Los vecinos y vecinas residentes en las cerca de una veintena de pequeñas localidades que conforman el Valle de Orba se reunieron en la jornada dominical de ayer en la ermita del Cristo de Cataláin, para celebrar la 25ª edición del Día de la Valdorba-Baldorbaren Eguna. Este día de encuentro y de confraternización entre todos los vecinos del valle contó con dos actos destacados: la eucaristía, que tuvo lugar en el interior del templo románico de Cataláin, que ha sido históricamente el centro neurálgico, sentimental y religioso del valle, y la Feria de Alimentación y de Artesanía, que ayer se convocaba en su decimocuarta edición y que quedó instalada en una carpa cubierta colocada en la explanada de la trasera de la ermita.
Varios cientos de personas se congregaron a las 12 del mediodía en la ermita de Cataláin para asistir a la misa. El templo románico se quedó pequeño para acoger en su interior a los vecinos de las diferentes localidades valdorbesas que acudieron al evento, de forma que fueron muchos los que se quedaron en el exterior de la ermita mientras se desarrollaba el acto litúrgico. La misa estuvo oficiada por el sacerdote Jesús Armendáriz, originario de Solchaga, acompañado en la celebración por otros cuatro sacerdotes: los hermanos Flotildo y Gregorio Martínez, Ignacio Martinena y José María Mariño, responsables de diferentes parroquias en localidades del valle.
Durante la homilía, Jesús Armendáriz realizó una invitación a los feligreses para aportar soluciones a la actual crisis económica recurriendo a la solidaridad y erradicando la pobreza, "que es el mayor problema que existe hoy en día en nuestro mundo". También apeló al Cristo de Cataláin y al ejemplo de vida de Jesús "para escucharnos más y conseguir ser más solidarios viviendo en comunidad".
En el momento de las ofrendas una representación de siete niños y niñas que este año realizaron su Primera Comunión presentaron unos ramos de flores como símbolo de "alegría y esperanza", mientras otros vecinos adultos presentaban una cesta con unos racimos de uvas "símbolo de los frutos del campo, del trabajo y de la ilusión".
También hay que destacar que en el día de ayer se cumplía el 18º aniversario del fallecimiento del sacerdote de Unzué Felipe Marco. "Él es el que formó la rondalla que lleva su nombre y en su recuerdo nos hemos vuelto a reunir para tocar en esta misa - decían varias de las integrantes del grupo que le homenajeó- y nos hemos propuesto continuar tocando, con nuestras guitarras, bandurrias y laúdes, en ceremonias o festividades importantes de Unzué o de la Valdorba".
Concluida la eucaristía, en el exterior de la ermita la banda de gaiteros y la pareja de gigantes de Orísoain realizaron una demostración de bailables, ante la atenta mirada de los más pequeños y del resto del público asistente, al mismo tiempo que se inauguraba en el interior de una carpa cubierta, con una superficie de unos 200 metros cuadrados, la 14ª edición de la Feria de Alimentación y de Artesanía. Los congregados tuvieron la oportunidad de degustar de modo gratuito diferentes pinchos que habían preparado un nutrido grupo de voluntarios de localidades como Pueyo, Barásoain, Garínoain y Olleta. Entre esta oferta gastronómica destacaban las raciones de menudicos, relleno o txistorra asada y dulces y postres como roscos, pastel vasco, bizcochos, mantecadas, leche frita, tarta de manzana, canutillos o tortas de txantxigorri, entre otros variados productos de los que también se ofrecían las correspondientes recetas de elavoración.
En cuanto a la artesanía, la presencia de productos fue menor que en ediciones anteriores, predominando la talla de madera, la costura y la restauración de objetos antiguos.
Carmelo Armendáriz, en Diario de Noticias
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