El corral de
Mendigacha está situado a 14,5
km de la entrada del cuartel del Polígono de Tiro de
Bardenas.
Para llegar a él seguiremos la carretera de ocho kilómetros que, a la salida de Arguedas en dirección Tudela, se interna en la Bardena Blanca.
Cuando termina el asfalto, frente a la entrada del cuartel que atiende el Polígono de Tiro, giraremos a la izquierda para seguir la pista que circunvala este polígono. Encontraremos en el camino el conocido cabezo de Castil de Tierra. También veremos la desviación de la pista de El Caldero a la izquierda. Pero sin tener en cuenta estos desvíos, seguiremos la pista hasta encontrar el corral.
Desde aquí la ascensión del Rallón es sencilla. Si lo deseamos, podemos también visitar Sanchicorrota, el cabezo más cercano, que también tiene una excelente panorámica, aunque algo más apartada de las zonas erosionadas que constituyen la orografía más conocida de la Bardena Blanca.
La excursión, sencilla y agradecida, nos hará pasar una buena mañana. Supone, además, una excelente actividad para quien no haya visitado nunca estos paisajes. Únicamente habrá que tener la lógica precaución al acercarnos a los cortados. Además conviene asegurarse de que el terreno del borde no nos va a fallar, provocando una caída al vacío.
Para llegar a él seguiremos la carretera de ocho kilómetros que, a la salida de Arguedas en dirección Tudela, se interna en la Bardena Blanca.
Cuando termina el asfalto, frente a la entrada del cuartel que atiende el Polígono de Tiro, giraremos a la izquierda para seguir la pista que circunvala este polígono. Encontraremos en el camino el conocido cabezo de Castil de Tierra. También veremos la desviación de la pista de El Caldero a la izquierda. Pero sin tener en cuenta estos desvíos, seguiremos la pista hasta encontrar el corral.
Desde aquí la ascensión del Rallón es sencilla. Si lo deseamos, podemos también visitar Sanchicorrota, el cabezo más cercano, que también tiene una excelente panorámica, aunque algo más apartada de las zonas erosionadas que constituyen la orografía más conocida de la Bardena Blanca.
La excursión, sencilla y agradecida, nos hará pasar una buena mañana. Supone, además, una excelente actividad para quien no haya visitado nunca estos paisajes. Únicamente habrá que tener la lógica precaución al acercarnos a los cortados. Además conviene asegurarse de que el terreno del borde no nos va a fallar, provocando una caída al vacío.
0 metros: Corral de
Mendigacha. Semiderruido, pero todavía útil. A sus espaldas, al norte, se
levanta el cabezo de Sanchicorrota. Por la derecha, vamos a buscar la espalda
del cabezo para acercarnos a las faldas del Rallón.
200 metros: Desde
Sanchicorrota desciende una cresta que, en este lugar, es de escasa altura. Al
otro lado hay una chabola con chimenea. Arranca un camino por el que empezamos
a acercarnos a nuestro objetivo. Avanzamos, prácticamente llano, en dirección
norte.
1.100 metros: Nos
aproximamos a la base del Rallón. A la izquierda vemos las paredes verticales
orientadas al oeste, más allá de la cresta. Hacia la parte central (véase la
imagen), que forma un collado, apreciamos en la ladera la existencia de un
sendero que sube trazando una ese (ligeramente a la izquierda de la vertical de
este collado). Incluso vemos refuerzos de piedras en algún tramo. Nos acercamos
por los barbechos, cruzando un pequeño barranco.
1.450 metros: Una
vez en este collado vemos lo agreste de las laderas del otro lado. Nos vamos
hacia la derecha para alcanzar la cima. Por sendero que toma el borde de la
izquierda (para tener a la vista la zona más extensa del paisaje) vamos
disfrutando de los cortados. Remontamos con mucha suavidad hacia el punto más
alto, en dirección noroeste.
2.540 metros: Cima
del Rallón. Vértice geodésico de 4º orden. Cortada en vertical sobre el terreno
del norte y el oeste. Extraordinario balcón para disfrutar del paisaje de la
Bardena Blanca. En la imagen podemos ver la inconfundible silueta de Piskerra y
El Niño. Debajo tenemos un auténtico laberinto de barrancos, cárcavas y laderas
excavadas por la erosión.
Volvemos ahora por
el borde contrario (el oriental) hacia el collado.
2.950 metros: Conforme
recorremos este borde nos encontramos con el acceso, desde la Cañada de los
Roncaleses (que pasa entre el Rallón y la Ralla) de una pista que permite el
acceso de vehículos todoterreno hasta esta zona. Mantenemos la senda,
regresando al punto del collado.
3.290 metros: Otra
vez en el collado. Ahora ascendemos en dirección sur, para conocer también esta
parte del Rallón. En la imagen vemos los cortados que hemos dejado a nuestras
espaldas.
3.630 metros: Llegamos
hasta la punta sur de la elevación. Aquí el terreno se prolonga, en descenso,
en una afiladísima cresta terrosa. Vemos, más allá, el cabezo de Sanchicorrota,
y al fondo, en el horizonte, «La Negra».
3.780 metros: Al
otro lado de esta repisa tenemos la hermosa panorámica de cabezos, con la parte
superior del Rallón a nuestra derecha, que vemos en la imagen. Regresamos al
collado para iniciar el descenso. Con rapidez, bajamos de nuevo hasta los
barbechos. Vamos a regresar pasando entre el Rallón y Sanchicorrota. Para ello
derivamos hacia la derecha, cuando iniciamos el regreso por el llano. Buscando
restos de sendas y sin mayor dificultad, pues la vegetación no impide el
camino, rodeamos la parte oeste de este cabezo y…
5.440 metros: Volvemos
a encontrar la pista del polígono, y al lado el corral de Mendigacha.
Napar Bideak
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