sábado, 9 de septiembre de 2017

EL CAMBIO: DESARROLLO ECONÓMICO Y DESARROLLO SOCIAL

En Geroa Bai nunca hemos creído que el cambio fuera una mera imagen de marca. Para Geroa Bai el cambio era y es la respuesta a una necesidad de la mayoría social a favor de un cambio político en Navarra. El Gobierno que preside Uxue Barkos tiene desde el inicio un Acuerdo Programático marco con dos elementos clave en ese cambio político: el cambio en la gestión de gobierno y el cambio en la manera gestionar la democracia.
El cambio en el modelo de gestión de gobierno se basa en la selección de prioridades y en cómo lograr los medios para conseguir hacerlas realidad. El desarrollo social sostenible para navarros y navarras es el centro de nuestra gestión y nuestras prioridades. Desde la convicción de que “no hay desarrollo social sin desarrollo económico”, y de que “no encontramos sentido al desarrollo económico si no sirve a las personas y a la propia sociedad”. Algo que este gobierno ha querido plasmarlo precisamente en las dos vicepresidencias de este gobierno.
La crisis ha provocado que los economistas acentúen la importancia del modelo productivo de cada sociedad. Partiendo de una herencia sin planes, así lo ha entendido la Vicepresidencia de Desarrollo Económico poniendo esta cuestión como centro y prioridad de su compromiso con la sociedad navarra: la apuesta para varias décadas de la Estrategia de Especialización Inteligente S3, la selección de 6 sectores estratégicos, la definición de 5 factores de competitividad específicos, impulsando una política de clústers en 6 sectores y comprometiéndose en 8 planes estratégicos con sus objetivos y calendarios.
Al mismo fin sirven las obras en infraestructuras: planificación y transparencia en el marco del desarrollo descrito, cambiando el carácter “emblemático y politizado” de determinados proyectos por su carácter “estratégico” desde el punto de vista económico-social y de sostenibilidad. Y desterrando de Navarra modelos en los que el riesgo y la inversión en esos proyectos son públicos, y los beneficios privados, como nos ha venido dado en los casos heredados de la Ciudad del Transporte y Salesianos.
La prioridad por el desarrollo social queda constatada en el incremento de cifras absolutas y relativas que este Gobierno ha aplicado en sus presupuestos con respecto a gobiernos anteriores. Incrementos con respecto a 2014 en Sanidad (16%), Educación (14%) y Políticas Sociales (32%) destinados al mantenimiento y mejora de la cohesión social y los elementos del Estado de Bienestar.
Esta elección de prioridades ha contribuido a que se hayan doblado los recursos para empleo de parados de larga duración de colectivos vulnerables, así como los recursos públicos destinados a combatir la pobreza y el número de participantes en cursos de Formación Profesional para el empleo. Desde este Gobierno se ha colaborado también en la recuperación de nuestra sociedad, y éstos son algunos datos: el desempleo ha pasado de 53.000 personas en 2014 a 36.000 hoy; las afiliaciones a la Seguridad Social han pasado de 243.000 a 271.000; el número de personas con complemento de pensiones hasta el SMI ha pasado de 10.000 a 22.000 en estos años gracias a una inversión social que se ha multiplicado por siete; el número de personas en situación de dependencia perceptoras de ayudas y prestaciones ha aumentado en unas 3.000, siendo 6.000 las personas dependientes con más desgravaciones fiscales. Han aumentado en 4.000 las unidades familiares que tienen derecho a la prestación de la Renta Garantizada, y cabe recordar que el 32% de las personas beneficiadas por la misma son menores de edad; el precio de la vivienda de alquiler ha bajado a niveles del año 2006 y ha disminuido de forma notable el número de ejecuciones hipotecarias en nuestra Comunidad.
Estas prioridades y cifras constituyen la mejor prueba de un gobierno que ya dedica el 56,4% de su presupuesto a la cohesión social, y que avisa y toma el compromiso de que entre todos y todas “debemos reinventar el Estado del Bienestar”.
El cambio en la gestión se quedaría cojo si no se reconociera la gran dimensión que el cambio ha tenido en la vida municipal. Debemos ir recuperando para municipios y concejos la responsabilidad y protagonismo que limitó el Amejoramiento. La confección de un Plan de Inversiones Municipales (PIL) -el primero desde 2011- y el reto de diseñar el primer Mapa Local navarro de la democracia para combinar eficacia, eficiencia y autonomía municipal son dos pasos muy importantes en este camino. A lo que contribuirá el nuevo impulso a las sociedades públicas -como Nasuvinsa- con objetivos transversales, que integren lo rural y lo urbano, las políticas sociales y las de desarrollo, y el gran reto de llevar el gobierno al territorio.
Si la elección de prioridades en sus presupuestos es una parte del cambio en la gestión, no es menos importante la forma de dotarse de medios para ello. Entre ellos, el primero, un histórico Acuerdo Programático firmado por las cuatro fuerzas de la mayoría parlamentaria, que muestra el compromiso transparente y medible por la sociedad para conseguir cambios profundos en los objetivos y en las formas de hacer la política. Gracias al compromiso de las cuatro fuerzas, hemos conseguido una estabilidad institucional desde una mayoría estable y así hemos sido capaces de acordar y aprobar unos presupuestos específicos y no prorrogados en dos ocasiones, que en Navarra empezaba a suponer una novedad.
¿Se podían conseguir estas prioridades presupuestarias con la situación financiera heredada de endeudamiento y sin tesorería? Cualquier gobierno que hubiera entrado en 2015 tenía que elegir entre dos únicas posibilidades: 1. Ajustar los presupuestos sin subir impuestos (recaudar menos) que indefectiblemente iba a suponer recortes. 2. Aumentar los ingresos (recaudar más) para no hacer recortes e intentar revertir anteriores políticas para una Navarra más social.
UPN y PP lo aclararon en su campaña de 2016 (“no queremos los fueros para pagar más”) y también cada día desde la oposición, apostando por la opción 1. Pedro Sánchez apostaba por la opción 2 para España. ¿Y en Navarra? A ningún gobierno le gusta estrenarse teniendo que subir impuestos; pero el gobierno del cambio tenía claro que para apostar por la cohesión social en esta coyuntura y llevar a cabo las prioridades señaladas, sólo quedaba el camino de la responsabilidad que tenemos las comunidades forales: aumentar los ingresos públicos navarros a través de una reforma fiscal. Y hacerlo asumiendo un mayor sacrificio quienes más posibilidades tienen; empezando por el propio Gobierno, que se bajó sus sueldos y los de los cargos de designación; algo que también constituía otra novedad. Y se ha completado con la eficiencia financiera, consiguiendo una gran ahorro millonario en la renegociación de la deuda para los próximos años.
Elegir diferentes prioridades que gobiernos anteriores; concebir de manera distinta el dinero público para las obras; implicar y dotar más a municipios y concejos en la gestión; y asumir la responsabilidad foral del “riesgo unilateral”, siendo nuestra comunidad la que tiene que proveerse de ingresos en tiempos de vacas flacas. Estas son las bases del cambio en la gestión, y los datos reales de nuestros índices sociales y económicos brillan por encima de la posverdad de la derecha navarra.
Las bases referenciales de este cambio han contado con un amplio consenso entre todas las fuerzas progresistas en el nivel municipal, incluidos alcaldes y concejales socialistas navarros. Y este nuevo modelo de gestión ayudará a impulsar esa nueva centralidad progresista en lo social, abierta y tolerante en lo político y con coexistencia natural de identidades en la forma de vivir y proyectar la navarridad.
Ahora nos queda el reto de cerrar con el Gobierno español el mejor acuerdo posible para fijar la Aportación foral de los próximos años en el marco del Convenio Económico; que no deja de ser una partida importantísima en nuestros presupuestos. El gobierno navarro ya ha fijado posición firme en defensa de los intereses de Navarra ¿Qué va a hacer la oposición? Nos jugamos mucho tod@s.

Ejecutiva Zabaltzen (Ana Ansa, Iosu Janices, Juana García, Ana Vilches, Armando Redondo, Esther Cremaes y Joseba Orduña), Koldo Martínez (parlamentario) y Jabier Arakama (miembros de Zabaltzen, asociación política integrada en Geroa Bai) (publicado hoy en Diario de Noticias

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