martes, 25 de abril de 2017

AYUNTAMIENTOS ANTE LA NUEVA LEY DE POLICÍAS

El departamento de Interior del Gobierno de Navarra está, prácticamente desde el inicio de la legislatura, elaborando una nueva Ley Foral de las Policías Navarra.
Más allá de polémicas suscitadas respecto del nuevo régimen de retribuciones y jornadas que se establece para la Policía Foral que no entramos a valorar por estar fuera del ámbito de nuestra competencia y función, los abajo firmantes, como representantes municipales de los principales municipios de Navarra que cuentan con cuerpos de Policía Municipal, nos sentimos ante la necesidad de valorar la incidencia de la futura ley en las Policías Locales de Navarra, tanto desde el proceso abierto y participativo que se ha seguido, como desde la mejora para el servicio público de seguridad y la modernización que supone.
Respecto a la primera cuestión, debemos agradecer y valorar positivamente la dinámica participativa y abierta que se ha seguido desde el departamento de Interior. El propio pistoletazo de salida al proceso de elaboración de la futura ley se dio en una asamblea, en Tafalla, en la que pudimos participar los responsables municipales de los ayuntamientos navarros que cuentan con Policía Municipal, Policía Local, agentes de policía local o servicios de alguaciles. Tras el mandato de dicho encuentro, que se concretó en una segunda cita en Estella, el proceso de elaboración de la Ley ha estado permanentemente abierto a la aportación de todos los sectores interesados. Toda persona directamente implicada que tuviera algo que decir respecto de la Ley Foral de Policías de Navarra, ha podido hacerlo.
Los ayuntamientos hemos tenido ocasión de participar en el proceso de elaboración a través del grupo de trabajo específico que se creó en la FNMC, y a través de órganos como la Comisión Foral de Régimen Local, la Comisión de Coordinación de las Policías Locales de Navarra o el Consejo de las Policías de Navarra.
Queremos resaltar la buena acogida que la gran parte de las aportaciones de los diferentes ayuntamientos y de la FNMC han tenido por parte del departamento.
Y queremos reconocer la actitud proactiva de la consejera Beumont y de todo el equipo de trabajo del departamento, que se han reunido personalmente con los representantes municipales del grupo de trabajo de la FNMC tantas veces como ha sido necesario, atendiendo a cuantas observaciones realizamos y asumiendo la mayoría de ellas.
En segundo lugar, y respecto al contenido material del articulado, consideramos que en lo que respecta a las Policías Locales es un buen Proyecto de Ley, que mejora ostensiblemente la indefinición actual. Esperamos que a través del trámite parlamentario, con la participación de otros agentes sociales y un buen desarrollo normativo posterior, se llegue a obtener una buena ley como resultado final. Y es una buena Ley porque concibe la seguridad pública como un servicio público que deben prestar las administraciones de la Comunidad Foral de Navarra. En ese sentido, es una Ley que está pensada desde la perspectiva de poder contar en Navarra y en sus municipios con un servicio de policía pública, moderna, eficaz, cercana y garantista. Por tanto, es una Ley Foral que está dirigida a mejorar los servicios públicos desde el punto de vista de la ciudadanía.
La futura Ley Foral de Policía de Navarra moderniza el servicio público de policía e introduce a las Policías de Navarra, incluidas las locales, en la compleja realidad social de la Navarra del siglo XXI. Y lo hace desde una perspectiva garantista.
La mejor muestra de ello es la creación, por primera vez en Navarra, de un Comité de Ética Policial, compuesto por personalidad del mundo académico universitario, que se encargará de analizar los casos más graves, o el cambio de definición de las policías de Navarra, que pasan de considerarse institutos armados a considerarse servicios públicos de seguridad.
Por otro lado, la Ley, por primera vez apunta hacia un modelo policial cada vez más definido para Navarra, en el cual la Policía Foral es el cuerpo que tiende a la integralidad, asumiendo la totalidad de las funciones policiales, mientras que las Policías Municipales y Locales, sin perder competencias, adquieren un rol más radicado a los problemas propios de la vecindad del municipio, desarrollándose como policías de proximidad, con competencias para mediar en los conflictos vecinales.
Debemos reconocer el esfuerzo que se ha realizado para que la Ley Foral comprenda e integre las realidades existentes en las distintas tipologías de municipios de Navarra, desde los más grandes hasta aquellos que cuentan con un menor número de habitantes. Todos ellos ven reflejada su problemática y encuentran una regulación desde el principio de realidad, que permite la creación y consolidación de sus diferentes servicios de Policía Local.
Finalmente, no podemos dejar de valorar cómo la nueva Ley resuelve dos de los grandes problemas que el marco legal vigente ha creado en los municipios navarros que cuentan con Policías Municipales o Locales:
En primer lugar, desbloquea la imposibilidad práctica de convocar promociones para los empleos de subinspector, inspector y comisario, que la sustitución de la titulación académica por tiempo en el empleo anterior y el recurso del Gobierno del Estado generaron. Con la nueva Ley Foral podrán convocarse plazas para poder promocionar y renovar las estructuras de las Policías Locales.
En segundo lugar, pone fin a la situación de inseguridad jurídica actualmente existente con el régimen retributivo, sobre el cual existen interpretaciones jurídicas contradictorias entre los servicios jurídicos del Gobierno de Navarra, de la FNMC y de algunos ayuntamientos.
Con todo, consideramos que la nueva Ley Foral de Policías de Navarra integra la mayoría de demandas de los ayuntamientos navarros, tiene en cuenta las distintas realidades de nuestros municipios, y dibuja un nuevo modelo de seguridad pública orientado a la mejora del servicio público y a la atención a la ciudadanía, modernizando las Policías de Navarra desde una perspectiva garantista y de proximidad.

Firman este escrito: Joseba Asiron (alcalde de Iruñea-Pamplona), Oihaneder Indakoetxea (alcaldesa de Barañáin), Alfonso Etxeberria (alcalde de Eguesibar-Valle de Egüés) y Helena Arruabarrena (concejal de Seguridad Ciudadana de Eguesibar-Valle de Egüés), Txema Noval (alcalde de Burlada), Jon Gondan (alcalde de Zizur Nagusia), Koldo Leoz (alcalde de Estella-Lizarra), Arturo Goldaracena (alcalde de Tafalla), Ander Oroz (alcalde de Antsoain), Mikel Oteiza (alcalde de Atarrabia-Villava), Raul Maiza (alcalde de Berriozar), Alberto Ilundáin (alcalde de Noain), Javier Ollo (alcalde de Alsasua), Ángel Navallas (alcalde de Sangüesa), Andoni Lacarra (alcalde de Olite), Pablo Azcona (alcalde de Lodosa)

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