfuerzo permanente de acercamiento de posturas. Esfuerzo que llevó a que cuatro fuerzas políticas diferentes firmáramos el acuerdo programático que tan buenos resultados está dando a nuestra comunidad y sus residentes y que –estamos seguros- todavía posibilitará que tanto la Ribera como el conjunto de Navarra avancen mucho más, de la mano del respeto a su pluralidad. Aunque queda mucho por hacer, ya se está mejorando la situación del empleo –en la Ribera, con mejores datos que la media del territorio navarro- y los servicios públicos también se están recuperando de la crítica situación en que los dejó UPN. Porque, no lo olvidemos, la situación de enorme vulnerabilidad social en la que el actual Gobierno de Navarra encontró la Ribera no nace de la nada, sino que es consecuencia de políticas que primaban intereses de unos pocos sobre los derechos básicos de su ciudadanía. Por eso, porque creemos que solamente entre todos y todas podremos obtener éxito en esta empresa, seguiremos tratando de abrir vías de diálogo y participación. Aunque a veces no tengamos los resultados esperados, como en la recientemente rechazada Ley de Policías. Pero no pensamos desistir, porque es nuestra forma de entender la Política. Desde ahí, continuaremos teniendo la mano abierta a la suma entre diferentes.
Koldo Martinez Urionabarrenetxea, portavoz parlamentario de Geroa Bai
Rafa Eraso Salazar, parlamentario de Geroa Bai
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