lunes, 5 de diciembre de 2016

EL BLOGUERO QUE DIVULGA LA VIDA DE UJUÉ

Pocas personas en Navarra conocen tan a fondo la historia de Ujué como Mikel Burgui Jiménez (63 años), antiguo trabajador de Koxka que ha hecho de su blog Uxue, Ujué, atalaya de Navarra todo un referente en la materia a juzgar por las 20.000 lecturas que registra al mes. Creado en 2008, actualmente conforman el blog más de 600 textos, que a lo largo de estos años han recibido alrededor de 480.000 visitas. Una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que, tal y como describe Burgui, se trata de un “cajón de sastre” en el que tienen cabida desde informaciones relativas a la restauración de la iglesia-fortaleza de Santa María la Real, hasta pequeñas reivindicaciones impulsadas en un principio por la Asociación Amigos de Ujué/Uxuezaleak (constituida en 1997 y de la que formaban parte 300 vecinos y vecinas), pasando por un sinfín de escritos redactados con datos extraídos de los archivos municipales, de diversos libros o de Internet, entre otras fuentes. “Trato de divulgar lo que sé de Ujué y me satisface que la gente lo valore. Es lo que me anima a seguir”, resume.
Asimismo desvela que las publicaciones más visitadas son las que hacen referencia a hallazgos arqueológicos, como la tumba encontrada hace unas semanas en la plaza Mayor de Ujué que podría datar de entre los siglos IV y V, aunque es el diccionario uxuetarra el que se lleva la palma. Integrado por unas 2.000 palabras, si bien Burgui tiene la percepción de que “se han perdido muchas más” dado que se han recopilado “las que oíamos de críos, pero antes seguro que el vocabulario era más amplio”, apunta. Dicho diccionario se puede consultar en una de las tres pestañas situadas bajo la mancheta del blog. En concreto, aparecen palabras como alda (falda de monte, regazo o delantal), charrán (amigo hablador), isca (voz repetitiva para llamar a las cabras), jaudo (soso), pisiar (orinar) o solimán (veneno), entre muchas otras. Los lectores, además, pueden consultar un texto guía (elaborado por Raquel Ruiz y el propio Burgui) para visitar la iglesia-fortaleza y otro que propone un paseo por las calles del municipio.
Sin embargo, Burgui se siente especialmente orgulloso de dos publicaciones. En una de ellas hace referencia a un dato hasta entonces desconocido que encontró por medio de Internet, en un libro escaneado en el que leyó que en 1676 “para elegir al prior de Uxue se exigía que supiera euskera”. De inmediato se puso en contacto con Peio Monteano, del Archivo Real y General de Navarra, quien a su vez contactó con Ignacio Panizo, del Archivo Histórico Nacional de España en Madrid, quien “confirmó la noticia con papeles fidedignos allá guardados demostrando que en Ujué se hablaba euskera hasta una época muy tardía”, al menos hasta el siglo XVIII. Otra alegría, por su parte, fue el descubrimiento de un mosaico obra del reconocido artista del modernismo catalán Lluis Brú i Salleles, que decoraba un altar olvidado en un almacén. En este caso, fue una experta en la materia quien, tras localizar en el blog de Burgui una fotografía de dicho altar tomada en 1910, se puso en contacto con él para informarle de su autoría y demás pormenores.
Llegados a este punto cabe destacar que el amor de Burgui por su pueblo viene de lejos, a raíz de que en 1964 su padre (José Miguel) fuera nombrado sacristán del santuario, cuyas funciones iban desde mantener limpio el conjunto monumental hasta atender a los visitantes, quienes solían agradecer su buena disposición a la hora de guiarles por la iglesia-fortaleza con una pequeña aportación económica. En esa tarea le ayudaban la tía Joaquina y el propio Mikel, quien recuerda que “no bastaba con acompañarles, sino que había que estar informado”. Fue entonces cuando empezó a interesarse por la historia del pueblo y comenzó un periodo formativo marcado por la lectura de libros sobre historia local y de Navarra. Paralelamente, aprendió euskera para descifrar los distintos términos municipales de Ujué, entre otros conceptos.
Rememorando aquella época, Burgui lamenta que “en 1970 el turista estaba mejor atendido que ahora”. Y es que en agosto de aquel año, entre los tres “guías” enseñaron el conjunto monumental a unos 1.000 grupos, de quienes percibieron 30.000 pesetas (por cada grupo recibían una media de 25 o 30 pesetas), mientras que ahora el turista que se acerca a Ujué se encuentra con un cartel en el atrio de la iglesia informando de que los domingos a las 12.30 horas, previo aviso llamando a una serie de números telefónicos que se adjuntan, se realiza una visita guiada. “No hay servicio ni seriedad”, critica Burgui, quien denuncia que a pesar de la ingente cantidad de dinero que ha invertido el Gobierno de Navarra en la restauración del monumento, no impidió que la iglesia inmatriculase el conjunto en enero de 2006, perdiendo todo el control sobre el mismo.
Por último, cabe destacar que, mientras la salud le acompañe, Burgui continuará con su blog , para lo que necesita “más material”. “Tengo sed de escribir”, reconoce al respecto, no sin antes aprovechar la ocasión para instar al Ayuntamiento de Ujué a abrir sus puertas para que los vecinos que lo deseen, entre los que se encuentra, puedan indagar en los archivos municipales y seguir descubriendo la historia de Ujué.

Diario de Noticias

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