En los últimos meses la cuestión catalana ha ido ocupando el centro de la agenda política y social; tanto allí, en Catalunya, como en Navarra, o en el conjunto del Estado. La vía elegida por la mayoría del Parlament y la respuesta obtenida por el Gobierno español y el propio Rey, han desembocado en una situación que interpela a los agentes políticos de Navarra, y a la que queremos responder con claridad como militantes de Geroa Bai.
A la sombra de la cuestión catalana, se han ido manifestando una vez más los diferentes anhelos de profundización del autogobierno en otros pueblos, así como los diferentes proyectos para organizar el Estado español. Y van apareciendo cada vez con más fuerza propuestas, reflexiones y en ciertos casos reacciones autoritarias, lo que da como resultado un amplio campo de posibles opciones, desde una recentralización y un Estado español más uniforme, hasta propuestas que incluyan el ejercicio del derecho a la autodeterminación o encaminadas hacia un Estado federal. Desde Geroa Bai queremos responder a preguntas hoy latentes en la sociedad navarra:
1.- Defender nuestro autogobierno desde el consenso básico entre navarros y navarras. Venimos insistiendo en elevar al terreno de lo político ”la coexistencia natural de identidades en la forma de vivir y proyectar la navarridad”, algo que ya existe en la relación de calle entre navarros y navarras. Sin supremacismos ni exclusiones de antaño, y con integración de identidades. Pero también lo venimos advirtiendo. En los últimos años se está dando en las élites madrileñas un proceso involucionista de carácter recentralizador y unificador en la forma de organizarse el Estado. El proceso recentralizador afectaría a alguna de las competencias exclusivas de Navarra, y el proceso unificador al carácter singular de nuestra foralidad y al Convenio Económico. Estamos firmemente convencidos de que la inmensa mayoría de la sociedad navarra desea mantener las características de nuestro autogobierno y nuestra foralidad. Creemos que es un consenso básico en Navarra por encima de los partidos que debemos consolidar, independientemente de que existamos fuerzas políticas que tengamos mayores aspiraciones de autogobierno que otras. Así mismo Navarra y toda la Vasconia foral debemos mirar qué lugar deseamos ocupar en la nueva Europa en la que los estados miembros van cediendo políticas que les eran propias (moneda, política financiera, medioambiental, energética,…). Un horizonte común europeo para nuestro autogobierno que la presidenta Barkos ha explicitado en sus últimas intervenciones.
2.- Respetar las decisiones de los demás si queremos ser respetados como sociedad. En el marco del debate catalán, en Navarra tenemos de todo: desde UPN que, en defensa del soberanismo español, propone que Navarra intervenga contra decisiones tomadas o que se puedan tomar en Catalunya, hasta quienes pretenden emular la vía catalana entre nosotros. Por una parte a las navarras y navarros que representamos no nos gustaría que nos dijeran desde fuera lo que tenemos que hacer en Navarra. La propia Sobrecarta o Pase Foral nos defendía históricamente de imposiciones de cortes y reinos ajenos a Navarra y su voluntad. Que no cuenten con nosotros para decirle a la sociedad catalana lo que tiene que hacer con el futuro de su Comunidad. Y por otra parte no creemos que en Navarra debamos seguir la vía catalana. Ni Catalunya tiene nuestro modelo de autogobierno, ni osaríamos entrometernos para que sigan la vía navarra.
3.- Solidaridad con la sociedad catalana y con las vías de diálogo y mediación. A la sociedad catalana se le prometió que se respetaría el Estatut que saliera de su Parlament. Apoyado por más del 80% de los votos, y después del “afeitao” del PSOE, aceptaron un acuerdo que volvió al Parlament y fue aprobado en referéndum legal por la sociedad catalana en Junio de 2006. Posteriormente, y gracias a una denuncia del PP, el Tribunal Constitucional inhabilitó parte del articulado refrendado por el pueblo catalán. ¿Somos conscientes de que Cataluña es la única Comunidad Autónoma cuyo estatuto refrendado ha sido podado por un tribunal cuyos miembros se eligen de acuerdo a las mayorías parlamentarias españolas? Pregúntate antes de seguir ¿Cómo reaccionaríamos en Navarra si nos cercenaran nuestro autogobierno o eliminaran nuestra foralidad financiero-fiscal? Por eso nos declaramos firmemente solidarios con la sociedad catalana, y partidarios del diálogo y la mediación para evitar el “choque de trenes” al que la actual situación nos está llevando. Por muy difícil que sea, como señala Daniel Innerarity, porque, “las fuerzas del independentismo eran insuficientes para conseguir la independencia, pero suficientes como para el Estado se lo tomara en serio. Se debe pactar cuando los números del adversario no son ni abrumadores ni despreciables. No estamos ni ante un fenómeno de aclamación ni ante un suflé.“
Nunca habrá sido tan importante para que la sociedad catalana recupere su diálogo interno y su capacidad para construir proyectos comunes, la propia capacidad de la sociedad española para responder al gran reto de la propia organización territorial del Estado. Los sentimientos identitarios no pueden ni negarse ni imponerse; en España hay un arco iris de identidades, y estaremos ante un error histórico si no se aborda este tema desde el respeto y la libertad, asumiendo la diversidad como un valor enriquecedor que posibilite la construcción de una sociedad plural, amable, creativa, abierta y tolerante. La España de “La Pepa” o de Cánovas, referentes intelectuales del nacionalismo español, nunca perdió la soberbia de la uniformidad. El guiño de la Transición y la Constitución del 78 a la diversidad fue seguido en los años siguientes de loapas, recursos y sobredimensión del trabajo de los “abogados del estado”. Sin embargo la realidad sociológica española del siglo XXI ya no soporta los corsés ideados en los siglos XIX y XX. Y esto ya no es porque sea un clamor en Cataluya o Vasconia; es que tampoco lo entienden las generaciones jóvenes de cualquier otro lugar del Estado. Por eso estamos convencidos de que nuestro compromiso por el diálogo y la mediación es la pequeña aportación que como ciudadadanas y ciudadanos de Navarra podemos hacer a la causa de la libertad y la convivencia en la sociedad catalana y en la sociedad española.
Ana Ansa, Iosu Janices, Juana García, Ana Vilches, Armando Redondo, Esther Cremaes y Joseba Orduña (Ejecutiva ZBN), Koldo Martínez (parlamentario) y Jabier Arakama, miembros de Zabaltzen (asociación política integrada en Geroa Bai)
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